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Desastre total y absoluto. Intentan operar enfermedades inexistentes. En mi caso el diagnóstico del doctor fue rechazado categóricamente por los tres profesionales diferentes a los que pedí la segunda opinión.
Bueno, primero la segunda y luego, ya absolutamente incrédulo, pedí la tercera y la cuarta. Uno de los profesionales representa la clínica privada y los otros dos son del hospital público. Los tres coincidieron en su diagnóstico - no hubo ninguna necesidad de hacer la operación.
He esperado un tiempo suficiente antes de escribir esta opinión, más de un año. Me siento muy bien sin operarme.