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Restaurante con buena calidad y variedad en los platos.
Comenzamos con el tiradito de lubina con tamarindo (muy bueno). A continuación el pulpo al ají que estaba muy bueno pero sin más. De segundo, pixin a la bilbaína el cual estaba súper bueno, y solomillo al wok, de sabor y presentación correcto pero nada sorprendente.
Me gustaría añadir que las pizzas tenían muy buena pinta.
En cuanto a postres: flan de requesón (muy recomendado) y helado blanco con oreo (sin más).
Lo que no me gustó fue el escaso espacio que hay entre mesas, parece que la pareja del al lado sean tus amigos con los que has ido a cenar. Entiendo que quieran tener el máximo número de comensales posible, pero sería interesante respetar una distancia entre comensales y no 40 cm (literal, lo justo para pasar de lado y con cuidado no tirar nada).
En cuanto a calidad/precio, un poco elevado (180€ dos personas).
Recomiendo reservar con antelación porque se llena.
La comida es excelente en este local de Jorge Juan, en pleno barrio de Salamanca. El único problema es que hay que reservar siempre, porque está muy solicitado y siempre se llena. La carta de vinos es soberbia con referencias de muchas denominaciones de origen, incluso internacionales. Entre la comida destacan unos exquisitos chipirones en su tinta con arroz basmati, así como la merluza rebozada con espárragos trigueros, la ensaladilla y las torrijas caramelizadas con sidra.
Es una buena elección en Madrid por: amplio horario, excelente servicio, buena ubicación, para ser visto, rapidez, buen producto. La comida es buena pero algunos platos pre preparados como el rape-pixin podrían mejorar. Es difícil elegir sin gluten pero tienen opciones. Recomiendo consultar la carta. Plato original y sabroso: las verdinas!
Espectacular! Mientras esperábamos a sentarnos nos parson a la barra donde mientras tomábamos una cerveza nos dieron queso en cuadritos y algún tipo de chorizo para picar que estaba buenísimo. Una vez sentados nos llevaron una pequeña sopa de calabaza que estaba espectacular y de ahí solo siguieron con puras cosas buenas. El jamón de la selección privada está buenísimo, sin duda lo recomiendo. Tienen mucha variedad de vinos por copeo y el servicio fue muy amable en todo momento. La ubicación del restaurante es muy buena y el lugar es acogedor. Sin duda una buena experiencia.
Tenía muchas ganas de que me gustara este lugar, pero creo que hay mejores. Además, olvido que el pan y la sopa no son gratis en Europa y, por supuesto, nos atraparon. El ambiente es muy engreído, así que si eso no es lo tuyo, sigue adelante. En general, la comida era buena pero no volvería.
Mi primera vez que visito España. Estuve unos días en Madrid. Encontrar este elegante restaurante fue una joya y lo recomendaría a todos sobre otros restaurantes sencillos. La comida y el servicio* justifican totalmente los precios, pero vivo en California, así que quedé contento con lo que obtuve y lo que pagué. Probé la pizza de erizos de mar, los frijoles con sopa de faisán y el plato de rabo de toro. Todo estaba delicioso y mi experiencia gastronómica favorita ha sido este restaurante hasta ahora. *El servicio fue excelente en su mayor parte hasta que llegó el servidor Fernando Illescas. No hablo ni entiendo mucho español, lo que centra mi atención en señales y gestos no verbales. Por decir lo menos, Fernando fue grosero especialmente conmigo. No colocó correctamente nuestro último plato en nuestra mesa, simplemente lo dejó en la esquina y se fue, puso los ojos en blanco por tener que empaquetar pizza para llevar, me pateó el pie sin motivo y no se disculpó, y lo peor. Como ofensa, no me "entregó" mi recibo, sino que lo "extendió" lo suficiente como para que yo tuviera que estirarme para quitárselo. Me gustaría darle a este lugar 5 estrellas, pero Fernando, a diferencia de los otros 3 servidores que ayudaron, parecía haber tenido algún prejuicio hacia mí.
Esta mañana desayuné allí, dos huevos fritos bastante mal hechos con un pan congelado por el interior, pedí café con leche caliente (me pusieron café templado a pesar de insistir q la leche la quería muy caliente) pedí vaso de agua y tuve q pedir un hielo porque esta caliente … en fin parece que exigía mucho? El precio del café 4 euros! Total factura 10,5 por mucho q esté en la milla de oro me parece carísimo para la calidad y servicio
Maravilloso sitio, con la atención exquisita de Ismael, una apuesta segura para cualquier ocasión. Hemos vuelto y Volveremos sin duda. Gracias Quintin, gracias Ismael
Bonito lugar, pero te cobran 6-12€ por un pequeño aperitivo de chorizo y galletas saladas que no puedes rechazar. Dijeron que está "en el menú en letra pequeña". También diré que ofrecieron un menú en inglés, que nunca recibí, y nunca me trajeron la bebida que pedí hasta el final después de aproximadamente 4 preguntas/recordatorios. Por el precio y la supuesta calidad del restaurante, el servicio y las tarifas secretas adicionales son terribles.
