Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Cocido muy bueno a buen precio Camareros muy atentos y el lugar muy agradable Buena carta sin pasarse de precio Pueblo muy bonito de la sierra de Madrid Lozoya
Fui con mi familia desde madrid a la sierra y decidimos parar antes de comenzar el día a reservar mesa para comer después de la caminata. Sitio excelente y servicio familiar la dueña emilia una maravilla de persona. Comimos cocido y salimos rodando no nos fuimos sin probar sus cocretas de pollo y manzana una maravilla. Recomiendo este sitio para montañeros ya que llenarán el hueco después de la expedición. Volveremos sin dudarlo. Sitio y paisaje magnifico
Comer ayi fue una experiencia inolvidable gracias a la amabilidad de los profesionales que tienen repetiré seguro todo buenísimo les doy 5 xq no hay más gracias x todo
He ido a comer con mi familia porque vimos la carta en internet que tenía muy buena pinta, y cuando llegamos nos dicen que esa carta ya no existe y que tenían que actualizar la página. Tuvimos que salir del salón hasta la terraza para poder elegir la comida, ya que al preguntar tampoco nos lo supieron decir. Dentro del salón hacía mucho frío, tuvimos que comer con los abrigos puestos y eso que estábamos dentro. En cuanto a la comida, quitando la ración de croquetas variadas que estaban muy ricas, el resto fue pésimo. No pedimos ni postre ni café porque viendo la comida, no nos atrevimos y queríamos irnos cuanto antes. El café nos lo tuvimos que tomar enfrente, y por lo menos mejoró el día. Porque las ventanas tenían rejas, que sino salimos sin pagar, y porque no cabíamos por la chimenea, que sino también. El hombre que nos atendió, fue muy amable, eso sí hay que decirlo
Todo súper bien hemos caido de rebote en este sitio y la verdad ha sido un verdadero acierto, desde el mismo momento q llegas a la puerta de este establecimiento ha sido una experiencia positiva, el personal encantadorsisimo, indudablemente para repetir, calidad, precio, servicio
Las mejores croquetas del mundo.comimos croquetas de pollo, manzana y jengibre y croquetas de Cabrales, simplemente ES PEC TA CU LA RES. No dejéis de ir a probarlas. Y una patatas bravas que aunque picaban poco para mi gusto, la salsa casera estaba muy rica.
La comida está una Paella de mariscos maravillosa y los otros platos muy rico. Pero lo más importante, una atención de las que ya no encuentras, cordialidad y simpatía y es ahí donde todo lo demás pierde importancia. Muchas gracias por la atención
La croquetas de manzana, pollo y jengibre impresionantes. Paella mixta deliciosa, buena calidad y cantidad. El trato inmejorable, muy atentos y simpáticos. Muy recomendable, volveremos seguro.
No lo recomiendo por nada del mundo no puedo destacar nada ni lo más mínimo ensaladilla rusa solo patatas y de bote, solomillo de quinta gama y un entrecott con olor que me tuvo media noche en el baño
Un lugar lamentable, me encontré un pelo en la sopa castellana, el trato nefasto del camarero con el pelo blanco, parecía que iba borracho. Las cocineras sin mascarillas sin respetar ninguna normativa covid. Un lugar al que NUNCA volveré y el cual no recomendaré JAMÁS.
Entramos a tomar un café, aunque en realidad, la necesidad era ir al servicio, antes de tomar el autobús 194 con destino a La Cabrera, cuya parada se encuentra muy cerca. El bar estaba con pocos clientes y muy cerrado, exhibía carteles de cordero y cochinillo al horno pero no se apreciaba que tales viandas se dieran en este local, dada la poca afluencia de público. Las medidas anti covid19 dejaban que desear, estaba sin depósito el dispensador de gel a la entrada de la terraza exterior y dentro un cliente bebía su Cerveza en la barra, aunque hubiera un cartel que lo impedía. No es de extrañar tanta opinión negativa en este apartado. Me pregunto qué hacen las autoridades a este respecto y por qué no hay inspecciones puntuales para detectar estas negligencias.
Un bar donde nos han hecho un café Irlandes con mucho agrado y simpatía y nos han tratado como en casa y muy bueno, lo que en otros bares de la zona no han querido hacerlo, un consejo el que quiera tomar un café Irlandes en el pueblo de Lozoya este es el sitio.
Una pena que a las 14: 00 habiendo gente en la terraza saliese un señor diciendo que si habíamos visto el cartel, que si estaba cerrado. No les interesa trabajar? Nunca volveré
Pésimo! No entrar. Una vergüenza de camarera ni nos atendieron ni nos recogieron los platos de menú de los anteriores clientes esperando en terraza 30 min habiendo poca gente.
