Restaurante Quercus

Solo visitamos la parte de restaurante. Bonito sitio en un bonito pueblo de la sierra. Carnes propias espectaculares

Precioso lugar con unas vistas panoramicas increibles al Mondalindo. La atención es perfecta, comimos un chuletón de 2,2kg para cuatro y aunque a cada uno nos gustaba a un punto distinto lo prepararon por partes a distinto punto y quedó genial. De primero comimos brandada de bacalao y un huevo de oca con jamón y patatas todo buenísimo. De postre probamos la tarta de manzana y muy buena también. Decir también que mientras esperábamos los primeros, nos sirvieron de aperitivo un plato de migas estupendo. Todo por 140€ ¡¡Volveremos!

Pues volvimos, y llamamos para reservar a las 15: 30 (segundo turno de comida) y cuando llegamos no teníamos mesa. Según la propietaria habíamos hecho algo que nos responsabilizaba de la situación, cambiar la reserva de 14 a 15: 30 aunque nadie nos dijo que no era posible hacerlo. Finalmente nos fuimos y no comimos. Modifico la valoración, de 5 estrellas paso a 3 siendo generoso pues la atención podría haber sido otra, sólo llamamos para retrasar la reserva, debido a un problema no llegábamos a las 14

Un sitio maravilloso, con unas vistas para disfrutar mientras te comes una carne de las que ya no se encuentran por ahí.
Recomendable, aunque no es asequible, un lujo para de vez en cuando.

Pues la verdad un auténtico fracaso.y se.les.ve el plumero con la carne nos querían meter 3 kg heramos 7 pero carne comíamos 4 la.dijimos a la camarera o.la.dueña.no se quien era que queríamos menos carme al rededor de 1 kg nos contestó que no nos aseguraba de se pudiera hacer.cobran 120€ el kg de carne y nos sirvió haciéndonos un favor 1800kg con 3 raciones y bebida 495€. Y nos quedamos casi con hambre. Ya que el hueso del chuleton pesa casi la.mitad del peso.no nos.gusto nada hay miles de sitios mucho más baratos y con atención y calidades mejor y saldrás satisfecho. No nos volverán a haber.más

Es un timo. Evitar a toda costa.
La carta no tiene los precios, para empezar.
A nadie le gusta que le engañen, por muy buen nivel adquisitivo que tengas. Lo peor es que ni la carne, ni la comida tampoco es buena.

Restaurante-hotel espectacular en pueblo q ni de lejos no lo esperábamos, comida muy rica a precio acorde a su calidad, carne propia de lujo, sin duda un gran descubrimiento.volveré seguro.
Muy recomendable.

Un «gastro-gatillazo» morrocotudo.

Al llegar al comedor nos recepcionó una chica, que a la postre sería quien nos atendería hasta el final de la comida. Sentados y acomodados ya en la mesa, nos acerca las cartas y nos coloca encima, por su cuenta, SIN HABERLO SOLICITADO NINGUNO DE NOSOTROS, un cesto con unos chuscos de pan reseco y un diminuto cuenco con algo que parecía una suerte de magro con tomate, pero con un aspecto y una textura nada apetecible, supuestamente de APERITIVO hasta la llegada de la comida. No nos atrevimos a tocarlo, ni supimos de qué se trataba, porque no entraba ni por la vista ni por el olfato. No empezaba bien la cosa.

Empezamos a elegir los platos y viendo los precios, yo que soy más cándido que un botijo, pensé que las raciones serían hermosas y generosas. ¡Ay, flor de enero!

Pedimos todo para compartir:

• Huevos rotos trufados con jamón ibérico: un plato con un puñado de patatas fritas, sospechosamente recalentadas en un microondas incompasivo, dos huevos fritos encima y cinco o seis láminas de jamón SERRANO, que no ibérico, que es lo que venden. Por encima, espolvoreado un poco de PIMENTÓN, en sustitución de la anunciada trufa. En este momento empiezan las risas nerviosas y las miradas furtivas entre los comensales. ¿Hemos venido en mal día? ¿Esto es así siempre? Semejante "ración" es lo que ponen gratis de aperitivo en muchos bares con dos jarras de cerveza y aquí te lo calzan al módico precio de 14,00€. Creo que en “Casa Lucio” en Madrid son más baratos y contundentes.

• Parrillada de verduras: unas tiras de pimiento, unas rodajas de berenjena, un par de champiñones y poco más, con un punto muy rico. Por lo que sería la guarnición para la carne, nos colocan nada más y nada menos que 14,50€.

