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Menjar de primera qualitat, ben cuinat. Preu per sobre del que seria normal. En arribar al restaurant, amb reserva, se'ns va ignorar a la porta del restaurant, tot i que no hi havia encara cap client i ens veien.
Bien trato por parte del personal. Ambiente agradable con música tranquila. La comida de buena calidad. El lugar cuidado, aunque algunas mesas no usaban mantelería sino papel y eso le restaba gusto.
Hemos llegado a este restaurante mediante un regalo de la caja de smartbox y fue una decepción, el menú que te ofrece la caja no tiene nada que ver con lo que te Sirven por ejemplo ponen jamón de bellota y es de loncha, Lomo alto y el único corte que había era picaña, en fin un desastre.
Magnífico restaurante, con alimentos de calidad (y cantidad más que suficiente), exquisitas elaboraciones y buen servicio. Y, a pesar de todo esto, no es caro en absoluto. Magnífica relación calidad/precio
Si quereis disfrutar de un menú preparado con mucho cariño por unos empleados que en cuanto llega el covid no son respaldados por su empresa, este es el sitio. Si queréis cenar en un lugar donde están ganando dinero a costa de no ser honestos con quienes han sacado adelante su trabajo durante décadas, no dudéis ir a este lugar. La comida puede estar muy rica pero a mi éticamente no me compensa. Ustedes decidan.
Mis críticas son siempre constructivas, no pretenden herir sensibilidades, no son gratuitas. En este caso y en resumen: decepción. La amabilidad de los camareros y de Leticia es de diez. Organización pésima. Más de tres horas para dar de cenar a seis personas y eso que íbamos a menú cerrado. Reservé el 6 de septiembre y hasta el mismo día de la cena (24 de septiembre) aún tuve que gestionar el menú. El plato principal: correcto. Nada más. Lo demás muy escaso, desde el vino (una copa por comensal y fueron incapaces de servir tinto a los que comieron carne porque el vino que "tocaba" con el menú era un Verdejo: Pinea Fidelis) hasta las "tapas" (que no entrantes) que fueron ralas. Para 40€ inasumible. Cuando voy a cenar a un restaurante y pago 40 € por el menú quiero que me sirvan bien, que la cantidad de los platos sea suficiente y con calidad (un pulpo sobre revolconas casi líquidas y pasadas de Vinagre; un pan cristal que no era tal sino un trozo de chapata con UNA anchoa del Cantábrico y una buena interpretación de unos " Pavías" de bacalao en tempura). Para colmo, equivocan la guarnición de la merluza y la sirven con patatas, viéndose luego obligados a traer un plato de verduras al wok "para repartir". Cambiaron, eso sí, alguno de los postres por otro al mismo precio. La " mousse" de crema catalana muy suave y deliciosa. Por lo demás, un auténtico despropósito. La gerencia y la cocina daba la imagen de no ser profesionales y es una pena. Hoy día, con tanto programa de cocina cualquiera se atreve a regentar un negocio de gastronomía. No quise hacer sangre ayer cuando me preguntaba la gerente por lo que nos había parecido, estaba celebrando un aniversario profesional y primó las ganas de pasarlo bien, pero les falta muuuuucho recorrido. Ni parecido a la antigua etapa del Paradis. Lo siento.
Después de haber ido varias veces, en las que siempre comimos muy bien y nos atendieron de maravilla, hemos vuelto y ha sido una auténtica decepción. Antes no era un restaurante barato, pero la comida y el servicio eran excelentes, nada que ver con lo actual, con razón estaba prácticamente vacío. Por otro lado, habíamos informado de una intolerancia alimentaria, y no nos habían puesto pegas. Sin embargo, luego se vio claramente que no tenían mucha idea de que podíamos comer o no, y finalmente nos ofrecieron unas pocas opciones. Le doy dos estrellas porque la camarera era muy amable, pero por todo lo demás se merece menos
El nuevo menú de Leto a soler está espléndido, basado sobre tapas. Precio excelente, ente 2,5 € y 8,5 € unidad. El Mini burguer, una pasada. Servicio sencillo y muy amable. Una delicia por un precio bastante abordable!
Cena muy agradable por el local, que es muy acogedor, el trato y la cocina. Unos croquetones de puchero increíbles y carne de calidad. Postres caseros dignos de completar el menú.
Fuimos de nuevo a este restaurante, y no volveremos. Han cambiando el concepto a uno de tapas, quizás guiados por el programa de Chicote, que tanto daño ha hecho a la hostelería.
El restaurante completamente vacío, hacia frío, y la carta muy reducida, nada que ver con lo que era antes. Calidad pésima. Pedimos una fideua con foie y no tiene nada que ver a lo que servían hace 2 años.
Mejor que cierren el restaurante y se vayan con el recuerdo de tiempos mejores. Me da la impresión, a la vista de como estaba el restaurante, que no somos los únicos que pensamos esto.
Si Paradis, significa Paraíso anoche estuvimos en El Purgatorio pero más bien cerca del Infierno. Llevábamos un tiempo sin ir, y la verdad por la experiencia de anoche no vuelvo a repetir. Estamos dos mesas de dos comensales y las equivocaciones con los platos fue una constante. Solamente había una camarera que sabía su trabajo, el resto, sin comentarios. Vamos, para no repetir.
