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El arroz estaba rico. Me esperaba una decoración mejor y más platos típicos de ejipcto. La mayoría de los platos yaos hacia probado en otros sitios. Estaba casi vacío.
Mi experiencia en el restaurante egipcio fue decepcionante en múltiples aspectos. Las instalaciones parecían descuidadas y poco higiénicas, con una decoración anticuada y mobiliario deteriorado. La comida, lejos de ofrecer autenticidad, carecía de sabor y calidad. Los platos parecían recalentados y algunos ingredientes no estaban frescos. El servicio era lento y poco atento; el personal parecía desinteresado y no ofrecía información sobre los platos o recomendaciones. En general, la visita fue una verdadera desilusión, ya que no solo se pagaba por una experiencia culinaria, sino también por un ambiente agradable y un servicio amable, elementos que este restaurante lamentablemente no proporcionó.
Un lugar donde nada más entrar me llamó la atención el rico olor de la comida, el buen ambiente que había y relajante música de fondo de la comida tenía una gran expectativa que superaron me gustaría volver más seguido
Fuimos por fin a Samara que hacía mucho queríamos entrar a probar. Hay menú del día por 10€ pero con una sola opción tanto para primero como para segundo. Decidimos pedir un menú y varios entrantes de la carta y compartir.
Primero, los platos de la carta estaban bien de sabor pero tampoco excesivamente ricos, y por el precio (un dip de berenjena o de pimiento rojo, 8-10€) las porciones son muy escasas.
Segundo, la camarera nos dijo que el menú del día venía con una jarrita de agua — bien, pide mi pareja agua y le pregunta si lo quiere fría o del tiempo. Luego le trae una botella y se lo cobra. Se lo comenté al traernos la cuenta y me dice que si pedimos una botella de agua que va aparte del menú — vale, sí, pero no pedimos una botella de agua, pedimos agua y nos trajiste una botella. Me parece un poco tramposo la verdad.
Resultado final: expectativas no cumplidas, no volvería ni lo recomendaría.
Menú degustación para dos muy rico y con muchas cosas variadas, hummus, falafel, baba ganoush, varias carnes, arrocito.y postre con pastelitos con pistacho o nueces y ricos tés. Las dos chicas que nos atendieron (creo que una es la jefa de sala, puede que la única camarera en sala; y una de cocina) fueron EXTREMADAMENTE amables. Es una gozada que te atiendan tan bien a pesar de todo el trabajo que tenían. Muchas gracias!
Restaurante egipcio situado en la calle Hartzenbuch, bocacalle de Fuencarral, es una buena zona cuando sales un sábado y está todo petado, porque al estar un poquito apartado hay mucha menos gente y se puede encontrar sitio para cenar en los múltiples restaurantes. Por esa misma razón entramos en este local y tengo que estar agradecido porque así pudimos cenar. Madrid es maravilloso menos en Navidad que no hay quien vaya!
Trato muy cordial y comida distinta, me recordó un poco a una mezcla de griega e india. El restaurante no es elegante, es un poco bar. La comida estaba buena se nota que es casera, los kebab de cordero al carbón y la crema de berenjena asada estaban muy buenos, aunque siendo sincero he ido a indios que me han gustado un poco más.
La comida espectacular, no he comido nunca en un egipcio como este, todo muy bien elaborado y todo limpisimo, súper casero. La dueña es encantadora nos trató con mucho cariño y amabilidad, a pesar de que fuimos con un bebé que lloró y lloro. Volveremos con asiduidad. Nos encantó! Totalmente recomendado.
Nos regalaron una experiencia de wonderbox y como nos gusta mucho probar comidas nuevas, vimos la posibilidad de venir a este restaurante egipcio y nos ha gustado mucho. La experiencia incluía dos menús degustación, con cremas frías, falafel y carnes al carbón, acompañadas con arroz egipcio. Y para finalizar, en lugar de un postre, un té con hierba buena, al estilo marroquí (supongo que en Egipto también se sirve así) Nos han tratado realmente bien. Volveremos.
Es un lugar acogedor, la decoración es hermosa y hay muchos lugares donde puedes disfrutar de la comida. Muy bueno y bien organizado. ¡No debes perderte!
Hemos venido a cenar por un cofre wonderbox y ha sido una muy buena experiencia. Hemos comido un menú degustación y estaba buenísimo, además las explicaciones y el trato de diez, altamente recomendable, volveremos a probar más cosas de la carta.
NEFASTO.hemos esperado literalmente más de 1h a que nos sirviesen. Han traído algunos de los platos principales primero (repito después de 1h de espera), al rato otros y finalmente el primero de los entrantes. El pan de pita y muchos de los platos estaban fríos. Para colmo a la hora de pagar no habían llevado un registro de lo consumido y nos habían anotado 3 platos combinados de más (!) - lo que supone un incremento en la cuenta de casi 50€-. No lo recomiendo en absoluto. NO IR, REPITO NO IR.
El camarero un incompetente e impresentable total. Más de una hora esperando y se había olvidado de traer la bebida, preguntar si quedaba cuscús a la cocina y de pasar nuestro pedido. Hemos terminado en un asiático, nagoya, donde el trato y la cordialidad del servicio afortunadamente no tiene nada que ver con el Samara.
Hemos tenido que esperar mucho tiempo para la bebidas, más de una hora de espera para la comida, los entrantes después de los principales, todo ha salido al revés y hemos comido lo que no hemos pedido. Servicio muy lento y después de tanta espera la comida fría. Además nos un intentado cobrar tres platos de más, nos inflaron la cuenta como quisieron. Nada bueno reseñable.
