La Cortá Ultramarinos - Bar

Un local diferente y con encanto. Según entras, sabes que has acertado: es un local que tiene mucha gente pero invita a tomar algo tranquilamente.

Tiene una zona de ultramarinos donde puedes comprar lo que necesites: legumbres, dulces, conservas, botes de verduras, todo tipo de embutidos y tienen mucha variedad de quesos. La gente entraba a comprar cosas.

El bar cuenta con 5 zonas: una zona con terraza cubierta, zona de comedor, barra de bar, mesas altas y mesas vintage (son mesitas bajas con unos sillones).

La comida estaba muy rica y de calidad y con buenos precios.
Hay que tener paciencia porque a veces el servicio va un poco lento (si quieres tomarte algo rápido, mejor en barra).

Respecto a los empleados, una de ellas destaca (tuve que preguntarle el nombre por como trabajaba): Wendy. Es una mujer todoterreno, lo lleva todo: atiende a los clientes que entran para sentarlos o coge reservas, ayuda en la barra del bar, toma nota de lo que quieren los clientes, sirve mesas, las recoge y atiende en el puesto de ultramarinos, y se molesta en darte una tarjeta del local.

Nos atendió ella y otro chico que era camarero, que fue muy amable y diligente.

Una muy buena experiencia que seguro que repito!

Un sitio con un muy buen ambiente y la comida estupenda. Los platos que ofrecen son muy originales, comida de siempre con algo distinto y están muy buenos. El servicio muy bien aunque algo lento, tardaron en sacar uno de los platos mucho tiempo.

Restaurante (y tienda) con mucho encanto. Todo lo que comimos estaba muy rico.quizás añadiría algo más de postre (tarta chocolate) pero la tarta de queso estaba muy buena.

Precio muy bueno. Ah! Y no te echan con prisas.nos dejaron estar tranquilamente en la mesa. Cuando vino la gente para cenar, nos cambiamos a la zona de los sillones.

Y a pesar que estaba lleno, no se oía ruido.y se agradece;-)

Muy recomendable! Volveremos

Uno de los restaurantes más singulares de Carabanchel Bajo. Cervezas fresquitas acompañadas de suculentas tapas (ver foto). Dispone de terraza interior y exterior. Recomiendo disfrutar de sus estupendos desayunos rodeado de su decoración y ambiente acogedor.

Nos atendió Bouchi y fue muy atento y simpático. Recomiendo este sitio al 100%
Con la bebida siempre te ponen algo para picar.

Hace dos años que tengo el placer de tomar el aperitivo por allí. El equipo es estupendo, el local insuperable, situado en el corazón de Carabanchel, estilo familiar y para resaltar, los tacos de rabo de roro, la charcutería y los vinos. Además, están ampliando negocio con la Refiná, sitio del cual hablaremos después.

La comida con un sabor exquisito, el pescado al horno realmente espectacular, un ambiente retro muy acogedor y relación calidad-precio muy aceptable.

Solo un pequeño dato ha resaltar las lentejas con chorizo no llevaban chorizo por lo menos en la ración que me tocó a mí. Por eso yo pensaba que era un plato de lentejas con oreja que si era lo que llevaba. Pero al volver a mirar el menú a la salida me di cuenta de que sí eran lentejas con chorizo.

Entonces por favor incluir un poco de chorizo en cada ración,

Lamentablemente el personal es el punto negativo. Podrían estar un poco más atentos al cliente.
Eran cuatro camareros y apenas éramos tres mesas de comensales, aun así hemos tenido que esperar para que vengan a tomarnos nota del café o del postre, y aún más lamentable que uno de ellos parecía ser el encargado y era el que menos estaba atento a los clientes.

En principio comentar que dentro de lo que es el barrio es algo distinto y eso es de agradecer.por lo demás, servicio y cartas correctos.lo único destacar e importante, la limpieza.todos estos sitios cuando empiezan a tener más afluencia y este la tiene, se terminan olvidando de algo tan esencial.

