Residencia de Mayores Boadilla del Monte, Madrid - Emera

Lamentable el estado en el que dejaron a mi padre ingresado en urgencias del Hospital Puerta de Hierro. No era la primera vez. El domingo anterior por la mañana, en su visita a la Residencia, se lo encontró mi hermano solo, en su habitación, desnudo, esperando a que algún auxiliar pasara a vestirle. Hacía frio, estaba temblando.
En otra ocasión, nos lo encontramos mi hija y yo. Ender, el enfermero me dijo que se había "arrancado" la sonda (sufre demencia senil! ) y había dejado aviso a los auxiliares sin más (!). Fui a su habitación inmediatamente y ahí estaba, solo, esta vez sentado en la butaca, desnudo, jugando con las zapatillas y rodeado de sangre. Fui a dirección a subirles y ver la situación, hicieron subir al médico. y no hicieron otra cosa que echarse la culpa los unos a los otros. Todo recaia en auxiliares, que tienen miedo, a que los vean por las cámaras, a que se salten cualquier norma. duran muy poco tiempo trabajando alli. no dan a basto.
Ya teniamos el ingreso preparado en otra Residencia, te obligan a notificarlo unos dias antes. No le dió tiempo, falleció antes.

Siempre he sido enemiga de las residencias pero debo decir que gracias a vosotros mi madre puede llevar una buena calidad de vida. Mil gracias a todo el personal, enfermería, médico, auxiliares, psicóloga y recepción (Claudia y Ahinara son de lo mejor). Lo peor que veo, es la falta de personal en la zona de UCE. Hay ocasiones en las que no pueden con todos los residentes y están desbordados. También creo que debería haber personal de enfermería por las noches. Por lo que he visto, su
horario de salida es a la seis de la tarde y por las noches los residentes quedan sin atención médica

Es una de las Residencias más completas en cuanto a servicios asistenciales. Se nota que las trabajadoras tienen una gran experiencia. Y sobre todo un trato muy amable y cercano con los asistidos y familiares. Muy contenta, la recomiendo

No puedo estar más agradecido de la calidad de vida que está teniendo mi madre en esa residencia, no quería llegar al punto de tener que meter a mi madre en una residencia pero al ver las instalaciones, el personal, la comida y las actividades que tenían tuve que probar. Tanto mi madre como yo no nos arrepentimos de este paso, está en las mejores manos y con unas auxiliares, médicos y demás personal de 10!

Muy lamentable nuestra experiencia con mi padre (93 años, demencia y falta de movilidad). Ha estado desde junio 2023 durante 2 meses y medio. El 21 de agosto falleció en un hospital. Estaba asignado a la UCE (Unidad de cuidados especiales). En una ocasión fuimos a visitarlo y se había caído al suelo desde su silla de ruedas en la sala de estar donde se encontraban otros ingresados. No había ningún auxiliar en ese momento. En multitud de ocasiones estaba con la ropa sucia con restos de comida. Estrenó una silla de ruedas nueva que compramos; nos la han devuelto llena de vómitos de mi padre y faltando alguna pieza, algunos zapatos también tenían vómitos. No encuentran la ropa de invierno que tenía, la están buscando y nos llamarán si la encuentran.
Puedo dar más detalles a cualquiera que lo solicite. Faltas de organización y profesionalidad muy graves.
Para nada recomendable.

El lugar es bueno, el equipo directivo fenomenal, y el trato agradable. Comunicar con la residencia tarea difícil. La recepción funciona mal te dejan colgada al teléfono, si es q lo cogen, y los golpes y ruidos y voces son insoportables. Al cabo de un rato la llamada se corta y vuelta a empezar. Organizar la recepción no estaría mal.

Un lugar ideal para nuestros mayores. Estoy encantado con el servicio y las instalaciones, cuando decidimos que una residencia de mayores era el mejor lugar para el cuidado de mi madre estuvimos mirando diferentes opciones, pero fue llegar a la residencia de Emera en Boadilla y quedamos encantados desde el primer momento fueron muy amables con nosotros y nos explicaron todo al detalle, pero lo más importante es saber que mi madre se encuentra bajo los mejores cuidados. Muchas gracias a todo el equipo, muy recomendable.

Estamos encantados con la residencia, las instalaciones son estupendas y los trabajadores magníficos, muy agradables y grandes profesionales.
100% recomendable sin ninguna duda.

Muy bien la experiencia con mi madre, estamos muy contentas. Menos con el servicio de peluquería que son los lunes cuando debiera ser el viernes ya que los días de visitas son los sábados y domingos. Además es muy malo, no la peinan bien y es una pena porque para mi madre le es muy importante sentirse bien peinada.

Tengo a mi abuela desde hace dos meses y medio. Entro con problemas físicos y está súper recuperada. Estamos toda la familia encantados con la atención de todos los trabajadores del centro. Cuentan con grandes profesionales que te hacen el proceso más fácil y te acompañan en todo momento.

Una residencia nueva con una imagen excepcional donde se tiene la sensación de entrar en un hotel y no en una residencia. Todo ello ayuda a que tanto los familiares como los residentes lo sientan como "su casa".
El personal muy profesional y de trato inmejorable si bien, ante la llegada de nuevos residentes, da la sensación que tienen que ampliar el personal (no es lo mismo atender a 60 residentes que a 90/100).
El mayor pero es la comida de la cual se queja todo el mundo, dándose casos en los cuales prácticamente los residentes no comen o toman sólo el postre (y no hablo del punto de sal sino del punto de cocción de los alimentos - legumbres duras que sería tan sencillo como ampliar el tiempo de cocción de los alimentos-). Asimismo, hay veces que se anuncian menús que no se corresponden con la realidad.
Creo que esos son los puntos a mejorar y espero que así sea.
En general una residencia con muy buena imagen y un personal entregado que trata con afecto y cariño a los residentes (algo importantísimo) pero que debe mejorar mucho en lo relativo a la alimentación (algo básico en personas mayores y de ese modo evitar malnutriciones).

