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Desde hace años nuestra gasolinera de referencia. El personal siempre dispuesto a ayudar y muy profesional. Muchas gracias por todo y no cambiéis nunca.
El personal atento y amable. Te hacen ellos el repostaje, cosa que se agradece mucho hoy en día. Los precios a nivel de otras estaciones de servicio de la cadena (no especialmente caro dentro de esta franquicia).
Tuve un problema con un surtidor, se lo comenté a la persona que estaba en el mostrador, Laura, que lo solucionó enseguida y de forma muy amable. Sin duda, solo por el trato recibido por parte de esta persona merece la pena repostar en esta estación que recomiendo. Que, ante un problema, lo solucionen como lo ha hecho Laura, hace que la atención al consumidor sea de 10.
Normalilla, pero por lo menos no tiene los precios tan altos que otras estaciones de Repsol como Barajas tiene, y son 25 centimos los que te ahorras, si no tienes la tarjeta Wallet u otro medio de pago por el que te descuentan 5 centimos mas. Por lo demás igual que las demás gasolineras, por lo menos salvo los fines de semana, hay un operario para llenarte el deposito, o repostar lo que quieras.
Bueno, siempre es un lugar de confianza y a muchos nos proporciona mucha tranquilidad. Además sus trabajadores, no pueden ser más amables. El cliente no es fácil y estos trabajadores de Repsol sea donde sea de cualquier carretera, autovía. Siempre son muy amables y cercanos. Me admira su psicología hacia el viajero que allí hace alguna adquisición, ya sea de gasolina, reparación del automóvil, compra de alimentos, uso del lavabo, generalmente muy limpio todo. En fin Repsol, estaciones de Repsol tan sólo enhorabuena y que sigáis siempre ahí. También nuestra más sincera enhorabuena durante el periodo dw confinamiento y semanas mas duras y tristes de La pandemia porque los trabajadores de las tiendas/estaciones, en primera linea de batalla que habeis estado. Sois grandes y toda mi admiración y gratitud siempre.
Entré con mi perro viejo de más de 15 años muerto de sed, y no quisieron venderme una botella de agua, eso que le llevaba en brazos y es enano. Ya le había dado el dinero y se negó a darme la botella de agua si no dejaba al perro fuera. Repito, mi perro es viejo y casi ni ve ni oye, por lo que no podía dejarle solo y asustado fuera. Cuando se dio cuenta de que llevaba perro dejó las monedas sobre la mesa como si le dieran alergia. Entiendo que hay normas, pero a veces surgen urgencias. Sólo puedo decir, que recibí un trato humano deplorable. Soy vecina de la zona y no vuelvo aunque sea el último sitio sobre la faz de la tierra. Me atendió una mujer que por desgracia no se el nombre, solo espero que no tenga seres vivos a su cargo por el bien de todos.
Gasolinera con no solo las necesidades básicas de Repsol establecidas. Los profesionales facilitan el repostaje. Son de gran ayuda. Lo hacen de buena gana y es un gusto. Disponen de aire y agua además de que una pequeña zona donde comprar pequeñas meriendas. Su localización es un gusto ya que está en una zona especialmente y a la salida de varias carreteras como la M-30, Pío XII. De verdad un gusto como trabajan y la limpieza, la gasolinera está himpoluta.
Una gasolinera estratégicamente situada. El gran problema que tiene es que además de su reducido tamaño se encuentra el lugar bastante complicado para entrar
Gasolinera típica de repsol, ubicada a la salida del túnel de las cuatro torres, que suele no tener demasiado público por lo que es bastante rápido el servicio.es cómoda y moderna y cómo es habitual cuenta con una pequeña tienda de conveniencia.
Cara. Atienden mal y con desgana. Siempre que puedo evito esta gasolinera. No sé si tienen que hacerlo o no, pero jamás salen a echarme ellos gasolina.