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La atención de los camareros deja mucho que desear, cuando les pides algo parece que te están perdonando la vida. La calidad ha caído en picado desde la pandemia, no volveremos.
Cuando encuentras un sitio que saben lo que vas a tomar antes de pedirlo, eso es un lujazo en los tiempos que corren. Y eso sucede en este bar restaurante, no necesito pedir, saben lo que quiero, y por eso el desayuno siempre que puedo me lo tomo aquí
Porque no puedo poner menos estrellas. SERVICIO PÉSIMO. La chica de cabello rizado, tomando la nota de malas formas, sino le gusta trabajar cara al público que no trabaje. No tienen de nada para picar le pedí un vaso de agua junto a la bebida y me miró perdonándome la vida. Nos dejó la bebida en la mesa dando golpes de mala gana. Todos pasamos calor, trabajo de cara al público y el servicio pésimo y lo peor SIN COMIDA ¿Qué bar no tiene picoteo a las 6 de la tarde? Un trato horrible. Vergonzoso.
Fui a comer con la familia y la comida sin más. Lo peor de todo fue el servicio que nos dio el dueño del establecimiento, parecía que teníamos que hacerle un eterno agradecimiento por dejar que nos sentáramos cuando estaba todo vacío, además de ser un auténtico borde. No se lo recomiendo a nadie.
Hemos ido a comer un grupo de amigos y hemos comido muy bien. Las orejas muy bien, las bravas picantitas, los calamares muy ricos y los cachopos, los cachopos pa repetir, que ricos estaban. La verdad que todo genial.
Se salva por la cocina, Calidad/Precio de la comida buena, dispone de terraza con toldo que para los buenos días de sol, es perfecta para comer junto al parque. Disponen también de menú a buen precio para la calidad del mismo. El encargado o propietario un hombre muy desagradable, maleducado y machista! Ya no vuelvo. Un pena porque sus empleados y cocineros funcionan a la perfección.
Calidad/Precio de la comida buenísima, dispone de terraza con toldo que para los buenos días de sol, es perfecta para comer junto al parque. Disponen también de menú a buen precio para la calidad del mismo.
Nos sentamos a tomar unas cañas. Cuando nos la pusieron junto con el aperitivo, las uñas de la camarera estaban negras. La cerveza las traía cogidas por el borde. Lo desagradable que resulta que te pongan la comida con las manos tan sucias y las uñas negras. Cuando entras al local puedes notar la falta de limpieza general. Por supuesto, ni nos comimos el aperitivo, ni nos bebimos la cerveza. Jamás nos volveremos a sentar allí.
Muy rica la comida y el servicio muy bueno, nos atendió Kathy y fue realmente agradable. Relación calidad - precio bien. Era la primera vez que venimos, pero repetiremos.
Atención pésima y precio del un desayuno exagerado. Nos sentamos en la terraza, mesa sucia y cuando viene la camarera ni la limpia. Pedimos una simple tostada y un zumo y tardan en traerlo como si hubiéramos pedido un menú completo y eso que solo estaban dos mesas más ya atendidas. La sorpresa fue cuando pedimos la cuenta y le pedimos ticket, nos traen un trocé de papel escrito a boli con el precio total, con el importe de 14€, pedimos que nos traigan tickets donde especifique precios y nos dicen que no tienen que ellos trabajan así, insistimos y vuelven con la misma hoja pero rectificada ahora con 11€ total, excusándose que pensaban que teníamos tb café. Se niegan a entregarnos los precios de los productos pedidos. Lamentablemente y precio desproporcionado para un simple desayuno. No volvemos
Hoy domingo, hemos ido a comer la comida espectacular sobre todo el cachopo y la ensalada de ventrasca con un buen precio calidad producto pero lo mejor la atención de la camarera miranda simpática paciente de buen trato inmejorable por eso recomiendo este sitio para comer
Hemos pasado de casualidad por este restaurante hoy domingo hemos comido un menú del día que está, relación calidad precio bueno y atendidos por una joven llamada Miranda muy amable
No me ha gustado. Las raciones escasas. La atención no me ha gustado. Vas a comer y tienes que estar llamando a la camarera para que te atiendan sino pasan del tema. En general mal
No le doy más estrellas porque no hay opción. Puedo decir que, por mi trabajo, he comido en muchísimos sitios a lo largo de la geografía española y este sitio me ha sorprendido enormemente por la gran calidad de su comida casera y su trato amable y acogedor. Fuimos un domingo, de primero pedimosunos callos con garbanzos que estaban exquisitos, además nos dejaron la fuente en la mesa para que repitiesemos las veces que quisimos. De segundo pedimos carrillera de ternera. Espectacular, se deshacía en la boca, una delicia. De postre, tarta de queso casera, increíble su sabor. En resumen, un sitio para marcar en el mapa y volver siempre que se pueda.
Más de 30 mins esperando sin hacer acto de aparición por la terraza. Motivo por el que en reiteradas ocasiones nos levantamos para pedirle al camarero, por favor, ser atendidos. Lo peor a sido que el estupendo camarero no hace por trabajar, te contesta y se ríe mientras pasa de ti. Por ello le indico que nos vamos y que ha perdido a 3 clientes más los que faltaban por venir dándole igual diciendo "pues vale, hasta luego". Mosquea porque no es la primera vez que deja a los clientes sin atención (eso si, los suelos los tiene relucientes pues es lo único que hace).
En cuanto al restaurante, los productos y apariencia de las preparaciones cumplen así como el surtido de bebidas disponibles. Motivo por el cual el lugar esta dentro de las opciones.
