Residential Care Amma Colmenar

Muy contentos con el trato recibido a nuestro familiar y con el equipo que los acompaña cada día

He ido y sigo yendo a la residencia durante muchos años a visitar a vecinas y amigas del barrio. Siempre me hablan bien del centro y está todo muy limpio. Cuando entro me atienden muy bien y me indican los horarios de visita y dónde están mis amigas para verlas porque muchas veces tienen gimnasia o actividades.

Hoy hace un mes desde que dimos sepultura a mi padre, hombre de ley, y pocas palabras, bastante mayor y acuciado de diversas
patologías las cuales y poco a poco con la ayuda de la Residencia
AMAVIR de Colmenar y sus componentes, fueron empeorando sin remedio, pues sin los cuidados más elementales, sin la alimentación básica para una persona mayor, delicada, y sin dientes, solo era cuestión de tiempo el fatal desenlace final.
Las palabras del médico cuando se le pedía por favor que le
hicieran otra cosa cuando, o bien no podía comerlo o no le gustaba, eran "PAPI aquí todo el mundo come lo mismo" y si no el verá, siempre que hablé con el usaba el termino PAPI, lo que demuestra una falta de respeto, de educación y de profesionalidad, enorme, yo no tengo con ese señor ninguna confianza.
Cuando mi padre estaba mal, solo iba a verle si nosotros nos poníamos pesados y lógicamente no lo trataba correctamente,
si le veía con algo de fiebre rápido lo derivaba a la paz y nosotros
teníamos que ir a solicitar ambulancia.
Durante los dos años y medio que mi padre estuvo aquí pasó
más de cuatro meses en el hospital en diversas visitas, en todo este tiempo hubo alguna llamada preguntando por él pero pocas
de 120 días igual 3 o cuatro llamadas.
Los doctores en la Paz siempre dijeron que iba deshidratado, y desnutrido, (tenemos los informes) decían que como podía ser
esto pues venía de una residencia, a un anciano no se le puede dejar sin comer ni beber, si no come una cosa se le da otra decían, la fruta que le daban duraba 5 o 6 días hasta que maduraba (peras) etc.
Cuando salía del hospital le hacían por escrito ciertas recomendaciones pero en la residencia hacían caso omiso
de las mismas.para colmo de males siempre que volvía faltaban camisas,
pantalones y otras prendas sobre todo las nuevas.
El dentro de los males estaba bastante contento por la proximidad de su casa, pues era normal que su mujer y su hijo
casi todos los días iban a por el, e iban a pasear por los campos que le vieron crecer.
No les decía la verdad sobre la comida y el trato para no preocuparles, el se bañaba solo a diario se afeitaba, se ponía el aparato del oxigeno, todo con el riesgo que esto implicaba pues les daba poco trabajo.
Yo por la lejanía fui a verle pocas veces, pero todos los días a una hora determinada lo llamaba y hablaba con él un ratito.
Lo echamos mucho de menos.
Nadie ha llamado para dar el pésame (NADIE) pero si mandan la factura.
Mi padre era mayor, pero AMAVIR COLMENAR se a ocupado de que no cumpliera más años, con cuidados adecuados podia
haber vivido un poco más.
AMAVIR, eres tétrica y cruel

Mi tío vive allí y el mismo se refiere al centro como su hogar. Está encantando y nosotros más aún. Tiene mucho cariño a los trabajadores y residentes y hasta nos dice que no le vayamos a ver ciertos días porque tiene actividades y no lo puede dejar. Considero que se toman en serio las necesidades de las personas y familias.

Dado que hemos tenido la desagradable experiencia de tener un familiar en esta residencia, podemos expresar la pobre opinión que tenemos de sus escasas atenciones, falta de personal, deficiente alimentación, falta de cualificación de casi todos sus empleados comenzando por el médico y terminando por la directora, que en un periodo de dos años ha sido imposible conocerla, ni hablar con ella, telefónica ni personalmente, pues siempre está reunida.
Por lo que solo recomiendo a aquellas personas que deseen ver a sus seres queridos INFELICES y a los que quieran heredar rápidamente los traigan a AMAVIR COLMENAR

Estamos encantados, mi madre está allí hace tiempo.
Durante la pandemia nos han informado semanalmente, con lo mal que lo estaban pasando. Nos han estado haciendo video llamadas para que la viésemos.
Ahora que podemos ir a verla, sin cita sin avisar vemos que siempre está aseada, haciendo actividades, riendo con las auxiliares que con tanto cariño y dulzura le hablan.
Gracias de verdad por el trato y cariño que le dan y por la información que nos dan a nosotros, totalmente trasparentes y sin ocultar nada.

