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Hoy estuve comiendo allí, lugar pésimo y sucio. No entiendo como sanidad no cierra este bar. Las patatas bravas tenian un sabor desagradable, las croquetas de jamón muy muyyyy saladas, vamos imposible de comer. Y la higiene del cocinero brillaba por su ausencia. No lo recomiendo para nada
Fuimos a comer con mi hijo y horrible, paella de bolsa, entrecot como una piedra y la fritura los boquerones negros del aceite tan usado, los postres.ni comentar mucha explicación para ser una simple contesa jjjjj y el yogur de limón lo ponen en un tarro de cristal con una rodaja de limón como si fuera un cóctel jjjjj vamos de pena y encima caro 60 euros tres menús, nos extraño q estuviéramos solos pero ahora entiendo porq, al baño no quise ni entrar, me daba miedo jjjjj sin duda no volveré JAMASSSS
Lugar sucio y caro, pedí tortilla española para llevar y la tiré casi entera a la basura. Totalmente incomible del mal sabor que tenía. Sitio para no volver
Experiencia horrible. Han tardado en traer la comida 1h, tres platos de croquetas venían congelados y nos las han traído recalentadas, ni siquiera unas nuevas; las puntillitas no sabían a nada y el pollo ha venido crudo. Cuando hemos ido a reclamar, ha salido una de las camareras con una masa de croqueta a explicarnos cómo se hacían las croquetas en vez de pedir perdón y ya está. Cuando he ido a quejarme del pollo crudo, que por sanidad es algo peligrosisimo, esa misma camarera se ha mostrado indiferente. No volvemos jamás. No merece la pena por el precio tan alto que tiene. Y para acabar han cambiado la carta a mitad de comida a una más cara.
No volvería a pedir nada allí, hoy me han traído a domicilio unas patatas braviolis (patatas cocidas sin más, el sabor no muy bueno y dos botecitos de salsa que para un plato se quedaba más que corto y que para el precio que tiene no lo vale), unos palitos de pollo con mostaza y miel, (carísimo y tan sólo un bote de salsa para el plato entero) y rabas que de sabor estaba normal pero para 12€ que vale viene poquísima cantidad además, vamos.para una persona). Es la primera vez que pedía y desde luego no volveré a pedir.
Bar de los de antes, pequeño, un poco lugrube, con sensación de dejadez, nosotros comimos de raciones, 2 adultos y tres niños, tres raciones, bien de cantidad, la comida un poco grasienta. Servicio normal, nada destacable ni desagradable. Fuimos con oferta del tenedor. Precios normales, tirando a económicos.
Hemos estado una vez más en este local comiendo con la familia como clientes habituales que somos y en esta ocasión no hemos podido disfrutar de nuestra comida, porque en la mesa de al lado había varias parejas de gente joven con medallas ridiculizando al personal del local y faltando al respeto… por las voces que daban parece ser que se le había quedado algo frio el corazón de unas croquetas que habías pedido y no paraban de dar gritos al respecto, llegando a dar vergüenza ajena… solo les falto decir que las servilletas estaban congeladas… lo curioso es que me he fijado y no han dejado ni el logo en los platos… así que no se que criterio tendrían…. Ciertamente este local o cualquier otro gana bastante cuando este tipo de personas deciden comer en sus respectivas casas
Escribo esto con dolor de tripa por el pollo crudo que me han puesto. El servicio ha sido lamentable, más de 1 hora para comer, traían los platos entre los que estábamos a destiempo, todas las croquetas congeladas, a mitad de la comida un cambio de carta y de precios y una mala limpieza de la cocina. Ha sido una experiencia muy negativa, no lo recomiendo.
El único punto positivo son las raciones abundantes y el camarero que hizo lo que pudo,
Patatas fritas del día anterior, más de 1h para servirnos, calamares fritos y refritos, calidad muy baja en general sin contar que el servicio el cocinero/camarero
Horrible. El camarero, que nos dijo que también era el cocinero, super impertinente, se puso a discutir por teléfono a nuestro lado, olía a alcohol, empezó a hacer chistes que no venían a cuento y a tomarse unas confianzas que nadie le había dado. Veníamos con amigos franceses y se quedaron locos cuando vieron el trato, la comida sin más, nos pidió opinión y se la dimos y aún así se excusó y se hizo el loco. Habiendo los bares que hay en la zona, este es el peor sin duda, no vuelvo.
Raciones pobres y caras. Hemos pedido a domicilio unas puntillitas y nos ha tocado 3 puntas para cada uno. Encima la comida llega fría. Una decepción, no aconsejable, pérdida de dinero.
