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No probé ninguna comida. Vino con un grupo grande y fue acomodado. Cobró todas las bebidas (vino, vermú, cerveza) 4€ cada una, lo cual era un poco caro para el vermú y el tamaño de la cerveza. Además, el mismo precio para todas las bebidas lo hacía parecer un poco sospechoso (no tenía ningún menú), pero nos divertimos y no lo convertimos en un problema.
Bar muy acogedor. Local típico de Madrid con barra antigua en el que se abren las cristaleras hacia la calle. El camarero muy majo. La tortilla está muy buena, aunque no siempre hay. Buena música. Un buen sitio para tomar unas cervezas.
Un sitio como los de toda la vida, fui el otro dia con la familia, la tortilla muy buena, el camarero super atento y buenisimo y la limpieza de otro planeta. Espectacular el pago con tarjeta. Trabajo por el barrio y siempre lo veo abierto, mis dieces
No pongo menos estrella porque no se puede. Ni unas patatas con 3 cervezas y encima el camarero amenazando a los clientes. Un sitio al que no debería ir nadie. Experiencia horrible que no representa a la buena gente de Madrid
Bar con mucho encanto. Buenos precios, buen ambiente y producto inmejorable (tapas hechas al momento, con mucho mimo y de calidad excepcional). El camarero es muy majete, a pesar del resto de reseñas (un mal día lo puede tener cualquiera). Siempre para repetir.
Un local muy acogedor y calentito, suelo y azulejos de toda la vida, cenamos tomate aliñado, una tosta de jamón y otra de queso, muy rico todo.la música top y las risas con Luis también, cuándo repetimos?
Este local me encanta pero es un despropósito. Abren cuando quieren, no sabes el precio de las consumiciones porque cada vez te cobran una cosa. El encanto es el local, antiguo, de los que ya no quedan. Si vas pueden tener un buen día y todo ok o uno malo.
Le doy 4 estrellas, por qué las 5 es la perfección y ni DIOS es perfecto. Pasamos una noche estupenda en compañía, el dueño muy atento y servicio muy bueno. Los gintonics recomendable. Volveré
Lo peor, y al igual como comenta alguien en otra review, es la actitud del camarero. No hace ningun esfuerzo por ofrecer los mas minimos de atencion al cliente. Mala comunicacion y prepotencia en el trato.
Cuando quisimos pagar, el camarero me comenta que tenia el datafono malo hace 3 semanas. Lo trató de hacer funcionar (sin exito), y luego como nosotros no teniamos cambio, se puso como un energumeno y nos decia que por ley teniamos que llevar cambio y que como se nos ocurria ir a un bar sin cambio. Lo cual es sorprendente, aun mas ahora con el COVID en donde se recomienda encarecidamente a los negocios el aceptar dinero electronico como forma prioritaria.
Tampoco se le ocurrio al camarero poner un cartel que dijera " Datafono malo. Solo pago en efectivo". Asi de malo y con poco sentido comun es el camarero.
En fin, que no volvemos mas a ese bar. Si andan por por la zona, les recomiendo 100% mas el bar de justo enfrente "El amor hermoso" en donde te tratan excelente y la comida y bebida estan espectaculares.
Le pongo una estrella porque no dejan poner menos. 2 euros un botellín, sin tapa, ni intención de ponerla. El camarero más sieso que la mojama. Cuando un sitio así permanece abierto será porque ha vendido su alma al diablo, como los Medina Azahara.
Teniendo el bar vacío, primero nos echa para ir a hacer un recado personal y después al tratar de pagarle, nos monta un espectáculo porque a él no le funciona correctamente el tpv desde hace semanas, según nos comenta mientras trata de hacernos el cobro con tarjeta.
Al ver que su tpv sigue sin conectar, empieza a ponerse nervioso y violento con nosotros por no llevar dinero en efectivo, y sin ofrecernos ningún tipo de solución, ya que al fin y al cabo el problema de que no funcione el sistema de cobro es suyo, cuando vamos a ir a sacar dinero del cajero para poder pagarle las dos cervezas que tomamos, llega al punto de echar la persiana y venir detrás nuestro levantándonos la voz en mitad de la calle y montando un espectáculo bastante violento e innecesario.
Somos vecinos del barrio y salimos todo lo que podemos a consumir a los bares locales, pero aquí no volveremos jamás.
Auténtico lugar, con sabor a Madrid, Malasaña. Decoración de antaño, el regidor del local es un personaje muy divertido. MÚSICA EXCELENTE. De lo poco que queda auténtico. Esquisita tortilla.
Local de toda la vida, azulejos y barra antiguas con un encanto especial para el que huya de las franquicias y sepa apreciar lo bueno. La tortilla estaba espectacular y aunque tengas que esperar un poco, merece la pena. Pista: si no tuvieras que esperar, sería de bote
Cuando llegamos tenían una lista de precios en una pizarra, pedimos unas tostas de queso señalando la pizarra y esperamos. Cuando pedimos la cuenta nos dimos cuenta que el camarero había borrado los precios de la pizarra (dejando las tostas) y al llegar la cuenta nos había cobrado el doble. Finalmente nos cobró el precio original después de discutir. La comida y la bebida eran de mala calidad igualmente. Intentad evitar este lugar, son unos estafadores.