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Ayer celebramos un cumpleaños y todo estuvo perfectamente organizado por Ivan, que como siempre estuvo atento y muy amable. La comida fenomenal, los camareros de 10 y el lugar perfectamente organizado para estar cómodos. Sin duda una muy buena opción para una celebración.
Lo conozco sólo para desayuno, pero me encanta su ambiente y la tranquilidad. Buena selección de bollería, hacen un buen café (no hay que dar por descontado que sea así en todos los sitios), y tienen un buen servicio.
Terraza cómoda si, decoración interior también, para ir a tomar una cerveza con torreznos esta bien, pero para comer.es impresionantemente malo. Pedí un risotto que creo el cocinero no sabía de que iba esa receta, además de que lo sirvieron tarde, simplemente tuve que devolverlo. Un arroz con mariscos congelados penoso. Y el precio ni hablar, sobre todo por la mala calidad de la comida. Una copa de helado 8 euros, por ejemplo
Es una pena que un sitio tan grande y tan cómodo no se esfuerce en mejorar la calidad de la cocina
Fuimos 6 personas a cenar, entre ellas una persona celiaca. El trato fue muy cercano y ante la variedad de platos sin gluten, fue posible compartir todo aquello que pedimos. Nos encantó! Seguro que repetimos
Solo entre a tomar una cerveza con un amigo y poder charlar tranquilamente, estuvimos dentro, en la terraza no había sitio sin haber reservado. Sólo una cosa, los brazos se me quedaban pegados a la mesa, supongo por lo limpia q estaba.
Estoy acostumbrado a comer arroces y digo con gran seguridad que es el mejor arroz con bogavante que he comido en mucho tiempo. Soy gallego y me a trasladado a mi tierra ole ole y ole volveremos. El servicio muy correcto el local chulo muy recomendable.
Mediocre. El servicio mediocre, la comida mediocre y la estética mediocre. Como que intentan desesperadamente ir por un cliente de alta gama pero luce que todo está hecho a medias. Mediocre.
Un sitio muy bonito y agradable El personal súper simpático y atentos Pero.la comida deja mucho que desear. Raciones pequeñas, pescado y el resto congelado y mal cocinado. Una pena! Un quiero y no puedo en la cocina, muy típico de esta zona.todo muy bonito y agradable pero comida cara y mucho que desear! Una pena.
De primero unos calamares congelados que, sin querer faltar el respeto a nadie, parecían chicles a un precio de 16 euros. De segundo dos hamburguesas que tuvimos que devolver porque vinieron pasadisimas cuando habíamos indicado que las queríamos muy poco hechas. Hay que destacar que el camarero, muy amablemente, nos la cambio sin ningún tipo de inconveniente. Conclusión: sitio que no volvería más, comida que deja muchísimo que desear a un precio ridículo. El servicio muy profesional y atento.
Excelente atención y ambiente. Las medidas COVID se cumplen a rajatabla. Excelente tanto si vas a desayunar, comer y/o cenar, la carta eta muy bien y es variada (para ir con niños también). Lo mejor, la atención de los camareros, a cualquier hora del día. Llevo varios años yendo a La Canalla, y cada vez mejor.
Nos sirvieron las alcachofas aún congeladas, se lo dijimos y nos calentaron el plato y nos cobraron el total. El tartar de atún y el vino fué lo unico que estaba bueno. El pulpo malo, el puré sin sabor y los flamenquines insípidos tirando a malos. Fuimos el 22 de noviembre a cenar y no volveremos. Caro y malo, y en España no es aceptable, y menos en Aravaca.
Comimos un día que hacía frío y viento. Reservamos en la terraza cubierta. Muy mal acondicionada. Imposible quedarnos allí. Fueron amables y pudimos sentarnos dentro.
Local con amplia y agradable terraza climatizada y bonita decoración. Carta variada con numerosos platos para compartir. Recomiendo especialmente los huevos rotos, el cachopo y el chuleton (excelente carne). Muy recomendable para una comida familiar o de amigos. Hay bastante sitio para aparcar en las inmediaciones. Trate excelente y muy atento de los camareros.
Regular. Algunos platos muy bien, otros irreconocibles respecto de la carta, mal ejecutados. Servicio regular. Meseros amables en general. Mas de 20 minutos para pagar en un local casi sin clientes. El precio no está justificado vista la experiencia en conjunto.
Muy buena atención desde él desayuno hasta la cena. La comida muy buena y poco a poco innovan y la van cambiando. El personal te hace sentir como en casa.
Tiene una terraza muy agradable con espacio entre las mesas y sombrillas que resguardan perfectamente del sol en las horas más calurosas, buen servicio y buenos productos. Ahora han cerrado la terraza y el ambiente es muy confortante. Lo malo es el precio elevadísimo de cualquier plato y los pescados no están en su punto.
Bonito restaurante para ir en grupos grandes o más pequeños, incluso en pareja o solo. Buena atencion, buen precio. Se escucha música de fondo y la comida está realmente buena. Se puede hacer reservas
Que lugar mas hermoso, una decoración super original, voy muy seguido, desayuno, comida, merienda, cena y hasta para tomar copas por la noche. Lo recomiendo 100%
El sitio tiene buen ambiente y decoracion, los camareros son amables. No es un sitio barato para tomar algo, pero la decoracion y servicio lo merecen, suele estar bastante concurrido.
Lindo lugar. Pero no para ir a cenar o almorzar a no ser que te guste el fútbol. Tuve que soportar el partido durante toda la cena con sonido ambiental. La comida, normal. El precio, caro. Conclusión: si buscas un bar que luzca guay y caro, está bien. Si quieres salir a cenar y hablar de algo que no sea el partido, ve a otro lado.
Un sitio estupendo para tomar algo al salir de trabajar, para comer con los compañeros o para una cenita de calidad. La comida es estupenda y el trato es amable, divertido y personal. Después de ir tantas veces ya solo hace falta entrar por la puerta para que sepan qué servirte y para que hagan que cada visita te deje con ganas de la siguiente. Muy recomendable!
Servicio penoso, da la impresión de que están aburridos por trabajar. Nada de simpatía ni amabilidad, muy caro para la calidad de la comida que sirven.
Este sitio era Santinno, una cafeteria un poco pija, con una carta sencilla de ensaladas, platos combinados, pasta.para una comida ligera. Unas pantallas de television muy chulas para ver partidos. Estaba bien.
Ahora se llama La Canalla, que es un nombre engañoso, propio de un chiringuito en Malasaña. Sigue siendo una cafeteria con pretensiones de restaurante.y sin futbol. De la decoracion, mejor no hablar, que va en gustos.
Muy buen servicio. Venimos muy a menudo, porque no encanta tanto la comida, como el sitio. Todos los camareros un amor y muy atentos! Os aconsejo que vengáis!