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Pedí nuestro roscón de Reyes para este año, y a día de hoy, puedo afirmar que es el más rico que he probado nunca. Sabor excepcional, balance correcto entre agua de azahar, azúcar, naranja y nata. Textura esponjosa y tierna. Aroma exquisito, a recién hecho. No solo entraba por los ojos, también por el paladar. Precio: 21€ el más pequeño. Lo volvería a comprar una y mil veces.
Todo el verano sin reparar el aire acondicionado del local, que al hornear sus propios productos, hace de aquello un lugar del que quieres irte según te ponen lo que hayas pedido. Debe ser que los pobres dueños de aquello no ganan para repararlo- ;) Fuera hay 2 mesas. Las camareras serviciales y atentas.
Cafés estupendos. Las chicas súper agradables y atentas. Se me cayó el cafe y me pusieron otro sin decirlas nada. Muchas gracias por vuestro servicio y perdonad por lo del café. Sin duda volveremos!:)
Punto de encuentro de los desayunos con amigos cuando vamos al CD Samaranch.
Qué decir de los manolitos, y además gran variedad de pasteles y bollería. Lo único que no me convence son las mesas altas (tiene también bajas pero en la parte de arriba)
Una gran oferta de repostería donde los que mandan son sus famosos mini croisants de ojaldre y mantequilla. Buen servicio, amable y eficaz. Y el smbiente muy cálido y acogedor.
La verdad que frecuento este establecimiento muchas veces en sus diferentes localizaciones. El servicio de este local en especial es espectacular, pero. Los precios han disparado en menos de 3 meses un Manolito paso de 0,50 a 0,55 a 0,60 y ahora a 0,75. Lo peor que me pasó en mi última visita fue una tostada con tomate y jamón para desayunar que era ridícula. Dos pedacitos de jamón en cada mitad, cuando pedí que me pusiera más, me respondieron que por órdenes de los jefes pusieran poco jamón. Una pena que los propietarios de este local suban así los precios y disminuye la calidad. El servicio de 10.
Muy bien situado, sitio para sentarse fuera y dentro, espacioso. Personal amable y eficiente (aunque hubo una pequeña equivocación al pedir varios sabores de manolito porque la camarera no apuntó y comanda y falló la memoria). Pedimos 12 manolitos variados, tostada de pan con aceite, dos zumos se naranja y 4 capucinos. Manolitos muy buenos, si te gustan algo "mojaditos" con su propio "almibar" (hay a quien les gustan más secos). El cappuccino con muuuucha canela (el original italiano es con cacao), si te gusta ok, pero sabía demasiado.
Bastante bueno todo, de precio me parece caro, 3 euros por un café y 2 manolitos (croissant pequeñitos), hay muchos como yo que he estado 11 años cobrando el mismo sueldo y veo que todo en general está más caro.
Tazas sucias. Mesas sucias. Tardan en atenderte muchisisimo. Atienden a los que llegan despues y los que estan primero esperando. Personal desmotivado. Con las mesas sin atender, con los servicios de las mesas sin retirar y ellos en la barra hablando tranquulamente entre ellos o dentro en la cocina y la barra sin un solo camarero.
Es un local agradable, que destaca por sus famosos Manolitos o minicroissants de mantequilla, con chocolate negro, blanco y los dalmatas, con ambos. Tiene dos plantas, con un salón en la superior y mesas altas también en la parte inferior. Han sacado también unas palmeras pequeñas de hojaldre con distintos sabores, también buenísimas, como la de chocolate con frambuesa. Muy bueno también el roscón y el panettone. El trato fue amable y rápido. Tiene una pequeña terraza exterior
Riquísimo cualquier producto, y muy buena atención. Les quito una estrella porque siempre te ponen de más. Pides 1Kg, pasan al 1,1Kg pides medio, pasan 0,6Kg y poco a poco.
Están manteniendo unas condiciones de desinfección por covid dignas de admirar. El mejor sitio para desayunar sin duda. No te vayas sin probar los Manolitos.
¡Me encantan sus Manolitos! Todo lo tienen cuidado y limpio. Tienen bar de tés y su café es delicioso. Su personal es amable y eficiente. Cualquiera de sus panaderías /pastelerías son excelentes. Super recomendable!
No sé en las otras cafeterías del grupo, pero en esta los camareros / camareras te atienden muchas veces como si les debieses un favor. Una cosa es mantener una distancia con el cliente, y otra es atenderle de malas maneras, cosa que me ha pasado varias veces, y a otra mucha gente, que sólo van por allí si están obligados.
Además, esta mañana he estado 10 minutos sentado en una mesa y ni siquiera me han atendido, con sólo 3 mesas llenas. Tras 10 minutos, me he levantado y me he ido, me han visto, y ni me han preguntado si me habían atendido. Y es la segunda vez que me pasa en 6 meses.
Les salva, y mucho, que son casi la única cafetería al lado del colegio y el centro de salud, pero hasta ni eso, cuando he quedado con alguien preferimos andar un poco más e ir a otra, con eso lo digo todo.