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Deliciosa la comida y hasta el postre! El famoso flan sin huevo una exquisitez! Cesar y todo su equipo al completo una Maravilla como bien representa el nombre del restaurante! Les deseo todos los éxitos del mudo y nos vemos muy pronto! Prometido! ️
Realizamos una reserva para 8 personas con bastante antelación y unos días antes de que llegara la fecha llamamos para avisar de que finalmente seriamos 6 personas. Intentaron cancelarnos la reserva al bajar el número de comensales pero, insistiendo, conseguimos qur nos la mantuvieran. El día antes de la reserva recibimos un correo en el que se indicaba que para que ésta se mantuviera teníamos que hacer un depósito de 80€ que luego se restaría de la cuenta común. Aunque sobre esto no se indicaba nada a la hora de realizar la reserva, llamamos al restaurante para confirmarlo e intentamos pagarlo, pero el enlace no funcionaba, por lo que finalmente nos mantuvieron la reserva sin realizar el depósito. Por fin hoy hemos ido a comer y, aunque el cocido realmente estaba bueno, el camarero seguía insistiendo en que era una faena que al final fueramos “solo” seis, que siempre le pasaban cosas de ese tipo y, teniendo la reserva hasta las 15: 45 hrs, sobre las 15: 18 hrs nos ha pedido que nos levantaramos porque había gente en la barra que quería comer. Es una pena toda la situación que se ha generado, porque como indico el cocido estaba bueno, pero no creo que vuelva.
Segunda vez que repetido para comer su cocido y sin duda no será la última. Cocido bastante rico y abundante a un precio correcto a la calidad recibida, no probamos otros platos porque ya con el cocido sabíamos que íbamos a tener más que suficiente comida. El personal es bastante amable, muy atentos, sin llegar a ser "pesados". El local es bastante pintoresco y por ponerle una pega, el salón de abajo tiene una acústica un tanto ruidosa.
Ambiente agradable. Muy buen trato de los camareros amables y atentos. Comimos cocido que estaba muy bien. Dos comentarios que hicimos al camarero. La comida mas caliente al llegar a la mesa y quilibrar con más garbanzos y menos carne. En general nos agradó mucho
Servicio regular, la camarera de la barra me retiró la copa de vino antes de terminarla y no era muy agradable, ni adiós nos dijo. Las aceitunas de aperitivo estaban buenas. Precio un poco caro.
Hemos ido a comer por primera vez aquí, será la última.
El cocido no estaba mal, aunque nada del otro mundo y desde luego no para ese precio. El rabo ha sido una gran decepción, seco y duro, la carne no se separaba del hueso, que es lo que tiene que ocurrir, viene acompañado de 3 patatas fritas. La salsa rica.
Cuando lo hemos comentado desde pues de comer, nos han ofrecido un chupito como compensación, penoso!
La comida exquisita, recomiendo el tomate rosa estaba delicioso y los pimientos con ventresca. La atención excelente, buen servicio.muy atentos y pendientes del comensal, sin atosigar.
Realmente un lugar fuera de serie, excelente gastronomia y el auténtico estilo original de Madrid con rincones con encanto como su bodega para hacer reuniones con amigos o colegas
Me encanta este sitio, voy mucho. Hoy nos ha atendido Carolina es una camarera extraordinaria y nos ha tratado fantástico. Este sitio es mítico, recomendable 100%
El cocido delicioso, pero tuvimos un malentendido con unos chupitos que pedimos y cuando le hice el comentario a una de las camareras fue muy maleducada y borde. Lástima pues el camarero que nos atendió al principio fue excelente, pero la camarera arruinó la experiencia con sus formas.
Encontramos algo típico con azulejo de 1866! Fue una pasada ver un local así! A lo que veníamos era a probar el cocido y no defraudó. Caldo con fideitos para tres y luego el resto para dos. Uuuf ya tienes que venir con hambre para poder acabarte todo. El producto es bueno y el punto también.
Hace honor a su nombre las mil maravillas. La comida toda exquisita. Los garbanzos manteca pura. La bebida; cerveza fría y bien tirada, el tinto Rivera Biberios rico rico quizás un poco frío. Y de postre helado, cafés y crema de orujo. La atención muy profesional y amable y por último la cuenta razonable.
Servicio excelente, nos aconsejaron muy bien, la atención de diez, el cocido buenísimo y el trato espectacular, nos hicieron sentir como en casa. Lo recomiendo 100%.