• Vacío de ternera a la brasa: una pieza de carne muy tierna y con un punto fantástico, pero minúscula. La partimos en cuatro tiras para poder probarla todos. 22,50€. Hay restaurantes donde hacen solomillos igual de tiernos, sensiblemente más generosos y bastante más baratos.

• Chuleta de vaca (que no de ternera) a la brasa, de un kilo seiscientos gramos, según la camarera, a 36,00 €/kg. La carne estaba en su punto y aceptable, pero… carne magra efectiva, la mitad, el resto es hueso y grasa en abundancia. Por este portento nos colocaron 64,80€. Las carnes las sirven en platos de piedra calientes con un salvamantel de esparto debajo y los cuchillos carniceros tienen una original forma de navaja manchega.

• Lo que me pareció un atraco flagrante y canalla fue que nos cobraran el pan duro y ese lamentable y penoso “aperitivo” que nos pusieron sin pedirlo (que ni tocamos), al popular precio de 1,50€, pero no por todo, no… POR COMENSAL… si señores, nos cobraron 6,00€ de más por la puñetera cara. Un detalle misérrimo en un restaurante que ya es de por si injustificadamente caro.

• A los postres no llegamos, que además nos confesaron ser todos industriales menos el flan que era casero, pero pagar 5,00€ por un flan me pareció ridículo. Grotesco.

• Pedimos la cuenta para poder salir de allí cuanto antes. Llegó «la dolorosa», la cual nos administraron a las bravas, sin ningún tipo de paliativo en forma de caramelos o chupitos de licor. Nada, ni un detalle. Es bastante inquietante que, teniendo una caja registradora electrónica en un local tan moderno, nos traen la cuenta cutremente hecha A MANO en un papelote del ‘Makro’, probablemente para no declarar todas sus ventas al fisco y así evadir unos eurillos. El estacazo al final fue duro, de ciento treinta y seis euros con ochenta céntimos (136,80 €) para cuatro personas, más de 34 pavos por cabeza. Salimos de allí con un profundo mosqueo, con una incómoda sensación de insatisfacción, por no haber comido bien y con un alarmante dolor de cartera.

Un ‘mojón’ para el Restaurante «Quercus».

Muy bien, comida muy rica, personal muy agradable, volveremos con gente, a ver si podemos con ellos! Muchas gracias!

Excelente trato, muy buen género y un entorno rural y de naturaleza de diez. Buen ambiente en restaurante

Estuve con unas amigas el pasado fin de semana y todas salimos diciendo que repetiremos. El hotel es muy bonito y todo son atenciones y es genial comenzar el día disfrutando de su gran desayuno viendo la Sierra Norte y, por supuesto es obligatorio disfrutar de su restaurante y su rica carne.

El sitio es agradable y la comida está bastante bien, en nuestro caso: los entrantes muy ricos (huevos rotos y ensalada de pimientos) y la carne de buena calidad, sin embargo, los postres fueron mejorables.una tarta de limón muy amarga y la de queso muy hecha. Quizás los precios un poco altos, eramos 4 y salimos a 50 euros por persona con una sola botella de vino (la guarnición la cobran a parte, 5 euros por un platito de patatas fritas)

Local muy agradable y tranquilo con unas vistas muy bonitas. Buen trato, servicio estupendo. Estaba todo rico, la hamburguesa de vaca algo seca, el cocido 30€ nos ha parecido caro.

Es un restaurante excelente, buen trato. Se come estupendo y el ambiente es súper agradable. Además el pueblo es súper tranquilo y acogedor. Para desconectar del ruido de la ciudad.

Las vistas espectaculares, el restaurante precioso. La comida buena. Lo que me ha molestado es que después de esperar bastante rato nos hayan servido la carne fría. No veías a nadie del servicio pendiente de las mesas. En el postre faltaban cubiertos, La manzana asada no se podía comer con una simple cuchara. A la hora del café lo mismo, hemos tenido que recordarles que aún no nos lo habían servido. Tenia las espectativas más altas de este restaurante.

Espectacular la carne (ganadería propia) a la parrilla. Fantástica la atención y el servicio. Medidas Coronavirus perfectas! Hay que volver, en moto o coche, pero hay que volver.

