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Sitio pequeño con barra y sala al final con 4 mesitas. Las ilustraciones de la pared son muy bonitas.
El trío De Dips muy ricos. Los kebbe y las empanadillas de queso también. Nos gustaron mucho los durum de pollo marinado y el de ternera. El de salchicha fue el que menos.
Servicio muy amable.
Deberían poner la calefacción en la sala en invierno, hacía mucho frío.
I’d give rasif 0️ if I could. I never leave reviews but this time I had to…
It’s such a shame that the face of a Lebanese establishment is a rude, ignorant, disrespectful, and flat-out horrible servicewoman. You definitely need to work on your attitude, because the treatment set the tone for the rest of our meal, which was not the best in its own merit either.
The shish tawooq sandwich and fattoush were authentic, but the hummus/mutabbal/muhammara dips were underwhelming, as was the “kebab” sandwich.
Steer clear if visiting, and spend your money where you get its worth and where the personnel treat you with respect.
Not only was the food exceptional but so was the service. The staff was super friendly and helpful, even letting us try a few things before we ordered and threw in a few complimentary Lebanese beers with our to go order. The ground beef kabobs were so tasty and full of flavor and the dips were fantastic. We would have happily gone back if we had more than one day in Madrid.
Mi primera vez en un lebanese! Comida muy rica, desde la empanada de queso a cada bocadillo de la carta, para mi el de ternera con menta buenísimo, repito seguro! Muchas gracias
We went here due to the marketing campaign this place had made on Instagram, auto-promoting as the real lebanese street food experience in Madrid. What a shame! Being Lebanese, we could definitely say that this place has nothing to do with Lebanon's street food. The flavors are so boring, the recipes of the meat, chicken, hummus are definitely not Lebanese not even tasty (more like hospital food). Plus the portions are microscopic for the ridiculously expensive prices. The ambience & the service cannot be more boring. We left disappointed thinking of how the social media can be deceiving & later found out that the good reviews on Google this place has are obviously not genuine & part of the marketing campaign (you could tell from the photos)
Buen servicio, importante, muy buena calidad de sus productos, y el precio muy ajustado calidad, ambiente relajado, música agradable con volumen muy moderado, donde se hace posible a comunicación, entre los comensales.
Había leído sobre este nuevo sitio en Madrid de comida libanesa y quería probar si me recordaba a los sábados de cuando yo estuve allí. Mientras esperaba mi pedido estube hablando con los dueños y súper majos y atentos La verdad que todo muy bueno, riquísimo y casero. Tiene especialidad en comida callejera, pero eche de menos el arroz libanés. O el pan típico con zaatar como acompañamiento/entrante (MAN'OUSHE ZA'ATAR) A ver si en un futuro pueden ampliar la carta porq está buenísimo pedí humus (increíble) Muhammara (que pica algo.me lo esperaba sin picante porque en la carta no pone que los pimientos asados sean picantes, o nose si lleva otra cosa. Y me esperaba algún contraste con el sabor de la granada. Pero muy rico) falafel (para mí gusto un poco secos) Shawarma de ternera (super rico y con el contraste de la menta le da un toque de frescura)
No se puede pedir más.después de más de una década buscando comida libanesa auténtica hemos llegado a Rasif. Sabor libanés 100%. Sin adaptaciones. Hoy estuvimos la familia entera comiendo y a pesar de que nos queda lejos volveremos sin duda y lo recomendaremos a todos nuestros amigos. Gracias por la maravillosa atención. Todo, absolutamente todo estuvo buenísimo.
El mejor libanés de Madrid. Cada bocado una experiencia histórica. Comencé a comer cristiano y terminé musulmán.
Primer bocado: el nacimiento de la civilización Fenicia. La conquista del mediterráneo.
Segundo bocado: La llegada de los arameos. Pigmalión, Dido.
Tercer bocado: El dominio de Babilonia, Persia, Alejandro Magno….
Y así cada bocado, pasando por todos los momentos. Algunos felices, otros tristes, pero todos viscerales (Por ejemplo, en uno de los bocados me enteré del paso del estado de Israel por el Líbano y me radicalicé para siempre) Podía sentir a la gente, oler el mar, el desierto. Reí, lloré, grité, morí y renací.
¡Que este histórico restaurante esté abierto muchos siglos! Inshallah
Comida buena pero el dueño un impresentable y muy mal educado.
Hemos ido hace unos días y no sabemos con quién estaría hablando pero hemos sido testigos de golpes a cosas y varios gritos a uno de sus empleados tras hablar por teléfono con alguien. Nos fuimos muy decepcionados y asustados por sus formas.
Sitio espectacular gran sorpresa encontrar este acogedor restaurante con un personal tan extraordinario y la mejor cocina libanesa que he probado Obligado repetir
Streetfood libanesa de calidad (quizá los bocadillos un pelín pequeños). Carta sencilla pero muy bien ejecutada. Hay que pedir el knefe, muy auténtico y está buenísimo.