Me gustó, tiene terraza exterior, intermedia y comedor interior.
Con tanta mesa el servicio se resiente por estar ajustado, pero hubo platos muy originales. A destacar la ensalada zarandeada, la morcilla e incluso las croquetas.
Un lugar cómodo y original para pasar un buen rato.
Además, es tienda de ultramarinos

La comida está buena y el servicio es atento aunque hay veces que tarda demasiado. Solo les recomendaría que quitaran el letrero verde porque en la terraza a los que se sientan de frente les molesta muchísimo.

Sitio muy bonito para pasar un buen rato con tus amigas favoritas. Cenamos en un ambiente muy agradable. Buena atención. Los desayunos muy bien. Una recomendación más platos, postres y pan sin gluten. Gracias

Vivimos cerca y lo habíamos visto varias veces al pasar con el coche. Hemos ido a celebrar el cumplemes de nuestro bebé. Los camareros son atentos y amables. La tapa que ponen con la bebida es bastante generosa (hasta el punto que creía que mi pareja había pedido una ración). Sitio limpio. Raciones grandes. Recomiendo la sartén de huevos y los focaccia. No es muy caro.

Un nuevo concepto que conjuga cafetería y bar de tapas y raciones que resulta muy agradable. El local está decorado con gusto y las raciones muy buenas. También puedes comprar embutidos y algo de dulces. Dispone de una buena terraza para los fumadores. Solo una pequeña pega y es por lo que no doy las 5 estrellas y es que el servicio de camareros aparentemente no tiene bien organizadas las mesas que tienen que atender. Parece que atienden a todas sin distinción y ese descontrol retrasa que te sirvan. El trato es muy agradable. Un lugar que necesitaba el barrio.

He estado cenando por segunda vez en la cortá y nunca defrauda, la comida está muy rica y hay un ambiente buenísimo, el mejor de la zona.

Nos atendió el encargado, parece que lleva poco tiempo por lo que pudimos ver pero el trato fue EXCELENTE, nos recomendó varias cosas y acertó de pleno.

Bastante rica la comida aunque la camarera algo despistada. La repetimos 3 o 4 veces la comanda y no la anotó aunque se lo sugerimos, una de las veces vino y de las 3 cosas que pedimos 2 no eran y aun asi no lo anotó. Al final nos trajo algo que no pedimos.si es que Al final si nos trajo lo nuestro y bien

Decoración que transmite, un ambiente en el que tomar un desayuno con tranquilidad, para disfrutar de un buen servicio.
Desayunos e 3,5 euros, en el cual se puede tomar, café, zumo, y a elegir, croissant, churros, tostada en pan con mantequilla y mermelada, jamón con tomate.

Limpieza escasa, mobiliario en mal estado hasta tal punto que uno de las personas de mi grupo se ha caído al suelo al romperse la silla y los torreznos con hilos de estropajo de niquel. Hay que mejorar.

La atención fue horrible desde que llegamos hasta que nos fuimos, vimos hasta como se reían de nosotras desde la barra, solo por pedir una carta de consumiciones donde se viera lo que había para poder pedir, nos dijeron que no había carta, ni siquiera de bebidas. Un despropósito absoluto, nos pusieron una tapa de croquetas que estaban más secas que la mojama y refritas mil veces y con malas caras, sobre todo por parte de una camararera morena latinoamericana, eso por no mencionar que estábamos en la terraza y de repente unos obreros se pusieron a dar golpes todo el rato que estuvimos allí, y que obviamente no te podías relajar tomando algo porque era muy desagradable, es una pena porque el sitio está bien para lo pequeño que es, pero la mala atención hace que no vuelvas nunca más

He ido en varias ocasiones y al principio todo muy bien. Atención rápida, te ponían algún aperitivo, la comida estaba muy buena, buenos precios. Ahora ha empeorado bastante; servicio muy lento, suelen equivocarse con la cuenta o las consumiciones, no ponen aperitivo, nos avisaron media hora después de haber pedido cena, que ya no tenían ese plato en cocina.en fin, deja mucho que desear. He intentado volver por si solamente fue un día la mala experiencia, pero veo que se repite. Sobre todo, poco personal y muy lento.
Espero que hagan algo para que vuelva a ser como al principio.

