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El camarero fue muy atento y dispuesto aconsejar. El servicio fue correcto. Lo entrantes interesantes pero la hamburguesa vegetariana HORRIBLE y las porciones pequeños para lo que se paga por cada plato.
Fuimos al Levél con una mesa reservada por Internet. El local es acogedor y tranquilo. La música es buena y el volumen agradable. Desde el primer momento los camareros nos atendieron lo mejor posible, se preocuparon porque todo estuviera correcto y nos explicaron lo que llevaban los platos. Nos explicaron también los tamaños para que nos fuera más fácil elegir. La carta estaba muy bien detallada y ofrecía cervezas artesanas. Pedimos un plato de falafel para compartir. Estaba servido en una base de crema de sésamo muy buena y nos lo sirvieron con pan para untar. Además, nos sacaron como aperitivo una crema de anacardo con palitos de zanahoria que estaba excepcional. Pedimos la lasaña de calabacín, que fue el plato estrella. Nos gustó en especial su salsa de tomate. Además, también pedimos un Japón: un pokebowl muy bueno. De postre, aunque ya estábamos llenos, nos pedimos un tiramisú para compartir. Era muy suave y dulce, nos gustó mucho. Si vuelvo a Madrid me gustaría mucho volver. Sin duda recomendaría este restaurante.
Más lento para recuperar la ALIMENTACIÓN VIVA (bajas temperaturas), abrazar el SLOW FOOD (cocinar y comer despacio para estar presente en el momento de tomar el alimento), UNIRSE a la alimentación a base de plantas, RECONOCER la calidad excelente y sorprendente de los platos, la belleza del local, la profesionalidad y educación de las personas que ahí trabajan. Si vas a LEVÉL buscando eso y más, lo más seguro es que volverás todas las veces que puedas.
Nos encantó el lugar. El atención es muy buena y todos muy amables. La carta muy original y la mezcla de los sabores has sido unico. El postre de cheescake higos delicioso
¡Uno de los mejores vegetarianos que he probado! Una carta muy diversa para todos los gustos, incluso para las personas que no son vegetarianas, además de contar con muchas opciones veganas e incluso crudiveganas. Un restaurante perfecto para disfrutar con amigos y familia sin tener remordimientos. Los platos tienen un precio elevado pero llenan muchísimo, una lástima porque no pudimos pedir postre de lo llenos que estábamos. Pero volveremos!
Buen restaurante veggie en pleno Retiro. El diseño interior muy cuidado, hace que el ambiente sea de lo más acogedor. El servicio excelente, con máxima atención al cliente. La comida de buena calidad, aunque con déficit proteico.
El servicio ha sido excelente por parte de todos los que nos atendieron, todos los platos que hemos pedido estaban buenísimos y agradecer la recomendación de las brochetas de champiñones porque casi nos perdemos un plato exquisito. Los sabores nos han sorprendido gratamente, los ingredientes muy bien combinados. Me quedo, sin duda, con el entrante de Perú. Gracias a todos y gracias por el detalle del cumpleaños, sois grandiosos. Volveremos.
La comida del restaurante es arte de verdad. Además súper sana, puedes comer cuanto quieras sin arrepentimiento. Los precios son medio-altos y absolutamente justos. El mejor restaurante vegano que hemos probado nunca!
La experiencia fue estupenda, tanto en la cocina como en el trato, extremadamente cuidado y atento pero sin ser "agobiante". Los platos son muy delicados y bien equilibrados en cuanto a sabores, sin duda repetiríamos. Les felicito.
La comida está buena pero el tamaño de las raciones…parece que cobran por mirarlas. Sobre todo el tamaño de los entrantes y postres es ridículo para el precio que tiene… Los precios de los vinos y cervezas también caros. Ya os digo, la comida está rica pero para lo que se paga, no vuelvo. Hemos pagado 34€ por cabeza y he salido con hambre.
