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Hasta el momento siempre había comprado en las tiendas de Madrid, y todo siempre ok, pero hoy he comprado en la de Boadilla una bolsa de cortezas (crujientes) de bacalao y estaban rancias. Absolutamente incomestibles. Es una vergüenza que vendan productos en ese estado. Y lo peor de todo, es que sospecho que el dependiente sabía perfectamente lo que me estaba dando.
Conozco esta tienda pero siempre había ido a la de Cea Bermudez, he pedido unas patatas fritas y unos kikos, las patatas bien pero los kikos deben de llevar días ahí porque se nota lo pasados de tiempo que están.el vendedor que había esta tarde muy seco y borde con los protocolos anticovid (que son lógicos pero puedes hacerlos sin que el cliente tenga la sensación de que te da asco) Una pena porque me pilla muy cerca pero ni volveré ni lo recomiendo.
Destaco la amabilidad de Óscar con la que siempre nos atiende. Las mejores patatas fritas que he comido. También tienen unos polvorones de Antequera que quitan el sentido.