Novias Soledad Galvan

Encontré mi vestido de boda aquí. Me enamoré de él desde que lo sacaron de la funda. Son super amables y decidieron que tenía que hacerme una tercera prueba para que quedara perfecto, y así fue, perfecto

Compré un vestido de invitada que me vendieron de la siguiente manera: solo tenían ese vestido de muestra, el del escaparate. Yo me lo probaba (que me iría mal) y me lo hacían a medida del mismo modo que se hace con los vestidos de novia. Pues eso.me midieron, me dieron cita para probar y eso. Me dijeron que era un vestido de Rosa Clará, así que dije que sí. El resultado es que cogieron ese vestido que me probé, cortaron un trozo del bajo y lo añadieron a los costados para hacerlo de mi talla (más grande, claro). Un despropósito, la verdad. Así me hicieron mi vestido "a medida". Tampoco era un vestido de Rosa Clará, no viene ni etiqueta.
Un apena porque la señora que atiende es agradable.

Me casé el 2 de septiembre y no pude haber hecho una mejor elección eligiendo mi vestido aquí! Marisol y su hija son un encanto. Cada prueba la disfrutamos muchísimo, el vestido quedó impecable y me aconsejaron y me ayudaron mucho en mis decisiones.
Mi madre y mi cuñada se compraron allí también el de invitadas y no podían ir más guapas! Todas quedamos contentísimas con el trato recibido por ellas, por su atención, su amabilidad.
Son unas profesionales y yo me alegro mucho al haber depositado en ellas la confianza para tener el vestido de mis sueños! Un abrazo enorme! Y GRACIAS!:)

Acudimos a eta tienda para buscar un vestido para la madre de la novia, donde nos gustó un diseño de Marfil, Couture Club, por valor de 650 €. Se tomaron las medidas necesarias y pasado alrededor de 6 meses de espera llegó el vestido de unas 4 TALLAS PEQUEÑO… Mi sorpresa aumenta cuando lejos de asumir el error en la toma de medidas corporales, el problema se traslada a la madre de la novia alegando que ha engordado. Como la falta de tela, es un problema difícil de solucionar en costura, y a falta un mes para la boda, ya no se podía pedir uno nuevo. De manera que nos ofrecen como alternativa hacer un vestido de nuevo de la firma Paloma Camacho (empresa ya extinta, que no tiene catálogo, con modelos más desactualizados lógicamente) Nuevamente, al tomar las medidas, se vuelve a cometer el mismo error, tomando las medidas de la cintura baja, sin tener en cuenta la cintura alta (cualquier modista sabe que los cuerpos de una mujer en edad mas avanzada en ocasiones presentan mas grasa en la zona del abdomen, casi todas las mujeres sufrimos de tripita con cierta edad). La posible solución que nos ofrecen es:

-Comprar un vestido de diseño desactualizado y con colores obsoletos. Por valor de 400 y pico euros (no recuerdo el pico)

-Comprar un vestido con un poco más de diseño, pero por valor de 800 y pico euros (tampoco recuerdo el pico, pero mas cerca de los 900 que de los 800 euros), que nos había gustado más desde el principio.

Intuyo que la falta de profesionalidad tras el error cometido, pretendía ganarle al vestido (2º vestido) la cantidad del primero y del segundo, ya que se trata de una modista menos conocida, donde como indicaba antes, la empresa estaba disuelta y carecía del diseño y las telas que se ofrecen actualmente. A fin de cuentas, pretendía cobrarnos un importe que mas se asemeja a diseñadores de la talla de Valerio Luna, Manu Garcia o Silvia Fernandez.

Solamente terminar expresando mi TOTAL DECEPCIÓN con esta tienda, por la falta de profesionalidad, resolución de problemas, atención y sobre todo de empatía, y concluir indicando que, aunque entiendo que a veces se cometen fallos que no se pretenden, existen otras formas de subsanarlos sin pretender engañar y sin ofender. En mi opinión, no compraría en esta tienda ni las horquillas invisibles para mi vestido de novia o invitada de boda.

Me compre aquí mi vestido de novia y todo fue genial, me atendieron súper bien y el vestido me lo dejaron como un guante. Todo perfecto ️

Escuché y leí opiniones buenas, pero la verdad que mi experiencia ha sido muy mala. Me casé hace unas semanas, y durante las semanas anteriores que tuve las pruebas, solo veía que el trabajo parecía no avanzar. Cada día que salía de la tienda pensaba que todos nos podemos equivocar, pero en mi caso ha sido una tras otra. Cuando compré el vestido hace meses, me dijeron que tendrían escogido mis medidas para la primera prueba, cuando llegué a esa primera prueba, no tenían el vestido con las medidas que correspondían. Tuve más citas de las que se debe esperar puesto que cada vez que iba a una, algo fallaba, parecía que me habían metido algo del vestido, y confiaba en ello, pero nada. Ya cada vez que iba a una prueba solo quería terminar y tener mi vestido a tiempo, no disfrutaba esos momentos, iba con tensión de qué iba a pasar esa siguiente vez. Entiendo la cantidad de trabajo, pero cuando tienes mucho trabajo, tienes que empezar a decir que no te dará tiempo a tantos clientes, elegir calidad sobre cantidad, porque das peor calidad precisamente por el tiempo. Los vestidos no son precisamente baratos como para tener una experiencia así. Si alguna vez no lo haces bien con ese cliente, procuras que no vuelva a pasar con esa persona, pero parecía que les daba igual, me tocó a mí. Me aseguraron que para la semana anterior de la boda tendría el vestido, ya que les informé desde el principio que no podría recogerlo en la misma semana, ya que me casaba días antes de la celebración, y tenía la semana completa, pero al final tuve que ir la misma semana, y el día que me dijeron que me pasara, me dijeron que cuando pudiera, sin poner ninguna hora, pero luego me tenían apuntado una hora, había mucha gente, y seguí esperando más de 2 horas, cuando ya no había nadie, seguíamos esperando, y es cuando me dicen que la costurera está acabándolo. Se supone que tenía que estar listo, probar y llevar. Pero no, además para mi sorpresa, ya llevándome el vestido sin ninguna ilusión que me fui sin probármelo, aún así tuve que hacer unos arreglos porque no estaba bien por las prisas, pero el día de la boda resulta que no me habían cosido por dentro una parte importante que tenía que estar, así que en el último momento tuve que estar poniendo imperdibles para poder caminar sin pisármelo. Aún así, los imperdibles se fueron cayendo de tanto movimiento, y al final en la zona de discoteca, no hacía más que intentar recogerme como podía el vestido ya que me lo volvía a pisar. De entre todas las cosas que una novia compra para su gran día, el vestido es de lo más importante, y al final de todas las empresas que contraté fue la única con la que tuve una mala experiencia. Sin duda no lo recomiendo.

Me voy más que encantada! Encontré mi vestido aquí en la primera cita. Me han ayudado a escoger el mejor modelo y han estado siempre pendientes de todos los detalles, arreglos… Me han citado varías veces para asegurarse de que todo está perfecto y no puedo estar más agradecida. Gracias a las dos! Me voy con un vestidazo ️