El pueblo muy bonito muchas casas de piedra con calles muy cuidado.cosas que se van viendo cada vez menos.en un lugar privilegiado, con diversidad de rutas para hacer antes de comer. Comimos buey con entrantes huevos rotos con jamón y ensaladas con vino. Todo muy rico te puede parecer caro eso sí dependo de lo que cada uno valore. El trato y las vistas del restaurante espectaculares muy muy recomendable eso se paga también. Salimos unos 68 € por cabeza. Eso sí nos pusimos hasta arriba y con calidad recomendable muy recomendable ahora de vez en cuando pegarte un homenaje.

Me ha gustado mucho. Hemos estado muy agusto. Buenas vistas, buena atención y deliciosa comida.

Fuimos a celebrar un cumpleaños en familia y tengo que decir que un éxito. Los entrantes super ricos y muy bien presentados, la carne un espectáculo, de su propia ganadería. Encima les pedimos que nos hicieran una tarta por el cumple y estaba riquísima. Pero lo mejor de todo el servicio, nos atendieron genial muy amables y atentos, como si estuviéramos en casa. El restaurante precioso, con unas vistas insuperables.por supuesto que volveremos en breve. Es sin duda unos de los mejores restaurantes de la sierra de Madrid.

Fuimos a comer al restaurante del Hotel y fue espectacular, los entrantes muy bien presentados y bien cocinados, una carne increíble de su propia ganadería, la carne en su punto, se nota que conocen perfectamente el producto. A parte pedimos el favor que nos hicieran una tarta por mi cumpleaños y estaba riquísima. Y lo mejor el servicio, muy amable y atentos. Desde luego que volveremos en breve. Uno de los mejores restaurantes que he estado en la sierra de Madrid. Día magnífico restaurante super bonito, con vistas insuperables.

Un sitio precioso, la comida estupenda con una atención que se iguala a la comida.
Muy contentos. Las vistas son muy bonitas desde el ventanal.

La carne muy buena, solo un apunte, si vas con niños pequeños confirmar en la reserva que te guarden una trona pues tienen pocas

Magnífico, excelente. Si quieres comer un buen chuletón o que sé yo, buena carne, pasate por aquí y además tienes buenas vistas. Tienen ganadería propia y tienen hostal rural. Recomendado 100%.

Muy bien, pero creo que precios un poco altos para esta zona. Aún así carne espectacular. Te la hacen sobre la marcha.

Queriamos tomar un cafe en la terraza, subimos para ver si era posible ya que en recepcion ponian que atendian en la segunda planta y nos han echado de unas formas bastante malas. La fachada muy bonita.

El hotel encantador
La atención ESPECTACULAR
Sitio muy tranquilo ideal para desconectar
Repetiremos

Un 10 en todos los aspectos. La comida y la atención con magnificas y el entorno es muy bonito. Relación calidad precio perfecto.

Excelente restaurante de la sierra de madrid. Todo lo que hemos probado estaba genial, pero la carne a la brasa que hemos comido ha sido excepcional.
Agradable de distribución, todo decorado en madera muy bonito y en una segunda planta que le da unas vistas a la sierra que hacem que la experiencia sea perfecta.
El precio es medio, dos personas, bebida postre y un kilo y pico de chuleta han sido sobre cien euros.
Muy recomendable.

Lugar muy bonito. Comida muy buena. La carne excelente. Buen trato de camareros y rapidez en el servicio. A repetir se ha dicho!

Trato y comida espectacular. Unas carnes de ganadería propia que uno no puede dejar pasar por alto. ¡Muy recomendable!

Restaurante con encanto y comida buenísima.

El restaurante esta situado en la parte más alta del hotel, donde puedes disfrutar de unas vistas espectaculares.

Comida de muchísima calidad y del día. Decidimos probar la carne de la casa y salimos 1. Encantados y 2. Rodando! 1,3Kg carne a la brasa.

También pedimos unos huevos rotos, los cuales tenían la peculiaridad de que el huevo era de oca.

Experiencia regular, el lugar del restaurante es excelente, con una cuidada decoración y buenas vistas. Lo que falla es la calidad-precio, la carta tiene poca variedad, no ofrecen menú infantil, algunos platos resultaron salados y la atención fue correcta pero muy seca y poco amigable. Nos resulto muy caro para la calidad de la comida.

Un sitio encantador, muy bonito el restaurante y atención muy buena, muy amable el personal y por supuesto, lo más importante, excelente comida. Magnífico chuleton y postres de la casa muy ricos para compartir.

Recomiendo 100% pedir la chuleta.
Me encanta este sitio, el personal es súper agradable y la carne inmejorable?

