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El servicio de peluquería para la 3ª edad es maravilloso. La peluquera es súper amable y cariñosa con la gente mayor y muy profesional. Mi madre no quiere que nadie más le arregle el pelo. El servicio de cafetería es de 10, y las actividades están muy bien organizadas. Cabe destacar el taller de cestería con Marcos y su compañero que enseñan a trabajar el esparto de forma magistral. Un lugar donde la gente mayor puede estar a gusto y compartir actividades con otros compañeros.
Martes 5 voy con mi madre al podólogo, 92 años, 2 muletas, no aguanta estar de pie. Llegamos a las 8h50 (otra señora nos dice que no abren hasta que llega el podólogo,2 personas en recepción), cuando me quejo me responde que si lo hubiera dicho le habría sacado una silla fuera. ¿Es esto normal con personas mayores con el frío que hacía?. El podólogo muy bien.
Un salón de actos infrautilizado y dentro de una pasarela que después de un gasto enorme para asentarla y poder ser utilizada sigue siendo infrautilizada. Tenemos unos técnicos insuperables. Eso sí han puesto una escalera de emergencia que no se si se utilizará alguna vez pues se puede salir por los laterales con mas rapidez que por dicha escalera de emergencia.
Maravillosa todos los que lo componen profes, voluntarios, empleados. Las clases muy constructivas intelectualmente y muy buen ambiente. Gracias por darme la oportunidad de pertenecer a esta familia.
Se trata de un Centro para mayores con nivel que supera la media ampliamente, por instalaciones, por diversidad y por extensión de actividades. Un buen refugio para desarrollar y disfrutar de las asignaturas pendientes, que se dejan para la tercera edad.
Las pistas de padel son lamentables, poco cuidadas. Mi compañero se hizo sangre y el botiquin es pauperrimo. Además las pista de al lado están cerradas si la sacas no puede recuperar la pelota. No volveré