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Para nosotros La Violeta es como nuestro segundo hogar. Nuestras tres hijas han pasado por aquí, siete años en total. Puedo decir con toda certeza que ha sido lo mejor para ellas y para nosotros como familia. El respeto a la infancia, la escucha, el acompañamiento en cada momento. No hay un lugar igual que ofrezca este cariño y calidad humana. Sin dudarlo, volveríamos a elegir traer a nuestras hijas a La Violeta y lo recomendamos de corazón.
La Semilla Violeta ha sido un espacio de crecimiento tanto para mi hija como para mí. Aquí he encontrado un modelo para acompañar y apoyar a mi hija desde la escucha, la observación y el respeto, desde la conexión y el encuentro, desde el reconocimiento de sus necesidades y las mías.un camino precioso y largo, eso sí, dónde cada día intento mejorar.
No podría haber encontrado un lugar mejor para que estuviera mi hijo. El acompañamiento es espectacular, el ámbiente increíble y el aprendizaje de las familias inmejorable. He aprendido y lo sigo haciendo en este bonito y dificil camino de la crianza
Llevamos a nuestro hijo a la Violeta y puedo asegurar que el trato que reciben los niños por parte de los cuidadores está a años luz de cualquier otro centro. El acompañamiento y la respuesta que dan a las necesidades de los pequeños es algo que todo el mundo deberia ver en directo. Les tratan con un respeto y cariño inmejorable.
La Violeta es un lugar para crecer, por dentro y por fuera, a ritmo propio, sin prisas, acompañado desde el respeto. Un lugar para jugar, reír, mancharte, mojarte, para disfrutar.un espacio en el que puedes tener seguro que tus peques serán vistos de verdad, con sus necesidades, deseos, sin juzgar.