Bien atendido, aunque se puede mejorar. Haría falta al menos una persona más atendiendo dado el tamaño del sitio. El menú muy bien. Haría falta más frío a las bebidas, más aún teniendo en cuenta la temperatura de estos días.nos sirvieron una cerveza y una coca cola casi a temperatura ambiente.con 34 grados mmmm.

Una buena variedad de tablas de embutidos y quesos.
Fuimos a cenar en pareja pedimos un aperitivo de aceitunas de anchoas del Espinar, patatas y los berberechos bien servidos en tablas de pizarra.eché de menos las salsa picante típica, un poco picante de los berberechos. Y un plato como principal, una ensalada muy completa con pollo rebozado, mango, manzana, espinacas, frutos secos.con salsa de miel, algo q decir, muy ricos los ingredientes lo q pasa demasiado abuso de la salsa de miel y mostaza.
Lo que recomiendo mucho y está para chuparse los dedos es la tarta de zanahoria, para los q no sean muy golosos.el relleno un cremita con sabor a limonchelo.recomiendo que la probéis si vais por allí. ️
El lugar, agradable, una mezcla fusión entre las tiendas antigüas
de conservas y embutidos al peso.
Y ambientes modernistas fusión.
Han conseguido un entorno agradable y para todo tipo de público. Marta

Llevo 15 min esperando mesa mientras veo dos libres. Somos dos personas y no quieren sentarnos alegando que están reservadas las grandes. Mientras han cambiado otra mesa. Un caos de organización y mala educación. He venido muchas veces pero creo que es la última. Saludos.

Un sitio para tomarte y picotear algo.

Me produjo curiosidad ya que siempre que pasaba por ahí estaba lleno. Decidimos ir un grupo de amigos, con reserva previa, ya que sino es imposible coger sitio en la terraza.

Me sorprendió mucho y a bien, que en la terraza interior (ahora han añadido una nueva terraza exterior), hacía una temperatura muy agradable, teniendo en cuenta el frío que estaba haciendo estos días, se debe a sus lámparas-estufas.

Ponen tapa cada vez que alguien pide algo. Nosotros terminamos cenando de raciones, y aquí lo que me llamó la atención es que vienen "bastantes" unidades por plato, cosa de agradecer cuando pides para compartir.

Las croquetas estaban ricas, pero no espectaculares (vienen 10). La morcilla, sin más, yo soy muy fan y creo que aquí no merece la pena (venía cortada en 10 cachos). El Provolone con tomate y orégano, bastante rico, viene acompañado de pan, el cuál tuestan previamente, estaba muy bueno y de tamaño bien, diría que más grande de lo habitual cuando sueles pedir este plato. Tacos de rabo de toro, lo pedimos por recomendación de la camarera y sinceramente estaba espectacular. Por otro lado, hubo dos personas que pidieron focaccia, la cuál viene en forma de bocadillo, lo que les sorprendió, pero aún así les gustó.

No puedo decir nada sobre el local por dentro ya que no pasé en ningún momento.

La camarera que bos atendió agradable.

Lo que no me gustó, es que daban carta física, la cual no limpiaban entre unos clientes y otros (al estar plastificada, eso no supondría ningún problema), tampoco facilitaban Código QR. Buscamos la carta en la Web.

Buen ambiente, bonita decoración y buenos precios. La comida no es para tirar cohetes, normal, la pasta del menú sin sabor y con exceso de aceite, el entrecotte duro, la tarta de queso si estaba muy rica. Capuchino como cualquier otro. Los camareros lentos pero amables, con cada consumición te ponen una buena tapa.