El camarero nos ayudó a la hora de escoger la cantidad de comida para 4 personas. Comimos croquetas de jamón, fritura de pescado, huevos rotos con entrecot y solomillo de pollo con salsa de mostaza y miel. Todo estaba riquísimo
Pedimos croquetas de cecina y nos pusieron de pescado que no estaban ni en la carta. La oreja sabía a pizza y tardaron una hora en sacar las cosas estando el bar vacío. El camarero fue amable
Fuimos a comer el menu de fin de semana a pesar de leer las malas críticas. Comimos en la terraza, cosa que nos alegramos por que el interior del local deja mucho que desear, muy dejado y aspecto de suciedad. El menú no estaba mal para el precio con cantidades correctas. El postre tenia poca variedad, fruta o una tortita. El servicio fue correcto. No tiene nada que ver con La andaluza de Nassica
Para empezar, la calidad de la comida es pésima, las patatas fritas sabían a aceite quemado. La carne de la hamburguesa era similar a la zapatilla que me he puesto esta tarde para ir a correr. Pero además, el servicio de camareros también dejó bastante que desear, estuvimos esperando 20 minutos a que nos trajeran la cuenta y encima nos habían cobrado comida que no habíamos comido. No pienso repetir, hay mejores bares por la zona
Horrible experiencia, no volvemos, hemos encontrado una moneda de 10 céntimos en una de las hamburguesas, aún así nos obligaban a pagarla y nos han acusado de meter la moneda. Todo mal.
Comida del Domingo de primero paella pasable, nada del otro mundo. De segundo churrasco bastante seco más de lo mismo postre tortitas un chorrito de chocolate y ya. Y la nata. Para no volver ️️
Experiencia lamentable. Después de encontrar una moneda de 10 céntimos en la hamburguesa de uno los comensales (algo completamente surrealista), el camarero, bajo indicaciones de su supuesta responsable, se ha negado a aliviar de la cuenta el importe de dicha hamburguesa, insinuando que la moneda fue introducida por nosotros. Lejos de intentar llegar a un acuerdo razonable, no ha dejado de increparnos negando cualquier responsabilidad y asumiendo que todo era un montaje nuestro, llegando a amenazar con denunciarnos y llamando incluso a la Policía Local. No repetiremos, evidentemente.
Muy buen sitio, no he ido a comer pero si a picotear y la verdad, buenas raciones y una cantidad decente. Lo fingers los mejores. 9/10 porque la salsa brava no pica.
Uno de nuestros amigos se ha encontrado una moneda de 10 cétimos en su hamburguesa y el camarero se ha negado a ofrecer una solución ; obligando a pagar dicho plato, pésimo servicio. El establecimiento tendría que estar bajo inspección de Sanidad.
El camarero Rafita ha estado atendiendo a las mesas con la mascarilla bajada continuamente, si trabajas de cara al público lo mínimo es tenerla puesta sobre todo porque seguimos en una pandemia. Osea los que vamos a tomar algo nos la ponemos y tal pero el personal no la lleva que son los que la deberían llevar todo el rato.
Muy buena atención por parte del camarero Alfredo. La comida, buenas raciones y calida precio bastante bien. En la terraza, es amplia y se cena agusto. Volveremos.
Leyendo el comentario que ha dejado un cliente respecto a Rafa es incierto. Soy clienta habitual y vecina del barrio que vengo con mi pareja frecuénteme. Es un camarero extraordinario, profesional y muy muy amable. La gente viene mucho por él y por el trato que ofrece. Y siempre lleva la mascarilla puesta, a veces si se la quita pero cuando nos atiende y al resto de clientes siempre se la coloca correctamente.
En conclusión, se come genial y el trato es inigualable. RECOMENDABLE 100%
El camarero de gafas muy lento ha tardado media hora en traernos la cuenta estando la terraza casi vacía y el camarero llevaba la mascarilla bajada atendiendo a los cliente.
Siento tener que irme de un lugar al que había echo una reserva para cenar, pero a veces se empecinan e insisten hasta conseguirlo. Somos 7 personas, al llegar la mesa ya estaba montada y con el cartel de reservado, perfecto por mala suerte vemos cerca una persona que escupe en la acera, y sorpresa es tu camarero. Los platos 7, todos estaban sucios y los cubiertos envueltos en servilletas, tampoco estaban limpios. Pedimos la bebida, una Coca Cola, respuesta: no tenemos. Una cerveza de grifo: ok. Y llega sin nada de espuma, como totalmente desvaída, respuesta: es que no tengo gas, se está acabando el barril, pero no te preocupes yo me la llevo otra vez y te la arreglo. El resto de ls bebidas, correcto sin tener en cuenta la enorme cantidad de arañazos de los vasos y uno que pringaba al tocarlo. En resumen, por favor díganos cuanto debemos por la bebida servida y adiós Que les valla bien
El camarero, Rafita, es encantador y nos recibió con todo su salero y alegría. La tortilla de patatas y la salsa riquiiiisimas, nos hicieron una al momento, son estupendos! Volveremos sin duda a esa terracita acogedora en la que corre una brisa espectacular.
La terraza del lugar está muy bien, el camarero es muy simpático y profesional. El servicio bien y la comida de tapeo estaba bien relación calidad-cantidad-precio.
El lugar mi bueno bar de barrio de toda la vida, las dueñas muy buenas la cocina espectacular tanto la carta como el menú, los camareros son buenos y atentos, la gente del bar es maravillosa hay gente muy buena manolo el hombre que está por las mañana es el mejor un máquina.