La comida es espectacular. Pedimos croquetas de jamón y setas, riquísimas. La parrillada de verduras está muy rica (es grande, mejor para compartir). Mi pareja pidió la hamburguesa, la carne le gustó mucho también.
El precio es un poco más alto de lo normal, pero merece la pena por la comida, la calidad, el trato del personal y el cariño que le ponen.
Nos ha encantado!

Increíble. La comida, el trato, el lugar, las rutas por la zona, todo. Qué gran descubrimiento (en mi caso). En nuestro caso, fuimos con reserva. El trato fue muy amable, rápidos en atender y en servir. Hasta el agua estaba buenísima. Relativamente fácil aparcar. Un capricho que merece mucho la pena. Recomendadísimo.

@silviacaballero

Reservamos para comer 11 amigos que salimos de ruta en moto. El restaurante es muy acogedor y el trato fue bueno desde el primer momento. Toda la comida que nos sirvieron estaba muy buena, carne, boletus con huevos rotos, patatas fritas, croquetas. Probablemente tienen una de las tartas de queso mas ricas que he probado en mi vida. Salimos a 38€ cabeza.

Comida excelente. Teníamos concertado un menú cerrado para un grupo numeroso: migas (aperitivo) croquetas melosas surtidas, judías con níscalos y matanza (simplemente espectaculares) y carne o pescado a la brasa (excelente) y como puntilla sorbetes de coco y mandarina y puding.
La atención y servicio sobresalientes y la decoración y vistas desde el comedor también dignos de mención.
Sin lugar a dudas recomendable.

Un «gastro-gatillazo» morrocotudo.

Al llegar al comedor nos recepcionó una chica, que a la postre sería quien nos atendería hasta el final de la comida.
Sentados y acomodados ya en la mesa, nos acerca las cartas y nos coloca encima, por su cuenta, SIN HABERLO SOLICITADO NINGUNO DE NOSOTROS, un cesto con unos chuscos de pan reseco y un diminuto cuenco con algo que parecía una suerte de magro con tomate, pero con un aspecto y una textura nada apetecible, supuestamente de APERITIVO hasta la llegada de la comida. No nos atrevimos a tocarlo, ni supimos de qué se trataba, porque no entraba ni por la vista ni por el olfato. No empezaba bien la cosa.

Empezamos a elegir los platos y viendo los precios, yo que soy más cándido que un botijo, pensé que las raciones serían hermosas y generosas. ¡Ay, flor de enero!

Pedimos todo para compartir:

• Huevos rotos trufados con jamón ibérico: un plato con un puñado de patatas fritas, sospechosamente recalentadas en un microondas incompasivo, dos huevos fritos encima y cinco o seis láminas de jamón SERRANO, que no ibérico, que es lo que venden. Por encima, espolvoreado un poco de PIMENTÓN, en sustitución de la anunciada trufa. En este momento empiezan las risas nerviosas y las miradas furtivas entre los comensales. ¿Hemos venido en mal día? ¿Esto es así siempre? Semejante "ración" es lo que ponen gratis de aperitivo en muchos bares con dos jarras de cerveza y aquí te lo calzan al módico precio de 14,00€. Creo que en “Casa Lucio” en Madrid son más baratos y contundentes.

• Parrillada de verduras: unas tiras de pimiento, unas rodajas de berenjena, un par de champiñones y poco más, con un punto muy rico. Por lo que sería la guarnición para la carne, nos colocan nada más y nada menos que 14,50€.

• Vacío de ternera a la brasa: una pieza de carne muy tierna y con un punto fantástico, pero minúscula. La partimos en cuatro tiras para poder probarla todos. 22,50€. Hay restaurantes donde hacen solomillos igual de tiernos, sensiblemente más generosos y bastante más baratos.

• Chuleta de vaca (que no de ternera) a la brasa, de un kilo seiscientos gramos, según la camarera, a 36,00 €/kg. La carne estaba en su punto y aceptable, pero… carne magra efectiva, la mitad, el resto es hueso y grasa en abundancia. Por este portento nos colocaron 64,80€. Las carnes las sirven en platos de piedra calientes con un salvamantel de esparto debajo y los cuchillos carniceros tienen una original forma de navaja manchega.

• Lo que me pareció un atraco flagrante y canalla fue que nos cobraran el pan duro y ese lamentable y penoso “aperitivo” que nos pusieron sin pedirlo (que ni tocamos), al popular precio de 1,50€, pero no por todo, no… POR COMENSAL… si señores, nos cobraron 6,00€ de más por la puñetera cara. Un detalle misérrimo en un restaurante que ya es de por si injustificadamente caro.

