Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Hoy he estado en la única sala que tiene el Pequeño Cine Estudio. Un cine sin nada de comida, con muchísimo romanticismo, y demasiado pocos asistentes, muy amables, eso sí. Éramos menos de diez, nos hemos saludado antes de la película, hemos compartido una breve charla sobre otras películas, y al final hemos puntuado la que hemos visto. Una agradable experiencia. Si vas, llega diez minutos antes del inicio del pase, da las buenas tardes a los que te acompañarán y disfruta.
Se anuncian como cine accesible para silla de ruedas. Lo cual es falso. Una vergüenza, ya que una va con la ilusión de ver una película y no puede ni cruzar la puerta. Dejen de anunciarse como cine accesible
Ofreciendo buen cine minoritario en versión original desde 1977 (aunque con un largo paréntesis en que fue sala x). Único caso ya en Madrid de sala única con ciento y pocas butacas que sobrevive. Proyección y sonido correctos (aunque no haya altavoces laterales, sus películas no suelen necesitarlos). Butacas mejorables (algunas ya están medio hundidas, pero siempre hay donde elegir, el cine nunca se llena y los pases no son numerados). Venir a este cine es más bien un ejercicio de amor al cine como visión de una película en una sala oscura. Por mi parte, yo, que vi en este cine hace decadas El Acorazado Potemkin, L'espoir, Roma de Fellini, Satyricon, Moliere y muchas otras, visitaré esta sala cuando la película lo justifique con la esperanza de que sobreviva muchos años más.
Sin duda a los que tenemos ya una edad te lleva a tu infancia.un cine pequeñito pero con gran encanto, merece la pena ir a ver una película, te sientes como si estuvieras en casa. Sin duda volveré a ir.
Un bonito lugar para disfrutar del cine, a pesar de sus limitaciones lo recomiendo para pasar una tarde agradable. No esperen un cine como los de Pozuelo, este es más acogedor.
Un lugar sucio, oscuro, donde no puedes ni comprar una botella de agua, ni nada para comer y encima los productos de la máquina expendedora llevan más de un mes caducados. Las entradas son de las más cara de Madrid y eso que este ligar deja mucho que desear en calidad de imagen y sonido de las películas. Debería de estar cerrado. No volveré a ir nunca.
La diferencia entre ser cinero o cinéfilo estriba en haber visto aquí una película por lo menos una vez. El patio de butacas recuerda al que había en los antiguos cines Lumière antes Oxford. Abstenerse espectadores palomiteros y suscriptores de Netflix.
Cine pequeño pero con encanto. Echan películas clásicas y algunos estrenos como Falling. Estuvimos solas el día del espectador. Tienen una colección de proyectores muy chula. Lo único un poco negativo es que el patio de butacas necesitaría una pequeña reforma, pero es una sala muy auténtica.
Nos esperaron para iniciar la película porque llegábamos tarde. Se me cayó el móvil en la sala, no lo encontrábamos y le pedí que me llamaran si lo encontraban. Al cabo de unas horas me estaba llamando y pude recuperar el móvil. Además, tienen películas que no hay en otros lados.
Me ha gustado mucho la película La Buena Esposa en el Pequeño Cine Estudio. Me parece un lugar encantador y ofrecen cine independiente que suele ser interesante.
Un lugar muy entrañable para todo los que hemos trabajado en el cine, con bien llamado La Catedral del Cine. Por cierto estos ulti.is dias no he podido acceder sl lical, por unas obras interminables del Canal de Isabel II, esperemos queden resueltas lo antes posible.
Maravilloso, íntimo, mágico, como una orquídea en mitad de una planicie yerma. Un fuente contra la sed de la vulgaridad. Así es el Pequeño Gran Cine Estudio. Para los amantes de lo verdadero.