La atención un 10/10 la comida genial todo en su punto, la carne riquiiisima te hacen sentir que eres parte de la famllia.totalmente recpmendable 10 de 10
Muy recomendable el sitio, disfrutamos mucho. Nosotros pedimos: - Tortilla de callos - Rabo de toro - Cocido en tres vuelcos Buenísimo todo y a precio razonable. Los cuencos de cocido muy muy abundantes, y con opción a repetir. Los postres están bien, pero no se pasan.
ESPECTACULAR, amabilidad, servicio, atención, calidad, estilo e información sobre las recetas propias de los más galardonados En resumen una magnífica experiencia digna de repetir
Una experiencia contradictoria. Me habían hablado muy bien del sitio y de su cocido. Pues de los 3 platos que te sirven, la sopa excelente, la verdura con verduras.etc seca, el último plato la carne seca. A pesar de esa el sabor de todo es rico
Sitio acogedor, servicio de 10 y platos típicos madrileños muy muy. Pedimos la tortilla con callos, el cocido madrileño y el rabo de toro. Todo perfecto tanto en cantidad como calidad. Está todo buenísimo. Lugar totalmente recomendable. Para repetir!
Hoy hemos comido en este lugar. No nos ha parecido bien que nos hayan servido un chuletón de vaca vieja de 1kg escaso, y nos hayan dicho que pesaba 1,550 kg a la hora de pagar. Sin mas explicaciones, digamos que no es la primera vez que comemos carne y además conocemos perfectamente tamaños y pesos. Fué un engaño, pero no habrá mas.
Toda una sorpresa esta pequeña taberna madrileña con un cocido en tres vuelcos en el que no puedes paras de repetir y una torrija de postre espectacular.
Una taberna tradicional en la zona de Goya. Las croquetas muy ricas. El rabo de toro y los huevos con boletus y trufa buenísimos. Todos los días tienen cosido en tres vuelcos.
Un lugar para perderse y comer un buen cocido. En ocasiones hay que huir de los lugares concurridos y habituales para encontrar un sitio tan fantástico como este. Una decoración castiza que recuerda al Madrid auténtico, atendido por excelentes profesionales como Omar nuestro camarero. Pero si algo tengo que destacar es la amabilidad y l buen hacer de su dueño o gerente Cesar a quien agradezco su trato tan hospitalario. Repetiremos siempre que vuelva a Madrid y aconsejaré a mis amigos que vayan a comer uno de los mejores cocidos y buenos callos a la madrileña.
Un lugar emblemático, un cocido de verdad y sabroso y, lo mejor, un servicio de 10. Felicidades! Una taberna/bar/restaurante, recomendable en tu visita a Madrid.
Espectacular! Así en una palabra. Maravilloso como el nombre del restaurante, ese cocido hecho en 6 horas, la presentación, la calidad y cantidad de la comida. Que no te gusta la sopa, no te preocupes se sirven los garbanzos (junto con la verdura del cocido) y el compango por separado, así puedes servirte a discrección. (madre mía que ricos los distintos tocinos, la gallina y el chorizo) Se agradece y mucho los condimentos que preparan para que disfrutes, aún más si cabe del cocido, sobre todo, si te gusta comerlo como a mi con la piparra. Dispone de un saloncito para comer con tranquilidad. Sinceramente reserva porque obviamente no suele haber mesa libre. Deja espacio para el postre, en nuestro caso pedimos los tres: El tiramisú, no tenía casi sabor (ni rastro de café, ni amareto) y la textura muy dura. La tarta de queso y la torrija (sí torrija sin estar en semana santa) estaban muy ricos, tanto en textura como en sabor. No te agobies si como es normal no puedes con todo, tienen el detallazo de prepararlo para llevar, sopa incluida. Aprovecha la cercanía con el Retiro para bajar el cocido y tener un día de lo más castizo.
Vine por el Cocido Madrileño y la verdad colmó mis espectativas, un plato abundante, con mucha variedad tanto de carnes como de verduras y tubérculo, muy delicioso, la atención es muy buena, la dueña es espectacular, un artista (pintor) colgando sus cuadros y tratando a los clientes con amabilidad.