• A los postres no llegamos, que además nos confesaron ser todos industriales menos el flan que era casero, pero pagar 5,00€ por un flan me pareció ridículo. Grotesco.

• Pedimos la cuenta para poder salir de allí cuanto antes. Llegó «la dolorosa», la cual nos administraron a las bravas, sin ningún tipo de paliativo en forma de caramelos o chupitos de licor. Nada, ni un detalle. Es bastante inquietante que teniendo una caja registradora electrónica en un local tan moderno, nos traen la cuenta cutremente hecha A MANO en un papelote del ‘Makro’, probablemente para no declarar todas sus ventas al fisco y así evadir unos eurillos. El estacazo al final fue duro, de ciento treinta y seis euros con ochenta céntimos (136,80 €) para cuatro personas, más de 34 pavos por cabeza.

Salimos de allí con un profundo mosqueo, con una incómoda sensación de insatisfacción, por no haber comido bien y con un alarmante dolor de cartera.

Un ‘mojón’ para el Restaurante «Quercus».

Si quieres buena carne pagada a precio un poco alto y un trato no tan bueno, este es tu sitio. "Modelnos" de los que te cobran la tontería.

Se te cae una copa de vino llena, pides otra porque no te la ofrecen y luego ves que te cobran las dos. Te ponen una patatas revolconas de aperivo sin pedirlas y te cascan 6€ en la cuenta. Tras 30 minutos de esperar la cuenta (156€ cuatro personas con dos copas de vino y sin postre), y al ver que no ofrecen ni la hora, pudes unos chupitos y te contestan que si quieres chupito, te lo pagas.

Una pena que con esa carne pierdan clientes por detalles de cuatro petras.

El hotel es muy bonito, cómodo, espacioso y bien ubicado. El entorno es muy bonito, la comida excelente pero el precio es algo caro ya que la carne de vaca era muy buena pero excesivo el precio, desayuno muy bueno, y el personal atento y agradable. Al ir con niños pequeños hemos echado de menos zona común algo más amplia ya que el tiempo no acompañaba y tuvimos que pasar la tarde en la sala, eso sí muy agradable y acogedora. Echamos de menos tener a mano un microondas para calentar potitos y/ o nevera para guardar la comida para los peques pero lo pusimos en la ventana ya que fuera hacia frio y al final nos apañamos bien además el personal siempre nos puso facilidades. También es cierto que enela habitacion entraba bastante luz al amanecer y las cortinas se quedan insuficientes. El sitio.muy muy recomendable. Gracias por hacernos la estancia lo más fácil posible.

Nos hospedamos allí por una noche, una escapada en familia. Tuvimos la suerte de que esa noche abrieran el restaurante (habitualmente solo dan desayuno y comida) porque tienen una carta riquísima. Está basada en materias primas de su propio huerto y su ganadería y es de gran calidad. Respecto al hotel, decir que es una auténtica monada; la temática y lo cuidado que está es fantástico. Es cómodo, habitaciones amplias y un desayuno completísimo y bueno. Lo recomiendo muy mucho para darse una buena escapada por la sierra de Madrid. Es un lugar ideal y muy bien ubicado para ir por Canencia, Lozoya,

Mi mujer y yo buscamos una experiencia especial para nuestro aniversario
Buscábamos una habitación con Jacuzzi, y aparte del hecho de que aunque en su página web refleja que tiene más habitaciones con Jacuzzi de las que tiene que son solo 2, resulta que nos costó varias llamadas a lo largo de varios días que nos confirmase la disponibilidad de la que nos interesaba.
Requerían para la reserva un ingreso a cuenta, que hicimos (72 horas antes de la llegada con confirmación de la reserva por escrito). Y cual fue nuestro disgusto cuando al llegar a las 18: 00 horas nos dicen que nos habían estado llamando porque al no llegar antes de las 16: 00 horas, han cedido a otras personas (que estaban en lista de espera?), porque según su política, la habitación hay que cogerla entre las 12: 00 y las 16: 00 horas (lo cual no esta espicificado en ningún sitio).
A su favor decir que nos ofreció alojamiento en una casa rural completa que no era lo que deseábamos.

Excelente carne de su granja y precioso hotel, su habitación con spa de lo mejor lo recomiendo a todo el mundo, situado en plena naturaleza de la sierra de Madrid