Muy mal servicio, cervezas a 5€, la comida fría, la camarera de traje de chaqueta muy desagradable, nos dejó autocobrarnos con el datáfono y nos echó la culpa de no salir comprobante…en definitiva, para no volver.
Una experiencia desastrosa. Había 3 camareras de la que sólo trabajaba una, otra vestida con traje de chaqueta que no acierto a adivinar sus funciones, lo único que hacía era dar vueltas del salón a la cocina con las manos vacías o lo mucho un plato, y otra chica que parecía nueva, pero muy poco eficiente. Entiendo que estas dos últimas camareras deben ser familiares del establecimiento, porque de lo contrario no entendería que el propietario tuviera trabajando tal incompetencia. Pedimos un plato de foie por el que preguntamos si era fresco o micuit, porque lo queríamos fresco, la pobre chica, la única que trabajaba, nos respondió que sí, cuando vino el plato era micuit. Pedimos 3 cervezas y vino malísima, volvemos a pedir otras 3 y nos dice la chica que se ha acabado el bidón y que solo tienen premiun, le decimos que las ponga. Cuando viene la cuenta aparecen 6 cervezas a 5€ cada una y le pregunto a la camarera del traje y me dice que valen igual la normal y la premiun. Doy gracias a la poca eficiencia de las camareras porque mi marido suele tomar más de dos cervezas y de no haber sido así habría pagado 50€ en cervezas. La comida no estaba mala pero tampoco para repetir. El precio caro en relación a la calidad y la atención.
Como empresa es una vergüenza! Ahora dicen que reabren con una nueva imagen, pero deben dinero a trabajadores y proveedores. Lo unico que quieren es lavar su imagen. Menos rebranding y más dar el dinero que deben a sus trabajadores! Encima van borrando los comentarios de instagram. Morosos!
Estuve después de la pandemia cenando y yo creo que han cambiado el personal de cocina porque la comida no está igual que la recordaba de antes, el punto no es el mismo.además estaba medio vacío.con lo que no debo ser la única persona que se dió cuenta.
Como empresa son vergonzosos, estafadores y mentirosos. Deben dinero a proveedores, deben dinero a sus antiguos trabajadores y siguen abiertos como si nada poniendo en su Instagram publicaciones y cuando se las comentas te borran los comentarios. Unos hipócritas.
Restaurante de cocina mediterranea. Buena calidad en los productos, trato estupendo y sitio muy bonito. Desde hace tiempo tienen la oferta del tenedor y sale genial de precio. Hemos ido unas 6 veces y siempre genial, tanto los menus de temporada como de carta. Muy recomendable
Habíamos elegido este lugar porque era el reencuentro de unos amigos que no se veían hacía tiempo, y en teoría era uno de los mejores sitios para comer Calçots
Me llamó la atención que a las 14 30 horas cuando llegue, solamente había tres mesas ocupadas en un local que hay bastante espacio, las demás mesas estaban completamente vacías.
Elegimos un menú de unos 40 y tantos euros en los que se supone que íbamos a probar lo mejor de la cocina que tenían
Empezamos con un pan de cristal con tomate que estaba muy rico y unos embutidos que consistían en unas butifarras y un poco de fuet que estaban bastante bien.
A partir de ahí la cosa se empezó a complicar, Porque la croqueta no valía absolutamente nada y estaba muy aceitosa, seguimos con unos calçots del tamaño cada uno de un bolígrafo y para nuestro asombro solo nos pusieron tres a cada uno lo cual nos pareció un poco ridículo pero esperábamos seguir con la comida pues la comida se acabó con un plato en el que venían diferentes tipos de carne carne de la barata, incluida un trozo de panceta un poco de pollo y una chuleta en concreto a la mía que parecía que le habían recalentado con un lanzallamas, eso si todo impregnado de grasa que le hacía brillar de forma exagerada.
Para terminar tomamos una crema catalana que podríamos decir que estaba aceptable la verdad es que como había buen rollo pues tampoco estuvimos por la labor de andar discutiendo, pero al pedir la cuenta nos llamó la atención de que nos cobraban las dos botellas de vino que nos habíamos tomado una de ellas en los menús y otra aparte es decir otros 14 y pico euros que querían cobrarnos, le llamamos al responsable y le dijimos que como era posible eso y entonces nos dijo que ellos ponían una botella para cada tres personas y claro entonces ya le dijimos que no se lo creía ni el y que íbamos a reclamar y entonces nos descontó media botella de vino, pero nos cobró la otra media Resumiendo: un sitio caro y una comida penosa.
Espero que nadie me invite para tener que volver a este sitio por obligación, porque voluntariamente no creo que aparezca en mi vida
El restaurante esta muy bien situado en el centro de la ciudad. La calidad de la comida y el servicio es muy bueno. Comí menú del día y la calidad es muy buena. Grandes cantidades. Se nota la calidad en cada plato. Recomendable.