Los platos son pequeñas raciones muy ricos Lástima que están todo el tiempo corriendo para que comas te vayas y que pase el que sigue tal vez no es la idea de los que nos gusta disfrutar de la mesa y la buena cocina.
La ensalada hecha de camarones es deliciosa, las guarniciones y el queso también son muy fragantes, y los platos principales de cerdo y res son de nivel medio. ¡El ambiente es muy bueno!
Fui ayer a cenar. TENIA RESERVA PARA 4 DESDE HACE UN MES. LA CHICA DE MELENA CORTA RUBIA DE LA ENTRADA, me atendió fatal, super maleducada y prepotente. La comida NO TIENE EL NIVEL QUE REFLEJA SU PRECIO. No volveremos ni lo recomendaremos. Una pena, porque el establecimiento es precioso.
Restaurante de moda en Madrid, una recepcionista rubia de media melena que NO debería de estar atendiendo al público, porque además de faltarle modales y educación, cuando reclamas que la mesa que te da para cuatro, no entran más que tres, contesta mal y es muy soberbia y grosera. Suerte que había un señor al lado nuestro que seguro tenía algo que ver con el negocio ya que al darse cuenta de nuestro enfado consiguió que nos cambiaran a otra mesa. La comida normal, el servicio lento y muy despistado, siempre se olvidaban algo, pero cierto es que el local es precioso y está muy bien ambientado, lastima la empleada que ya te decepciona desde que entras
Fuimos a cenar y espectacular. Muy bien atendidos por Alejandra y Andy, muy profesionales y amables, algo que escasea hoy en día. Sólo pondría un problema, estuvimos cenando abajo, hacia muchísimo calor y sinceramente había tantísima gente tanto arriba como abajo, que las medidas de distancia del covi no se respetan. Sólo ese pero pondría!
Una coca cola, 2 copitas de cerveza que no llegaban a ser caña, 20€. Un robo, ni en el hotel Ritz cobran esa salvajada. Un timo en toda regla y un robo a mano armada. No ir, es el sitio más caro que conozco y te visitado 60 países.
Experiencia buena, pero no para repetir. Fui a cenar con mi pareja y pedimos tartar de alcachofas y anchoa, steak tartar y merluza con un vinito blanco. La verdad que todo estaba bien, pero nada más, y me parece que por los precios que tiene en comida se podría esperar algo más, al tartar de alcachofas y el steak les doy un 6, la merluza un 8. También hay que considerar dentro del precio que es una ubicación extraordinaria en plena calle Jorge Juan, que el local está muy chulo y todo eso, así que como la comida le doy un 3.5 y al local un 4.5 de nota media pongo un 4. Además, ponen bastantes aperitivos para ir abriendo el apetito, un poquito de queso, mortadela y un cremita, detalles que se agradecen.
Adjunto algunas fotos, aunque no son de muy buena calidad dado que el local no tiene mucha iluminación.
Las Carrilleras, las croquetas y el Mencía están riquísimos, el servicio es bastante lento a la hora de traer las bebidas y la ración de Pixín es ridícula. Los productos son de Calidad pero.el servicio. Mejorable
La avaricia rompe el saco. Han puesto mesas hasta en pasillos de 1.50 de ancho. Cenadero industrial para hacinar provincianos que se esfuerzan por no parecerlo.
Extremadamente caro para lo escueto de sus platos! Tardanza exagerada (45 min para el segundo plato) Un jamón ibérico, que de ibérico nada de nada, 18€ media ración! y un cachopo que más que cachopo eran cuatro bocados de uno entero! Para no volver ni aconsejar! Eso si, muy bonito
Fuimos a cenar ayer en familia con una reserva para cuatro personas. La recepcionista que nos atiende una chica rubia, la cual solicitamos su nombre y no nos lo quisieron proporcionar nos sitúa en una mesa para tres personas en la cual no cabíamos. Al comunicárselo nos dice que es la mesa que hay y que no hay más. Tuvimos que incomodar a la mesa de al lado para poder sentarnos. Al rato otra chica nos acomodo en una mesa de cuatro. El servicio lento, se les olvidaban las cosas que tenían que traer, la calidad de la comida no se ajusta al precio final. Una experiencia poco agradable en un restaurante de madrid que tiene mucho nombre. Lamentándolo mucho no repetiremos ni lo recomendaremos
Te recibe una recepcionista grosera y con muy malos modales, como si estuviera haciéndote un favor. Trata mal a los clientes. Los dueños de estos locales no lo ven? La recepcionista que han contratado no está a la altura de las pretensiones de este establecimiento. Sales un rato de paseo, a disfrutar, y una “recepcionista” mal educada o no educada… quién lo sabe… te arruina la mañana. Qué pena! Con los esfuerzos que harán los dueños por mantener en pie sus negocios…. Penoso… Llegas allí y ves que los camareros están de los nervios. Será que esa recepcionista no sabe hacer su trabajo? Sitio nada recomendable. Un 0!
Quedamos encantados con la comida y sobre todo con el servicio del joven camarero Marcos de Coruña, súper atento y excelentes recomendaciones. Volveremos cuando estemos en Madrid!