It was quite a disappointment. Food served was half cold, meet that should come from grill was half cold and rice looked like cooked yesterday and heated several time in microwave before serving. Three stars for service, zero stars for food.
Normalito, la comida no se parecía en nada a la que comí en Egipto. El fatoush no llevaba zumaque sino vinagre de Modena y, pese a ser la ensalada, nos la sirvieron después del resto de los platos. La muhammara espectacular, pero el pan de pita no acompañó: recalentado en microondas, con lo cual estaba blandengue y reseco en algunas partes. El falafel ni bueno no malo y el bolsillo de kofta poco aromático de postre pedí baklava, que estaba muy rico
Lentos en todo, más de una hora para atendernos, los entrantes llegaron al final, y todo estaba frío …. El menú degustación llego incompleto. Llegamos a las 3 y a las 5 seguían faltando platos. Para colmo, la cuenta la han hecho a ojo e intentaron cobrarnos tres platos de mas, los del menú degustación se quedaron sin la mitad de los platos por un menú de 20€ por persona. Una lástima porque parecía cool: (
El peor servicio que he sufrido en mi vida, sitios así no se merecen estar abiertos, tu no puedes tener solo una persona en cocina cuando tienes todo el comedor reservado que ya sabes las personas que vas a tener, es vergonzoso esperar una hora y media para que te atiendan, luego no te ponen lo que pides porque no tienen sin haberlo avisado, este restaurante no se merece ni una estrella.
Terrible. Tardaron más de media hora entre que terminamos los entrantes y trajeron el plato principal. Luego este llegó con el cordero frío y seco, y se equivocaron en una de las cosas que pedimos. El plato combinado de cordero cuesta 15,80€ y francamente, no lo vale, era casi todo un arroz malísimo, y cuatro trocitos de cordero secos (y fríos, como ha dije). El resto de los platos nada especiales y, sin duda, caros para lo que son. No os lo recomiendo, francamente.
La comida parece que está rica, pero el servicio ha sido extremadamente lento: Han tardado mucho en tomarnos nota, en preparar la comida, y para servirla lo han hecho en dos momentos distintos, de tal manera que se ha enfriado. Además se olvidaron de sacar uno de los platos. Creo que si mejorarán el servicio y la rapidez de la cocina sería un muy buen restaurante.
Fuimos con un cofreVIP. En cuanto nos sentamos nos dijeron que solo podíamos pedir bocadillos y la bebida no estaba incluida. Esto no era lo que ponía en el libreto del cofre, ahí ponía que se incluían bebidas, entrante y dos platos. Tardaron 1 hora en traernos los dos bocadillos que, por otra parte, eran bastante pequeños, por lo que nos quedamos con hambre, así que, tuvimos que comer después en otro lugar. El servicio es pésimo, además de lento, el camarero es muy maleducado. Pondremos reclamación en consumo por no coincidir lo que ofrece el cofre con lo que en realidad es. Hacemos un llamamiento a todas las personas que estén pensando en regalar un cofre de estos que no lo hagan, son un timo muy grande. Adjuntamos fotos.
Local más bien cutrecillo, con muchas posibilidades de mejora. Sin aire acondicionado. Servicio correcto, camarera agradable pero un poco lento. En cuanto a la comida, esta buena pero es bastante cara para lo que es. Ensalada pequeña con distintas elaboraciones como Hummus, tajina, yogur y berenjena 15€. Plato combinado no lo recomiendo. El 80% es arroz hervido sin ningun sabor, la carne estaba buena pero pusieron exactamente 4 trocitos, el resto del plato ponen tajina. Por este plato que pedimos recomendados por la camarera, nos han cobrado casi 20€. Creo que deberian mejorar los platos (sobre todo el arroz) o bajar los precios porque no se corresponden con lo que ofrecen.
La comida es deliciosa. Auténtica comida egipcia, deliciosa y cocinada con esmero y cariño. De lo que pedimos, la pastela, el bolsillo kabab de cordero y el muhammara estaban deliciosos, el arroz egipcio bastante prescindible. Salimos a 15-20€ por persona, y el precio muy bien.
Eso sí, es un sitio de servicio lento, que es un poco lo que se paga porque esté prácticamente recién hecho.
Hace mucho tiempo que conozco este sitio y siempre sospeché que eran un poco guarros pero, pruebas fehacientes de que la cocina estuviera igual que la barra a la hora de la comida, llena de cacacharros sucios desde la noche anterior, no tenia. Hoy he comprado unos bolsillos para comer y dentro del mio, pegado al pan había un chicle de menta, usado. Comprobado, un sitio súper guarro. Nunca más volveré, aun sigo escupiendo. Que asco!
Trato amable, comida deliciosa y es de toda la vida. Muy recomendable. El bolsillo de pollo riquísimo y los postres para chuparse los dedos (literalmente)
El local es antiguo, del siglo pasado pero nada pretencioso. Las comida está muy buena y nh el servicio es amable. Las cremas de garbanzos (hummus) y berenjena (baba ganug) están muy buenas, al igual que las carnes al carbón que las asan al instante. La carta es amplia pero se centra en las especialidades al carbón. Muy recomendable por su relación calidad/precio
El trato ha sido muy bueno, pero han tardado mucho tiempo entre platos. También hemos apreciado descontrol en el servicio, lo que ha producido que nos sirvieran tarde, por detrás de otras mesas que habían pedido después, llegando por lo tanto frío el combinado de carnes.