Tengo a mi madre allí desde hace 20 días y estoy encantada, instalaciones inmejorables, comida explendida, y personal súper atento millones de gracias, bajo la puntuación mi madre falleció el 29 de octubre y me dicen que para devolverme el dinero tengo que esperar 90 días alucinante

El personal es muy amable y la residencia está nueva y muy limpia. Pero falta personal, lo cual hace que los pañales se cambien tarde, y queden los mayores que no se pueden mover en su cuarto solos durante mucho tiempo. Se ofrece servicio de podólogo pero solo viene cuando hay al menos 12 apuntados. Mi tía estuvo esperando 20 días para que le cortaran las uñas encarnadas de los pies y cuando la sacamos, aún nadie se las había cortado. Aunque hay psicólogo, no hacen sesiones individualizadas, por lo que si la persona no se puede añadir a un grupo por estar en cama, el psicólogo no la atiende. Una tarde encontré por la calle a un señor mayor que quería irse a su casa en las rozas y me pedía que le ayudara a encontrar un taxi. Tras hablar con el un rato me di cuenta que tenía Alzheimer y le acompañé a la residencia. Alguien que no se hubiera dado cuenta le habría llamado a un taxi y este señor se habría ido a las rozas solo y sin dinero. Por último, la comida me dice mi tía que no es muy buena. Repito que las personas que ahí trabajan son amabilísimas. El problema es que no hay suficientes con lo que los servicios que se ofrecen no se prestan como deberían prestarse.

El trato es excelente, tanto a nivel humano como profesional. Conserjes, auxiliares, enfermeros, fisioterapeuta, gobernanta, ttss, todos con una dedicación que excede lo exigible.
Muchas gracias.

Mi familia y yo estamos encantados con el centro y el personal que asiste a nuestro padre, dar las gracias a Nuria la gobernanta por tanto cariño que demuestra y su gran profesionalidad! Muchas gracias

Cuando deje a mi tía en esta residencia, pensé que la dejaba en un hotel de cinco estrellas, porque así es el edificio y sus instalaciones, Pero lo principal para nuestros mayores es su alimentación. Lamentable, deficiente, incomestible y escasa, cómo también escaso el servicio de auxiliares.

Residencia bonita, muy nueva, más parece un hotel que una residencia en si…
Se puede aparcar muy bien pero el transporte sin embargo, no llega… muy mal comunicado… para la gente mayor llegar hasta aquí… es muy complicado.
La Wifi funciona regular… comida pasable… pero escasa en opciones… muy poco variada… si alguien no le gusta ese día el menú… no come, así de mal organizado.
Fatal todo esto, hay días que mi tía solo ha comido el postre por tener algo en el estómago.

Ofrecen servicio de restaurante y cafetería pero es mentira… tienen 3 cosas en la recepción de la entrada y poco más… ni bar ni nada de lo que se oferta… además no se puede pagar con tarjeta. Es hora de hacer algo con este servicio, cosas demasiado básicas, por no haber no hay ni hielo, ni pajitas, ni grifo para un simple vaso de agua… muy mal.

Personal… de todo un poco… hay una jefa de gafas que he visto como habla y trata a la gente… residentes, personal, familiares… y es increíble, de vergüenza que se permitan según qué tratos. Así aguanta y duran los trabajadores/as… cada vez que he ido a visitar a mi tía personal nuevo… no me extraña.
Es una pena, Elena se marchó y de verdad era una persona excelente.

Enfermeros, estupendos, de verdad, son de lo mejor, recepción majisimos los chicos que la cubren, auxiliares por norma general, maravillosas… aunque como digo, aquí cambian cada dos por tres, imagino que por algo será. El doctor muy amable y atento, la psicóloga es simpatiquísima, super atenta y cercana… tenéis que ver cómo trata a la gente… mi tía está encantada con ella…

Me animo a reseñar esta residencia porque al ser tan nueva creo que hay muchas cosas que se pueden mejorar; comidas, cuidados de la ropa, (tienen muchísimos peros con las pertenencias personales), tema restaurante/cafetería, tema personal (falta muchísima gente de verdad para dar un trato 100% personalizado y cuidado), más facilidad de comunicación con los trabajadores sociales o direcciones, más complementos para hacer más feliz la estancia y la vida allí… juegos de mesa para los mayores, un hilo musical que anime el silencio sepulcral del ambiente, más animación, más papeleras, ceniceros… objetos que hagan de la residencia un hogar de verdad. No de pega. Para lo que cuesta… muy mejorable, hay que ponerse las pilas con un montón de cosas aquí.

Muchas gracias a todo el equipo, especialmente a Walter y Miriam, por vuestro apoyo a nuestros familiares

Hoy empezo mi madre a residir en Emera Boadilla. Nueva, preciosa, con grandes profesionales que tienen un concepto muy diferente para
tratar a nuestros mayores.
¡¡¡La recomiendo totalmente. Gracias a todo el equipo por la bienvenida recibida y vuestro cariño.