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Al entrar en este templo, uno se siente inmediatamente acogido por una atmósfera de paz y serenidad. La luz natural se filtra a través de las vidrieras, iluminando los hermosos frescos que adornan las paredes. Es un lugar perfecto para la oración y la reflexión.
Una comunidad vibrante y acogedora:
Me ha impresionado profundamente la calidez y el espíritu de comunidad que se respira en esta parroquia. He sido testigo de la dedicación del párroco y de su equipo, así como de la amabilidad y el compromiso de los feligreses.
Un faro de esperanza para todos:
Como dice San Mateo en el capítulo 11, versículo 28: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar." La parroquia de San Juan Evangelista es un verdadero faro de esperanza para todos, ofreciendo consuelo a los afligidos, guía a los perdidos y un hogar a quienes buscan la verdad.
Invito a todos, creyentes y no creyentes, a visitar esta parroquia y experimentar por sí mismos la luz y el amor que allí se respira.
Para aquellos que aún no han encontrado a Dios, les digo con las palabras de San Juan en el capítulo 14, versículo 6: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí."
No lo duden, vengan a la parroquia de San Juan Evangelista y descubran un oasis de paz, una comunidad vibrante y la oportunidad de acercarse a Dios.
La señora de la rifa mete ella la mano en la urna y te da un papelito arrugado completamente, que debe ser uno que ha salido anteriormente y ya sabe que no tiene premio. La gente de los juguetes y los libros muy majos.
La misa de 8 de la noche se llena los Domingos pero también es verdad que es la última. La pega es que prácticamente no consigues un sacerdote para confesar, no suele haber antes ni durante en días de precepto.