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No está mal, solo he ido a recoger comida para llevar, por lo que en cuanto al trato y personal no opino. Con respecto a la comida, está bastante bien.
Cada vez peor. En un año han bajado muchísimo la calidad y la cantidad de la comida. Las raciones del menú son irrisorias. El pollo con limón sabía a pescado y en las gambas con curry pusieron siete gambas, pequeñas y sin sabor. Lastima que cada vez lo hagan peor.
Todo lo que puedes esperar cuando acudes a un restaurante chino. Ambiente tranquilo el servicio bueno y rápido. La comida bien, en la línea de un restaurante chino al uso, destacaría la sensación de limpieza y la decoración actualizada con un buen ambiente.
Comimos a la carta y los platos estaban muy bien cocinados. Buena relación calidad precio. El restaurante es amplio y muy limpio. Buen trato de los camareros.
Un restaurante que sorprende desde el momento que entras por la puerta. La sala es amplia, limpia, con una amplia cocina a la vista a través de un ventanal y con una decoración que en ningún momento te sugiere que estés entrando en un restaurante chino (al menos no se parece en nada a lo que nos tienen acostumbrados en este tipo de locales).
La carta, a pesar de tener platos típicos y reconocibles que puedes encontrar en otros chinos de Pinto, se escapa también de las mismas cuatro cosas de siempre y hay opciones como el arroz al estilo coreano en plato de piedra caliente y otras especialidades que siempre es un gusto poder probar.
Las raciones son aceptables y, aunque el precio es ligeramente más alto que la media, merece la pena por la calidad y variedad.
En nuestra visita nos atendieron rápidamente y con amabilidad. Si aumentasen un poco las raciones y mejorasen la carta de postres con alguno más artesanal o representativo de la cocina asiática (sólo tienen la típica carta de helados genérica, flanes y poco más) el restaurante sería de 10. Aún así. ¡Muy recomendable!
Últimamente y en varias visitas que he ido escasez y calidad en la comida los rollitos están echos diferentes por eso dejo 4 estrellas de 5 que di. Muy buena atención
Para comer lo básico y típico de restaurante chino (arroz, pollo, pato.) está muy bien. El sushi lo elaboran con un arroz diferente, el wasabi es una pasta con sabor a menta (solo), y preguntando a la camarera si los tallarines tailandeses eran Pad Thai, me afirmó rotundamente. Cuando me pusieron el plato en la mesa, comprendí que esa camarera no había visto un Pad Thai en su vida. Si salís de los 4 platos típicos de chino, a conocer otros platos de la carta, lo lamentareis.
Los menús muy completos, los rollitos más ricos que he comido. Voy desde pequeña y vuelvo para rememorar momentos. La verdad que son rápidos, la atención.un punto bajo, como casi todos los chinos, les cuesta hasta saludar.
La comida está riquísima, sobretodo el pato a la naranja y son muy majos todos los camareros, te sirven con una sonrisa y te hacen un poco de conversación de vez en cuando. El precio es justo y cada vez que como comida china, vuelvo allí.
Chino grasiento como hacía tiempo que no tomaba. Copas boca abajo, mesa sin cubiertos preparados. Cerdo agridulce prácticamente inexistente, todas las piezas son de tomate, cebolla, pimiento y el cerdo rebozado parece un torrezno seco casi incomestible.
El mejor restaurante chino sin lugar a duda de Pinto, rápidos en servir siendo la comida recién hecha. Para mi el plato estrella es el pollo al limón grujiente, ese sirope de limón tan delicioso y.también los rollitos de primavera, buen tamaño siendo la ración de dos, si te gustan tanto como a mí podréis con ellos. En general todo está riquísimo.animaros! Probar y veréis como no os arrepentiréis?
Este restaurante chino es un clásico en Pinto y lo es por una buena razón. Bueno, en realidad son cuatro: la calidad, la cantidad, el precio y la fidelidad. Todas se verán satisfechas si pones un pie dentro. Está deliciosamente bueno y es bastante barato. Además, no es un restaurante vegano pero comer vegano sí es una opción gracias a todos los platos que tienen, cada uno más rico y abundante que el anterior. Quizá no lo recomendaría si tienes mucha prisa.
Mi experiencia no fue nada buena, fuimos el día del padre, estaban muy desbordados. Tardaron en servirnos la comida y se equivocaron en 1 de los platos que pedimos, no accedieron a cambiarlo ya que era la hora de cerrar y no iban a preparar el plato que pedimos, el arroz estaba quemado y el trato fue muy malo en especial el de uno de los camareros que nos grito cuando indicamos que se habían equivocado.
Buena relación calidad precio. La tempura espectacular. Una nota negativa es el servicio de mesas, muy muy lento, se preocupan más del servicio a domicilio que la atención dentro del local, más de media hora para tomarte nota, sin exagerar.
La comida estaba muy buena, excepto el cerdo agridulce, donde los trozos eran mas grasa que carne. El tiempo de espera ha sido de hora y media para 5 platos.
La comida muy rica. El personal se pasa de frio. Falta personal y comer se demora casi dos horas. Si queréis pagar levantaos y empezad a abandonar la mesa. Si no no hay manera.
Penoso deplorable, nos metieron en la esquina como a los perros, los rollitos vinieron antes que la bebida, y no contar los segundos tardaron 30 minutos en servir, si saben contar, que no cuenten conmigo más