Mi padre ingreso en otra residencia de la Comunidad publica, despues de 3 años en Amavir Colmenar y no hay color. La gestion de Amavir, la organización e implicación del personal no tiene nada que ver y eso que no cobran como los funcionarios de la publica. Os echamos de menos y en cuanto pasen 4 meses nos volvemos para Amavir Colmenar

Residencia totalmente recomendable, excelente trato con los residentes, con un equipo muy humano y cercano, excelentes instalaciones con amplios jardines dónde se convierte en un lugar ideal para el descanso y una tranquilidad y seguridad para las familias.

Mas que una residencia, un hogar para mi madre.
El personal cercano, cariñoso y profesionales. Estamos encantados, la mejor elección después de muchas visitas a muchas otras residencias. Se respira paz y una magnifica gestion de la directora Raquel y su equipo.

Mi padre estuvo algo más de un mes recuperándose de una fractura de pelvis y salió encantado, al igual que nosotros. Un gran trato por parte de Raquel, la directora y del resto del equipo.

Veniamos de otra residencia que parecia la casa de lo horrores.muchas caras sonriendo, pero por detras.en Amavir Colmenar, son transparentes, puedes acceder y presentarte en el centro en cualquier momento sin limites, por lo que siempre está todo perfecto, no se preparan para la visita, atienden siempre asi de bien.
Un dia pedí hablar con la directora por unos asuntos y le faltó tiempo de salir a atenderme y explicarmelo todo, siempre la ves saludando, conoce a todas las familias, residentes.estamos encantados.

Conozco a la psicologa Vanesa Arenal y sé q la gente q esta allí esta en buenas manos es una mujer auntentica con mucho valor y coraje

Mi madre y la familia vimos muchas residencias, fuimos a Colmenar por una prima de mi madre y se enamoró de ella. A pesar de la gran distancia que nos separa para poder ir a verla todos los días, la recorremos con gusto porque mi madre está feliz con todo

Estamos tremendamente encantados con esta residencia. Desde que mi madre ingresó ha mejorado mucho, la veo feliz.
Las niñas que la atienden siempre están con una sonrisa, son cariñosas con todos.
Se respira una paz y tranquilidad increíbles. A pesar de lo duro que ha sido para nosotros tomar la decisión, estamos sumamente contentos.
Gracias por todo

Buen trato tanto a residentes como a familiares, un trato muy profesional, recomendable tanto para centro de día como para residencia, empatia en todo momento. Las instalaciones muy buenas con un amplio jardín y unas terrazas espectaculares en una zona muy tranquila de la localidad. Recomendable sin duda alguna

Es una mala noticia, malisimo residencia, el trato a los ancianos impedidos es cruel, yo he visto como llevan a un anciano entre dos auxiliares arrastrando los pies, no cuidan correctamente a los mayores enfermos, no te dejan pasar al comedor para que no veas lo que comen, y por 2200€ que se paga al mes tenia que caerse les la cara de vergüenza, pero como me dijo el asistente social JAVIER cuando uno muere ya hay otro esperando para entrar, un negocio sin escrúpulos.
Y el día que mi madre ingreso el medico que le hizo el reconocimiento (un pancho bien gordo) me dijo que los familiares que íbamos mucho a ver a nuestros mayores eramos unos fritas, NO LLEVÉIS A ESTA RESIDENCIA A VUESTROS SERES QUERIDOS os quedarán remordimientos de por vida

Cuidan muy bien de los mayores. Concertada con la Comunidad de Madrid. Un hotel de 5 para los mayores

Fue el final de mi padre, la persona que es dependiente lo tiene muy crudo, falta de personal, personal no adecuado el trato fatal, eso si, los precios para ricos.

Una vergüenza de residencia. Allí tuvo la desgracia de estar mi abuela sus últimos meses de vida. No cumplían las indicaciones del médico del menú (mi abuela no absorbía los nutrientes y necesitaba tomarlo todo en puré y tuvimos que hablar con el médico más de una vez porque le daban todo entero ¡¡y yogures lights!). Luego, dejaban a los ancianos toda la tarde aparcados en un salón, no les hacían caso, no les ponían ni la televisión. ¡¡¡¡nada! Vergonzoso todo. Yo no la recomiendo para nada.