Es vergonzoso ver cómo tratan a los empleados. La comida se me atragantó de verlo. Es fácil entender el motivo de las malas caras de los camareros y el cambio continuo de los mismos. Nunca más.
Ml servicio, estabamos solos en la terraza, no había nadie dentro y el camarero no venia. Salio a fumarse un cigarro y hasta que no acabo no vino aun habiendole llamado.
15 min esperando y no fuimos atendidos. No es la primera ver qué estamos esperando y no nos atienden. La última vez nos tocó un camarero que se quejaba de todo, desde la posición de las mesas hasta de tener que servir tan lejos. La comida normal, calidad precio buena, pero servicio mucho que desear
No he tenido oportunidad de degustar todos los ricos manjares que ofrecen. Con unos calamares grasientos me bastó. Los camareros unos bordes, no creo que vuelva.
Servicio bastante deficiente (poca profesionalidad). Te sirven la comida sobre las mesas de terraza sin poner ni siquiera un mantel de papel. Para no volver.
Ojo que disparan con postas! 6.5 por 2 tercios de sin alcohol tostada que nos tuvimos que beber a morro. De aperitivo un trozo de pan con jamón reseco. Como se está poniendo el Calero!
Estuve comiendo hoy y el menú vastante pobre. Y la atención muy mala tuve que pedir el pan y luego no me pusieron la copa que pedí. Pedí la cuenta y me fui
Comida de batalla y atención regular. Tomamos unos chipirones a la plancha, los cuales estaban tiernos pero servidos en un plato lleno de su propia agua y de aceite, además de un pegote de salsa que lo embadurnada todo; una tostada de salmón ahumado que era grande pero había el triple de mayonesa (que no se indica en la carta.) Que de salmón y por último un plato de huevos rotos con jamón. Estos si estaban ricos y una cantidad más que abundante. En cuanto a la atención, los camareros me han parecido lentos y que no se esfuerzan lo más mínimo en atender bien. Parece que solo quieren despejar las mesas. La terraza que tiene esta muy bien, en una zona de parque tranquila y amplia.
El servicio podría mejorar bastante, más aun teniendo en cuenta la situación actual. Las mesas no están separadas, ni se limpian entre consumidores, salvo que lo pides expresamente y te contestan de malas formas. Desde luego no será el sitio que repetiré cuando me apetezca una terraza
Excelente bar de toda la vida situado en el barrio de la concepción, raciones abundantes y muy bien preparadas, atención correcta y buenas charlas, terraza bajo la sombra de los árboles, muy recomendable siempre.
Fundamentalmente hay un camarero que debería hacer un curso de amabilidad. Los clientes no tenemos la culpa de vivir e ir de bares. Sólo pedimos una pequeña sonrisa cuando te atienden y no queremos un perdonavidas que te acose.
Mala experiencia. Pedimos de primer plato patatas con costillas y nos pusieron únicamente dos costillas en todo el plato. El resto patatas (no había demasiadas tampoco) y caldo.
Muy mal. Pésimo no lo siguiente. Los camareros tienen que aprender a tratar a las personas. Los precios los que le den la gana. Y si lo que valoran es el parque, apaga y vámonos. Dediquense a otra cosa y no arruinen nuestros pocos momentos de ocio.
Un lugar en el que no merecen tener clientes. El dueño le habla fatal a la mujer que trabaja con él, delante de todos los clientes que estaban en la barra, a gritos. Los camareros son antipáticos, hasta te hablan mal. Un horror de sitio. NADA RECOMENDABLE.
Fuimos a comer con el niño tuvimos que esperar 15 min para que traiga el postre de echo mi hijo quieria helado le pregunto a la camarera y la camarera le contesto que no tienen helado que se vaya al chino que se compre el niño se quedo sin respuesta son muy lentos
Tercio de Mahou 2,70 € (En el Permiso 2,20 €) Vermout Cinzano, 2 dedos, 3, - € Mosto 200 cl, 2,50 € Total: 8,20 € NO VUELVO EN LA VIDA, y soy del barrio.
El trato a los clientes pesimo, acaban de echarnos, a mi pareja y a mi, literalemente de la terraza sin darnos ningun motivo, solo diciendonos que ya no sirven mas. Lamentable
Me hubiera gustado degustar la hamburguesa en el lcal, pero por desgracia me tuve que ir pitando (nada que ver con el sitio) y como la había pedido ya me la pusieron para llevar. Cuando me la comí, más adelante, me pareció una muy buena hamburguesa. Ganas de repetir con más calma.
Estuvimos el sábado pasado en la terraza. La comida está bien. El servicio de los camarera que atienden deja mucho que desear. Se les rompió un vaso de cristal mientras lo recogían y lo dejaron tal cuál a pesar de que en el grupo que estábamos había niños pequeños.
Hace poco estuvimos tomando unas cañas y el aperitivo esta bien para matar el gusanillo (nos pusieron unas rodajas de pan con queso y luego otros con salchichón) El servicio es excelente pero lo que no me gusto es que tengan que cruzar la calzada para servirnos y algunas veces no nos ven porque nos tapa por ejemplo una FURGONETA delante.pero es lo que hay.
Le falta una reforma interior y una re decoración nueva y moderna. Está desfasado el local. No atrae a entrar si no es por la terraza cuando hace buen tiempo. Deben cambiar el rótulo, modernizalo y que sea más visible. Y poner estufas en invierno para la terraza. Los precios están bien, igual un poco más caros que los bares con terrazas de la misma calle. Pero creo que la calidad, de sus productos son un poco mejor que la de su competencia y el local es más grande por dentro.