La comida es de buena calidad y está muy rico todo. El servicio deja bastante que desear. Nos explicaron mal el menú, haciéndonos creer que eran mas platos de los que eran en realidad. Nos trajeron menos comida de la que nos comentaron al principio. Precios caros para la cantidad de comida. Los calçots muy escasos. No repetiría.
Nada del otro mundo. Platos correctos, uno lo tuvimos que devolver por incomible, aunque lo cambiaron por otro sin problema y sin coste. Servicio normal, algo lento, sitio agradable pero sin ambiente, creo por el Covid. En definitiva nada destacable para el precio, inclusive con descuento del Tenedor.
Terrible trato con el cliente! Mala calidad! Excesivamente caro! Mucho desperdicio de comida! Te cobran hasta el agua de grifo y panes pequeños de entrada que aparentan ser de cortesía. Mi cuenta salió en 86 euros y no pedimos postre ni entrada! No pienso volver!
La comida nos la sirvieron casi fría. Hacia frío en el restaurante. Mesas muy pequeñas. Estábamos todos clientes concentrados en la misma zona del restaurante. Pienso que hubiera sido mejor que nos hubieran distribuido por toda la sala
La comida buenísima, fuimos tres personas y comimos de maravilla. La calidad de la comida buenísima, raciones muy generosas y el personal fue atento y amable. Repetiremos sin duda.
Restaurante agradable con una carta bastante clásica, correcta, sin destacar. Servicio correcto aunque un poco ausente a veces. Con primeros para compartir, unas cañas, vino y un par de copas fueron unos 35 euros por persona, con descuento del tenedor.
He estado en un par de ocasiones la primera para cenar y me gustó bastante el sitio.
En la carta variada original y todo sabe bastante bien además el servicio fue bastante correcto.
Por otro lado he acudido a un par de eventos profesionales contra el restaurante diáfano y también es bastante cómodo y en este caso el servicio de catering también ha sido bueno
Vinimos este domingo, comida de bastante baja calidad. Nos atendió un camarero bastante amable que nos pidió disculpas. Fuimos 11 una lastima en esta casa pasaron tiempos mejores.
Pensé en tener una mejor experiencia con la comida de este restaurante. No me puedo quejar de la atención y el local, pero la comida no lleno mis expectativas.
Comida malisima, no habia mucha gente y esperamos bastante a que la sirvieran, Caro y malo, Hace como 3 años era sensacional y ahora es una porqueria, NO se lo que ha cambiado pero no me ven el pelo mas ni a mi ni a mi familia, Nada recomendable,
Espectacular el equipo que compone Paradis. El trato único y cercano hacen que pasar una velada con ellos sea una experiencia inolvidable. Agradecemos de corazón la apuesta por la música en vivo. Entrar en el Paradis, es entrar en una buenísima dimensión y comer es un regalo que tienes que hacerte de vez en cuando. Gracias!
Carísimo para lo que ofrecen. El servicio es muy bueno, pero la comida bastante mediocre. Podría costar una cuarta parte de su precio. Menos mal que fuimos con la oferta de El Tenedor de 40% en carta. Aún así nos costó casi 50€ por persona. Nada recomendable.
Hace 20 años, Paradis elaboró mi banquete de boda, ayer como regalo de aniversario mi marido y yo fuimos a cenar. Comida espectacular y buen servicio. Volveremos.
Restaurante situado en pleno centro de Madrid junto a las Cortes y el Museo Thyssen platos muy elaborados, comida excelente pero precios un poco elevados las raciones no son excesivas, personal muy atento y agradable.
OJO. Si vas allí por la música, olvídate porque te indican un grupo en la web, lo confirman el mismo día mismo día por mail y teléfono, pero luego no es cierto, UN FIASCO. El local es agradable y el menú degustacion está bien, al igual que el servicio.
Fuimos un grupo de compañeros de trabajo a tomar el menú “Calçotada urbana” (36€ por persona). Personalmente me esperaba más. El menú se compone de: embutidos caseros (el fuet me parecía másel de una conocida marca…), croqueta (en singular, una croqueta), calçots en tempura con salsa Romesco (nunca los había probado así, los prefiero a la brasa) y carnes a la brasa (butifarra, pollo, panceta y chuletas: seca y decepcionante en general). No volveré.
Comimos 6 adultos, pedimos el menú de finde semana, a 35 euros persona, pero luego con café y si añades un poquito más de vino, con el menú tienes poco más de una copa escasa y no pudimos repetir, te vas a 50 euros por persona. Del menú, los entrantes estaban bien, escasos pero correctos pero de segundo pedimos arroz, las dos variedades que había en el menú y que nos recomendaron, y realmente nos decepcionó. De hecho, el arroz quedó en los platos. Solicitamos si era posible cambiarlo pero no nos dieron la posibilidad. Desde luego el arroz no es su especialidad. Al final siendo 6 la cuenta fue de 298 euros y salimos decepcionados y con hambre. No lo recomiendo ni repetiré, por esos precios espero un buen menú y una atención mas detallista y no fue una buena elección en nuestro caso.
Buena cocina y muy buena atención por parte del servicio. Las raciones son suficientes. Éramos un grupo de diez y estuvimos en un reservado con una decoración preciosa.