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Espacio cuidado, coqueto, con su toque rústico. He tenido la oportunidad de ir a una exposición de fotografía y además conocer varios artesanos y, por si fuese poco, tomar un aperitivo con producto local y de la zona. Nos trataron muy bien, nos aconsejaron y como no, hicimos alguna compra. Muy recomendable.
El trato es inmejorable, un lugar muy acogedor, destacan la gran variedad de productos artesanos que tienen y como te explican detalladamente el porqué de cada cosa y su origen, sin duda un lugar totalmente recomendable si te apetece desconectar de la ciudad y conocer gente muy agradable.
Fue todo un descubrimiento, productos originales y los artesanos muy amables. Me gustó una pulsera y me la adaptaron a mi medida. También compré una mochila q personalizó y adaptó a mi gusto la artesana. Todo un lujo.