PÉSIMO. Te atienden como si estuviesen haciéndote un favor. La recepcionista mal educada y con malos modales. Horroroso. Es un sitio pretencioso pero no da la talla. La persona que te recibe se carga todo el esfuerzo que quizá los demás estén haciendo por este establecimiento. Nada recomendable.
Buen restaurante, la verdad que no puedo decir nada malo, servicio y atención una maravilla, la comida exquisita, el ambiente del lugar hace que te sientas agusto y pases un agradable almuerzo o cena.
Me encanta el ambiente de este local. Tomar un vinito en la barra, es ideal antes de sentarte a comer o cenar. Las fabes están espectaculares. Si que es cierto que los precios no son económicos, pero a mí me merece la pena
Puffff, muchísima gente. Nos pusieron una mesa baja (enfrente de donde cortan jamon) al lado de una pasarela con lo cual el trasiego de gente era constante y también el de los camareros trabajando. Precios muuuuuy caros, se pasan bastante
Reservamos mesa para 7 personas una semana antes, al llegar, la recepcionista, que no te mira para hablarte nos hizo esperar casi media hora pero lo peor fue al bajar al sótano, nos tenían preparada una mesa de 4 con 7 servicios, una vergüenza, nos fuimos sin comer.
El horario muy bien puesto nos hemos desplazado hasta la puerta a las 9 para volvernos a casa y encima la dependienta no responde mal y diciendo que no miramos en Internet el horario cuando pone que se abre a las 9 y se lo hemos enseñado y ha dicho que es un fallo del informático de una manera muy muy borde. Ya no volveremos
Es un sitio de encuentro con un ambiente muy agradable, con platos exquisitos y originales, voy siempre que estoy por la zona, pero la próxima vez que vaya me aseguraré de que me atienda Geraldine, es profesionalidad en estado puro. A Elena no la quiero ver ni en pintura, muy desagradable, tosca, y amargada. Como reza un proverbio chino: “Quien no sabe sonreír no debe abrir la tienda”
Lo que es inadmisible es que la encargada eche la broca a sus trabajadores delante de todo el mundo. No tenemos por qué presenciar esos espectáculos tan desagradables. Hay formas y formas
Fui a una presentación de un showroom, un destino informal, de 4 personas.cuando vas a un sitio así esperas que te traten bien. A nosotros nos atendió, creo, que la encargada.pues vamos, que será prima del dueño, porque la atención fue bastante mala. Mi hermano ha ido otras veces y dice que a él le atendieron bien.pero en mi opinión, cuando vas a un sitio de estas características, esperas una exquisita atención.
Me ha gustado pero no repetiría, prefiero el resto de los locales del grupo. Comimos un tartar de atún que estaba aceptable, unas alcachofas ricas y un steak tartar Rico. El personal agradable y el Local bonito. Muy caro.
Quintín tuvo un antes y un después tras la pandemia. Cuando las cosas van bien… es un error cambiarlas. De la encargada no hablemos (la española de pelo castaño que lleva americana, rellenita con pantalones ajustados vaqueros y tennis blancos)
Local bonito en su decoración, productos selectos tanto en la frutería y su carta, personal amable, pero los precios muuuy caros. Tampoco les hace falta bajarlos ya que no faltan clientes y la zona selecta en la que está situado.
Precioso, una decoración estilo pub. Ellos dicen que imitan a los colmados. En cualquier caso, merece una visita. Un café 2,40€. La decoración y el servicio se pagan.
The host/supervisor at the entrance was a bit pretencious. We had to wait for 15 minutes until a waitress received us. The place is beautiful and the food really good, although a bit too pricey.
No está mal, bien decorado, buenos platos aunque raciones un poco escasas, los precios son altos, reservamos una mesa para 9 personas, fuimos 8 y estuvimos un poco apretados. Te avisan que tienes 1: 45minutos para cenar. Un detalle que no me gustó es que compartes cubitera de las botellas con otras mesas, lo que puede dar lugar a equívocos.
Sitio recomendable para ir más por el ambiente y lo agradable y bien q lo pasas q por la comida q aunque buena, resulta desproporcionado la relación calidad precio, aunque hay q valorar el trato del personal y sus buenos vinos cavas y ostras
Lugar bonito pero abarrotado, mesas situadas en sitios imposibles.es como el metro en hora punta.como hay turnos tienes que esperar que dejen la mesa para poder sentarte y así se van acumulando clientes y aquello es un caos.para mí es un sitio que se salva por la comida que está rica y los camareros son muy agradables.
Sitio de moda, bien decorado y con gente guapa. Estaba a tope y nos tardaron en servir un poco mas de lo normal aunque el servicio estuvo bien. Al estar cerca de una de las ventanas del sotano se notaba un poco de corriente. La comida estaba bien elaborada
El restaurante es muy lindo y la comida es excelente. Comimos la burrata, el pulpo y luego el rabo de toro acompañado de un vino. El servicio también es muy bueno. Sin embargo, al estar en Madrid estaba esperando algo más, algo distinto por el precio que pagué por la cena.