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Este era un sitio donde solíamos ir mucho pero las últimas veces nos han tratado fatal, parecía que todo las molesta a las camareras, un trato pésimo, la comida es abundante y el precio está bien, pero no merece la pena por lo mal que te tratan, una lástima.
Era muy buen bar de raciones de verdad súper recomendable, pero después de la vuelta de sus vacaciones todo mal camarera poco agradable, la comida insípida, las patatas recalentadas y la oreja con sabor a bacon de poca limpieza de la plancha, la sepia de la otra vez como un chicle. Muy mal todo
Tiene buenas raciones, y las mesas están al lado del.parque, se puede ir con niños. Si la camarera fuese más amable y simpática, mejor! Quiero pensar que tendría un mal día.
La calidad, cantidad y servicio han ido a peor. Una lastima, para mí un sitio de referencia que siempre recomendaba. Desconozco el motivo de este bajonazo.
Hacía mucho tiempo que no iba a este sitio pero veo que sigue igual, raciones grandes, demasiado diría yo, pero calidad baja. Ideal para comer mucho y gastar poco
La atención en la terraza fue pésima, los aperitivos horribles, la camarera muy desagradable, todo con desgana. Y ojo no pidas agua, porq según ella no se cobra y se le olvida. Si quieres agua te levantas y lo pides en la barra. Mucha falta de profesionalidad.
Hemos comido muchas veces en este sitio, antes la comida era mucho mas abundante y de mejor calidad, el servicio de la camarera que nos atendió fue nefasto, muy desagradable y borde. Se nos han quitado las ganas de volver.
Hemos venido mucho y la verdad que depende de quien te atienda. La comida no está mal pero la atención de una de las camareras (la que es Dominicana o algún sitio de estos) es pésima. Parece que esta amargada la muchacha, al contrario de la dueña que es muy simpática. Gente así hace que muchos vayamos de pascuas a ramos. Una pena que un sitio que no esté mal lo estrepe gente así. Hay muchos camareros que buscan trabajo.
Me esperaba más la fritura de pescado bastante pasada muy echa y 0 presentación las bravas las patatas por dentro no estaban echas creo que eran congeladas.
Pedimos unos huevos revueltos y las patatas estaban más tiesas se lo dijimos a una chica y bueno nos las cambio. Pero nos la intento colar. Hemos vuelto a ir una segunda vez y cada vez me gusta menos este sitio ya que mientras pedíamos la camarera nos ha dicho "no son demasiadas patatas" ajajaj en fin en que cabeza cabe como si me quiero comer todas las del restaurante a ti que más te da. Lo mejor es que nosotros solemos dejar propina y claro estábamos esperando la vuelta que ya ves tu eran 20 céntimos y esperando esperando y nada, a si que nos hemos ido me parece poco profesional quedarse con las vueltas por poca cantidad que sea pero oye esa ha sido su propina y si no que hubiesen cumplido que hasta el mercadona te da 1 céntimo si te lo deben
Pongo una estrella porque no puedo poner menos la comida no está mal pero la atención de las camareras es malísimo parece que vas a funeral parece que les molesta servir o están explotadas por los dueños o su trabajo no les gusta o necesitan un buen meneo para ir contentas de verdad
Ya ni me acuerdo desde cuando vengo aquí a comer, es el mejor local relación calidad - precio de Móstoles (el menú diario está genial). La comida aunque es humilde, está elaborada de forma casera y cuidada. Lo mejor es la atención del local que te hacen sentirte como en casa.
Me encantan todas sus ABUNDANTES raciones. Aunque depende del día van más o menos cargadas. Llevamos años yendo y seguiremos, pero estaría bien no escatimar por ejemplo en las braviolis que al fin y al cabo son patatas y es una de sus raciones estrellas por lo buenas que están y por lo abundante
Lo mejor a destacar es el interior del local. Es amplio y bonito a la vista, agradable para pasar un buen rato. Las raciones son bastante grandes. Calidad - Precio muy buena. Lo peor es la simpatia de las camareras, ampliamente mejorable. Hay mucha gente disponible, para estar viendo la mala cara a gente que parece molestarles el trabajar.
Lo peor co diferencia el servicio. La camarera antipática como ella sola, simplemente con las caras que pone parece que la molesta que la llames para pedir algo, se nota que muchas ganas no tiene, deberían cambiar de camarero urgente o bien motivar a esta muchacha un poco. Por lo demás un bar normal con respecto a la comida.los aperitivos pues alguna veces si y otras ni viene.pero eso creo que es más tema del servicio de mesa. En definitiva si vas puedes tomar algo.y si no vas o pierdes nada.
Está perdiendo mucho te tomas algo y algunas de las camareras muy desagradables los aperitivos malos.no sé si habran cambiado de cocinera, antes bastante bien.si comes dentro dependiendo quién te atienda así va la cosa de momento estaré un tiempo sin ir las últimas dos veces muy mal.
El servicio es horrible. Llegamos a las nueve y media y hasta las once menos diez no nos sirvieron la primera ración y para colmo a la mesa de al lado llegaron después y les sacaron todos los platos antes y al preguntar mis dicen que ellos son de menú como si eso fuese una razón. Que yo sepa mi dinero vale lo mismo. He estado varias veces y no lo recomiendo por los camareros
El trato dejó mucho que desear.pedimos 5 raciones la primera llegó 50min despues de pedir, 20 mins despues llegó la siguiente y a la hora y 30 el resto. El trato de las camareras fue aspero. Al parecer, no les agradaba que preguntaramos por nuestra comida 1h despues de haberla pedido. La comida estaba muy rica.
Raciones muy grandes y ricas típicas de Madrid, buenos menús para navidad, tiene una buena terraza en un parque por lo que pueden jugar los niños, dentro un salón que se puede reservar para cenar una 30 personas de manera cómoda, ideal para familia y amigos.
Un lugar agradable y acogedor. En verano dispone de terraza. La decoración es encantadora. Hace q te sientas bien y con ganas de quedarte. La carta es variada y de buena calidad. Merece la pena ir, lo recomiendo.
Las raciones son enormes y a buen precio. Lo que no me gustó fue que obligaran a comprar agua mineral cuando les pedimos una jarra de agua después de consumiciones previas de refrescos y cerveza.
Una de las camareras, pelín desagradable, aperitivos escasos y con demasiada fritanga, los mejillones con los restos de la cuerda y diminutos de tanto cocerlos