Lamentable. Primero la poca educación del personal que no fueron capaces ni de saludar. Segundo la confusión del camarero al que tuvimos que repetir en varias ocasiones lo que ibamos a tomar. Tercero, las medidas anti-covid brillan por su ausencia, nos sirvieron sin limpiar la mesa y no hay ni un bote de gel hifroalcoholico en todo el bar. Parece que a ciertos establecimientos no les importa la situacion que vive la hostelería hoy en día.
Os recomiendo pedir el ticket del datáfono, el ticket de la compra y carta con los precios de lo que vais a consumir. Para que las cuentas cuadren y pagueis solo lo que habéis consumido. No recomiendo este sitio a nadie.
Buen cocido, con bastante cantidad (tanto que sobró!). El día que estuvimos hacía un poco de frío en el salón de comidas, por eso no le pongo las 5 estrellas.
Nos sentamos para tomar algo, no nos limpiaron la mesa, después de pedir vemos que no nos traen aperitivo, había gente que si les habían puesto, se iba sentando gente y se lo ponían, pedimos la cuenta nos dice el camarero que 7€ a lo que le pedimos el ticket y vemos que nos cobra 8€, le pedimos explicaciones y nos dice que se ha equivocado, le recriminamos que encima no nos ponen aperitivo cuando a los demás si, pasa de nosotros, desde luego no volveremos.
Todos los años, con la llegada de la nieve, aprovechamos un grupo de amigos para dar un paseo por el puerto y bajar a comer un cocido, hecho a la brasa en vasija de barro. Para reponer fuerzas, con buena atención y buena relacion calidad-precio, recomendable.
Entramos a las 14: 00, a las 15: 15 una de las niñas seguía sin el primer plato. Restaurante al 50%. Había q luchar por cada plato que se pedía. Judiones muy buenos. Servicio pésimo. Tarta de manzana parecía un cuba libre del alcohol q tenía. Malas caras para todo. Salimos a las 16: 30
Lugar agradable en el que cenar, tipo rockero montañero, jejeje. Buena musica y pantalla grande. Comida normal a precio asequible. Buen servicio. El pan.deja calidad que desear
Nada recomendable. Íbamos con niños y nos obligaron a pedir menús de 20€ (fuimos un sábado). Pedimos sopa y solomillitos para los niños. Nos trajeron unas piedras del tamaño de pelotas de tenis, quemadas por fuera y crudos por dentro. Pedimos patatas fritas de guarnición para los niños y tampoco podía ser. Diez minutos después se sienta una familia al lado nuestro y les ofrecen cinta de lomo con patatas fritas para los niños. Cuando le trasladamos nuestro malestar a la camarera nos dice en mal tono que la cocina está a tope y que va cambiando el menú en función del trabajo que tengan. Al final nos clavaron 20€ por menú y encima bastante mal servido. No quiero extenderme con más detalles para no hacerlo muy largo. Ahora me explico porque el bar de enfrente está a tope de gente.
Fuimos veinte personas por el cumpleaños de mi abuelo y muy buena experiencia. Los platos del menú de fin de semana estaban muy bien, bien cocinados y bien de cantidad. El servicio de los camareros estupendo, muy atentos y pendientes de que no faltara nada en la mesa. Como detalle de la casa, nos pusieron una tarta con velas.
Trato por parte del personal muy malo, muy desagradable. La comida pedimos de primero Judiones y no estaban mal pero de segundo pedimos Cordero y el sabor y la presencia fue lamentable, además acompañado por unas patatas fritas en un aceite creo yo con más años que mi hijo.
Trato correcto, las carnes perfectas, hechas al punto, jugosas. Comimos con el niño y todo correcto. Te hacen comuda infantil tipo macarrones, filete de ternera.para los más peques. Repetiremos.
Paramos a tomar un chocolate después de una ruta por la sierra y éramos un grupo grande, 11 adultos y niños. Pedimos chocolate para la mayoría y cuando una chica que no había pedido se levantó para pedir, la camarera monto en cólera, tirando las cosas de mala manera y con unas formas deplorables. Una pena, pero un sitio para no volver.
Tomamos algo en la terraza junto con un bocadillo de lomo riquísimo. Me parece un buen sitio para pasar el rato y comer un bocadillo después de una ruta.
Teníamos una reserva en El Tenedor desde hace más de una semana y cuando llegamos al sitio la señora nos dijo que no sabía ni qué era El Tenedor, cosa que dudo teniendo en cuenta que el restaurante se encuentra registrado en la aplicación. No nos dio ninguna solución ni aun enseñándole la reserva y además de malas maneras. No recomiendo para nada un sitio así.
Riquísimo el caldo calentito que nos pusieron y que entramos en calor del frío que teníamos en el cuerpo. Sólo una pequeña pega, tardaron un poco en ponernoslo.
Se estuvo muy bien y el menú del día estupendo, los postres caseros un lujo, tarta de manzana con notas del pantano y flan de queso Susa amable, atenta, genial