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Un sitio de batalleo. Tomamos una cocacola y una botella de agua. Pedimos unas patatas con salsa y unas tiras de pollo. Las patatas eran congeladas. El pollo puedo decir que tal estaba ya que tras esperar 40 minutos y volver a pedirlo nunca llegó. Cuando fuimos a pagar ni siquiera estaba comandado aunque lo pedimos dos veces.
Un sitio mitico en un lugar tranquilo y con buen ambiente. Pudimos disfrutar de unas cervezas y refrescos acompañados de tortilla de patata con cebolla caramelizada y berenjena rebozada. El servicio agradable, pendiente y profesional. Volveremos sin duda ️
No está mal aunque el servicio no es muy allá. Pedimos cuatro jarras de cerveza y cuatro refrescos.ni un aperitivo, ni siquiera unas patatas fritas o aceitunas. No es obligado aunque si ves que en las demás mesas con dos refrescos les ponen un platillo de paella.algo está mal.no dejé propina. Siguen igual con el tema de las tapas.mal
Soy cliente habitual y desde hace semanas he notado que la cocina ha bajado su calidad, el secreto sin tostar, patatas llenas de aceite y la ensalada de burrata el tomate de baja calidad y sin pelar… era un sitio top pero si no cuidáis la calidad en la cocina los clientes nos iremos.
Fuimos a la ruta de la tapa. Tapa hamburguesitas de rabo de toro. No estuvieron malas pero fueron muy escasas, de bocado. Me pareció cara esta ruta (4€ caña y tapa) pero es algo que no estipula el bar. Casi no pido la tapa de la ruta al ver el plato de paella que ponían a los de al lado de aperitivo "gratis" con la consumición, a un precio mas asequible. Y la votación tampoco me gusto, solo podías votar uno de toda la ruta.
Sitio muy agradable, he ido a comer con familia y de picoteo y copas con amigos, y siempre fenomenal, las raciones abundantes y todo buenísimo. Adoro la tortilla de patata con cebolla y los nachos. Trato excelente y precios muy buenos.
Te engañan con los precios. Tienen puesto en una pizarra: 2 jarras y bravas 9€ y luego cobran 13.5€.
Según responden, confirman que la promoción ya no estaba disponible pero bien que estaba escrito en su pizarra. Pese a admitir el error por aquí, y ofrecernos una devolución cuando volvamos, no nos lo han ofrecido en el momento.
Por otra parte no entiendo muy bien a que se refieren cuando dicen que a la proxima vez especifique lo que queriamos. Solocité dos jarras y unas bravas. No se que querian que especificara.
La comida esta bastante buena pero el servicio deja mucho que desear. Las últimas veces que hemos ido los camareros literal pasaban de nosotras (están fumando o más pendientes de hablar entre ellos o con sus amigos de otras mesas). Ayer, como colofón, al pedir un vaso de agua vi que me lo llenaron de un barreño! Ingenua de mi me lo bebí pensando que eso podía tener algún tipo de explicación lógica y ahora evidentemente me encuentro fatal. Además, nos cobraron 2 cervezas de más. No vuelvo.
Un lugar para disfrutar de la música, de la compañía, de las copas, de la comida. Moha el camarero un chico muy majo y servicial, todo un descubrimiento. Volveré fijo
Que sea más importante estar mirando un ordenador que ver si se sienta un cliente en la terraza, deja mucho que desear del servicio. Me podia haber estado 15 minutos sentado y no habría ni asomado. Que lastima que no aprecien a los clientes.
El sitio está bien para tomarse algo pero el camarero (uno jovencito y de pelo oscuro) atiende fatal. En vez de ver qué necesitan los clientes, está hablando con sus amigas sentadas en otra mesa. No es la primera vez que me pasa.
Casi sin pretensiones, entramos en este bar esperándonos encontrar algo correcto, pero un poco más de lo de siempre.
Sin embargo, nos dimos con gente joven con ganas de hacerlo bien y tratar al producto como se merece.
Probamos varios platos: increíble la hamburguesa en tempura, por su originalidad; más que correctos los bastones de berenjena con miel de caña y la ensalada caprese; genial la brandada de bacalao y, para rematar, un coulant de chocolate blanco brutal.
Si les damos algo de tiempo, estoy convencido de que serán referentes en la zona.