Comida muy rica. Empezando por el aperitivo, una crema de anacardo y limón buenísima. Seguimos con la crepe a base de garbanzo y los casarecce con alcachofas, calabacines y champiñones, una muy buena presentación, con una combinación de ingredientes y sabores que nos han encantado. De postre nos pedimos los besos de fresa, aunque nos decepcionó un poco. El ambiente y la atención de diez. Repetiremos para ir probando otros platos. Un acierto.
Comida excelente! Lo que logran con los sabores en una carta 100% venga a es para sacarse el sombrero. El servicio es implacable, todos muy amables y con un gran conocimiento del producto que venden. Sin duda volveré!
Un restaurante EXCELENTE en comida crudivegana y healthy. El falafel, sushi y mezze son platos must para compartir. La lasagna es el plato estrella. Nos ha encantado la crepe y el arroz thailandia. De postre si o si hay que pedir el carrot cake. El servicio impecable y la cocinera es la propia dueña, se nota el cariño, ilusion y esfuerzo que le pone a cada plato. Foco absoluto en calidad y experiencia gastronómica.
A nivel precios, hemos pagado 50€/persona con vino.
Todo rico, bien presentado y con buena materia prima. Local agradable y espacioso. Servicio atento. Precio algo elevado (unos 30 por cabeza con vino y postre compartido) pero en todo caso razonable teniendo en cuenta el local, el barrio, el equipo y el cuidado con la comida. El falafel bueno pero algo menos minimal se agradecería, la lasaña sorprende y está rica, los spaghetti llevan un rico pesto, el papillote de setas, sabroso, las setas del especial de otoño, de sabores suaves, quizá encajan mal con una pera muy borracha en garnacha… la tarta de queso con toque de coco mejor que el chocolate, algo simplón.
No puedo creer que tardé tanto en conocer level! Tanto la carta, como la atención y profesionalismo del personal son excelentes. Los platos todos muy bien logrados y una carta vegana completisima. Muy buenas opciones crudiveganas y unos postres excelentes. Sin dudas, un mimo al buen comer!
Si piensas que comer vegano es insulso, te vas a llevar una increíble sorpresa. De los mejores sitios de Madrid. Comida crudi- vegana en un ambiente muy chic y parisino frente al Retiro, con un servicio de 10.
De los mayores descubrimientos culinarios en mucho tiempo. Todo riquísimo y un trato muy agradable y servicial. Recomiendo pedir la lasaña y las brochetas de champiñones.
Mi pareja y yo hemos cenado esta noche en este centro de magia gastronómica sin un solo producto de origen animal. La lasagna de calabacín y las brochetas de champiñones son una exquisitez. También el falafel y el plato Thai. Y los postres no se quedan atrás. Volveremos seguro. 100% recomendado.
Excelente en todo sentido. Para veganos/vegetarianos, pero sobretodo para los amantes de la comida SANA. El lugar acogedor y la atención impecable. Volveremos y seremos habitues, sin duda!
Increíble. Recomiendo 100% las brochetas de champiñones y la lasaña, esta todo buenísimo. Además, los camareros son muy amables. La verdad es que da gusto comer en sitios como este.
Me encantó la comida, bien elaborada y original. Muy recomendable Volví la semana pasada, casi dos años después tras la pandemia, y creo que se han superado. Servicio inmejorable, comida estupenda y una buena relación calidad/precio.
Un lugar muy recomendable. Muy buena comida vegana, decoración e iluminación muy agradable e intimista, personal muy atento y además céntrico y con vistas al Retiro. Y una cosa a la que le doy importancia; los baños, muy limpios. Lo dicho, merece la pena conocerlo. Yo, volveré.
Restaurante de muy buena calidad incluso para carnívoros como nosotros:). No intentan imitar platos "no veggie", tienen su estilo de cocina propio y exquisito. Fuimos porque una familiar es vegetariana, y hacía mucho que queríamos probarlo, fue un buen descubrimiento, volveremos!
¡Voy a regresar! Estoy maravillado de la atención de todos los empleados con los clientes. La carta es tan variada que satisface a los paladares más exigente. Yo los recomiendo plenamente.