La verdad es que nos llevamos una pequeña decepción, los fideos un poco escasos, mucho caldo y pocos fideos, garbanzos de bote, mucho tocino y poca carne, verdura muy justa,
Después de hacer con anterioridad una reseña muy positiva cómo cliente frecuente, tras la visita de ayer quiero destacar la mala educación, grosería, mala profesionalidad y prepotencia, de un empleado que dice llamarse César, el cual en un principio se negó a darme la hoja de reclamaciones tuve que llamar al 092. Empleados como este es el responsable de esta reseña. Pueden observarse las grabaciones de las cámaras de seguridad de el martes 28 de septiembre entre las 19: 30 y 20 horas aprox. A la espera de entregar la hoja de reclamaciones en la OCU. Atte. Carlos Bravo. Al llegar a mi domicilio publicaré fotografía de la hoja reclamaciones. -
Te sientas en la terraza y nadie te avisa, pero cuando estás a media consumición y sin habernos avisado antes de sentarnos viene el camarero y con muy poca educación va y te dice que a las 13: 30 la tiene reservada. Que nos fuéramos vamos! Inaudito. No es que fuera cliente habitual pero una o dos veces al mes iba. Nunca más. Y para colmo, bajo al baño y veo la cocina donde el cocinero con toda su poca vergüenza está cocinando sin mascarilla. ¡¡¡¡¡EL COCINERO! Uno oriental (no vaya a haber dos) ALERTA COVID-19 Además 3,30€ por una cerveza. Cada vez mas caro Bye, bye
Muy tipo tasca bonita, buen cocido y caracoles excelentes, la salsa un poco clara, lo comenté y dijeron que tomarían nota. Camareros muy atentos y una bodega buena. Volveré. In
Hoy hemos comido en este magnifico restaurante torrezno y cocido completo. Calidad superior maravilloso sabor y atencion exquisitas por parte de los camareros y en particular por el jefe de sala / dueño. Opcion 100% recomendable para comer un gran cocido en madrid. No lo dudes. Reserva y conocelo
Llevaba tiempo queriendo ir a este sitio porque pasó por ahí todos los días y su fachada llama mucho la atención, como una de esas tabernas auténticas madrileñas. Los camareros (o al menos uno de ellos) cogen las patatas que te ponen con la cerveza directamente con las manos y las ponen en el bol, de hecho sin ningún disimulo, ya que las patatas están justo en el ventanal que da a la terraza. Acto seguido le ves limpiándose las manos en los Vaqueros. En incluso acarició a mis perros! La cerveza, que vale 3.50€, no tiene fuerza. No probé nada más, pero con lo poco que experimenté no puedo dar más que 2 estrellas.
El local que ocupa fue antes la muy clásica CASA PUEBLA, de la cual no queda ni el más mínimo vestigio. Lamentable, pues no han respetado la placa que en el chaflán recordaba tal establecimiento.
Lugar entrañable y decoración antigua castiza, muy amables y atentos. Tienen menú, carta y sugerencias. Variedad, calidad y precio razonable, carta de vinos bien, cerveza bien tira y fría.
Es una taberna pequeña y muy típica, parece que entras en otra época. Hemos tomado dos vermuts en vasos nada apropiados por lo pequeños y encima con cuatro cubos de hielo enormes, con lo cual había un dedo de vermut, de aperitivo unos trozos de longaniza reseca y unas patatas zapateras. El precio 2,90€ cada uno, nada barato teniendo en cuenta el mini vaso y el cutre aperitivo. Hemos entrado atraídas por el local pero no repetiremos seguro.
Tomamos el aperitivo, a base de vermouth de grifo con una ensaladilla estupenda. Todo lo que vimos alrededor nos pareció muy apetecible, lástima que no hubiera sitio para comer. El menú de degustación con 2 entrantes, pescado y carne, postre y vino incluído parecía muy aconsejable, por 40 €, lo mismo que el cocido en 3 tiempos o el de vigilia. Volveremos.
Buen cocido. Tarta de queso muy recomendable para el que llegue a la última etapa. Salón estrecho arriba y de dos turnos. Abajo también hay un salón. Muy bonita decoración castiza.cabe denotar las buenas atenciones. Preparan platos para celíacos.
Es un lugar al que solía ir, hasta ahora. Tras gastarme 20€ en tapas y vermús cuando quise usar el baño, me dijeron que estaba cerrado porque ya lo habían limpiado. Eran las 17.15 cuando en teoría el domingo se cierra a las 19.00 h. Las tapas son más caras que en otros bares de la zona del mismo estilo. No volveremos
A pesar de estar lleno nos consiguieron acomodar (2 personas) en poco tiempo. El ambiente es excelente. