Marco Aldany
5 opiniones Av. de la Fontanilla, 1, Torrelodones, Madrid +34 654 84 90 90 www.espaciotorrelodones.es/tienda/marco-aldany Sugerir una edición
18 noviembre 2023 18:31
Me atendió una supuesta profesional de pelo oscuro y con gafas y es vergonzoso el resultado, esa chapuza que ha hecho con mi pelo no lo hace ni una aprendiz. Tardó poquísimo tiempo en cortarme el pelo y no atendió ninguna de mis peticiones.
Realmente lamentable, y además de eso, el precio nada razonable para semejante estropicio.
Realmente lamentable, y además de eso, el precio nada razonable para semejante estropicio.
13 noviembre 2023 3:45
Marco Aldany en Torrelodones reúne a un grupo de profesionales del cabello extraordinarios. Conmigo la atención ha sido 10/10 por parte de Laura, quién ha podido transformar mi cabello.
100% recomendado. He quedado satisfecha con vuestro trabajo.
100% recomendado. He quedado satisfecha con vuestro trabajo.
05 noviembre 2023 10:37
He ido de "urgencia" a arreglar unas mechas que me habían dejado en otra peluquería que no me gustaban. Me han atendido súper rápido y han sido todas muy amables. La mujer con el pelo corto que me ha atendido (perdona por no saber su nombre) ha sido fantástica, me ha explicado cada paso y me ha tratado muy bien. Un gusto la verdad.
02 octubre 2023 23:28
No es gente.profesiinal, he ido a realizar un peinado. Me atendió un hombre y 10 minutos después ya había terminado mi peinado. Es normal un peinado en 10 minutos? Cuando voy a abonar, me cobran 20 euros porque dicen que utilizaron una plancha especial, cuando peinar cuesta 14 euros, no pueden avisar? Estafadores!
30 septiembre 2023 19:41
Mal trato recibido tanto en formas como en la actitud de Juan Carlos, encargado de la peluquería Marco Aldany del Centro Comercial Espacio Torrelodones.
La semana pasada fui a dicha peluquería con mi hija de 14 años para utilizar un bono de Groupon. En el, se ncluía un lavado, corte de pelo, tratamiento hidratante y un baño de color o tinte.
Llamé por teléfono a la peluquería y consulté antes de llevar a la niña, si había posibilidad de hacer todo el tratamiento suprimiendo el tinte o baño de color, puesto que no es necesario por su corta edad y también porque la niña no lo quería.
Me dijeron que no había problema alguno, incluso que para ellos era mejor, puesto que ahorraban en productos y en tiempo.
Cuando llegamos a la peluquería y comentamos el tema, el encargado del salón nos dice que no se podía realizar el tratamiento si no era con el tinte, que se tenía que hacer todo lo que contenía el bono incluido el tinte o el baño de color. No nos da explicación alguna de por qué no se podía suprimir el tinte y nos dice que "no se podía porque no", que él no sabe el por qué, pero que es lo que le dicen, que si no estoy conforme, que llame al teléfono de la central de Marco Aldany y que hable con algún responsable para que lo aprueben desde allí.
En mi opinión, para ser un encargado, creo que debería tener la iniciativa, respuesta y responsabilidad, de poder tomar decisiones de esta índole, sobre todo porque bajo mi punto de vista, no son de especial índole, envergadura o peso específico.
Acto seguido, llamé a la central y me atendió Ana, la misma persona que me cogió amablemente la llamada cuando reservé la cita para esta peluquería. Me dice que lo va a confirmar con sus superiores y que me llama en cuanto tenga respuesta.
Al cabo de dos minutos, le llaman por teléfono al responsable de la peluquería, que estaba cortando el pelo a otra niña de edad similar a mi hija, y le confirman finalmente, que sí que pueden realizar el tratamiento sin el tinte o sin el baño de color.
Al instante, el encargado se enfada y comienza a elevar su tono de voz en público, diciendo en alto que todo es un "put.desastre"; se dirige a la peluquera (María), con la que estaba mi hija esperando a ser atendida para poder realizarse el resto de tratamiento (lavado, corte e hidratación), y sigue elevando su voz "gritando" lo mismo en medio de la peluquería y de forma "airada".
Continúa con la misma tónica y se dirige a la persona que está en recepción nombrando las mismas palabras malsonantes con el mismo enfado.
Después de varios minutos y de hablar de nuevo por teléfono con algún responsable de la central de Marco Aldany, se dirige a mi persona para pedirme disculpas.
Quiero que conste, que estas no son formas de buen trato al cliente y hay veces que las disculpas no son suficientes, aún más, después de haber perdido los papeles de esa manera.
La empatía o el mantener las formas por parte del encargado, hubiesen evitado lo sucedido, ya que no hay excusa alguna para ese comportamiento.
Los cargos o titulaciones, sean cuales sean, no hacen mejor ni más educadas a las personas, sino su propia actitud y conducta.
La situación fue bochornosa y éramos más personas las que estábamos viendo el espectáculo en la peluquería.
La semana pasada fui a dicha peluquería con mi hija de 14 años para utilizar un bono de Groupon. En el, se ncluía un lavado, corte de pelo, tratamiento hidratante y un baño de color o tinte.
Llamé por teléfono a la peluquería y consulté antes de llevar a la niña, si había posibilidad de hacer todo el tratamiento suprimiendo el tinte o baño de color, puesto que no es necesario por su corta edad y también porque la niña no lo quería.
Me dijeron que no había problema alguno, incluso que para ellos era mejor, puesto que ahorraban en productos y en tiempo.
Cuando llegamos a la peluquería y comentamos el tema, el encargado del salón nos dice que no se podía realizar el tratamiento si no era con el tinte, que se tenía que hacer todo lo que contenía el bono incluido el tinte o el baño de color. No nos da explicación alguna de por qué no se podía suprimir el tinte y nos dice que "no se podía porque no", que él no sabe el por qué, pero que es lo que le dicen, que si no estoy conforme, que llame al teléfono de la central de Marco Aldany y que hable con algún responsable para que lo aprueben desde allí.
En mi opinión, para ser un encargado, creo que debería tener la iniciativa, respuesta y responsabilidad, de poder tomar decisiones de esta índole, sobre todo porque bajo mi punto de vista, no son de especial índole, envergadura o peso específico.
Acto seguido, llamé a la central y me atendió Ana, la misma persona que me cogió amablemente la llamada cuando reservé la cita para esta peluquería. Me dice que lo va a confirmar con sus superiores y que me llama en cuanto tenga respuesta.
Al cabo de dos minutos, le llaman por teléfono al responsable de la peluquería, que estaba cortando el pelo a otra niña de edad similar a mi hija, y le confirman finalmente, que sí que pueden realizar el tratamiento sin el tinte o sin el baño de color.
Al instante, el encargado se enfada y comienza a elevar su tono de voz en público, diciendo en alto que todo es un "put.desastre"; se dirige a la peluquera (María), con la que estaba mi hija esperando a ser atendida para poder realizarse el resto de tratamiento (lavado, corte e hidratación), y sigue elevando su voz "gritando" lo mismo en medio de la peluquería y de forma "airada".
Continúa con la misma tónica y se dirige a la persona que está en recepción nombrando las mismas palabras malsonantes con el mismo enfado.
Después de varios minutos y de hablar de nuevo por teléfono con algún responsable de la central de Marco Aldany, se dirige a mi persona para pedirme disculpas.
Quiero que conste, que estas no son formas de buen trato al cliente y hay veces que las disculpas no son suficientes, aún más, después de haber perdido los papeles de esa manera.
La empatía o el mantener las formas por parte del encargado, hubiesen evitado lo sucedido, ya que no hay excusa alguna para ese comportamiento.
Los cargos o titulaciones, sean cuales sean, no hacen mejor ni más educadas a las personas, sino su propia actitud y conducta.
La situación fue bochornosa y éramos más personas las que estábamos viendo el espectáculo en la peluquería.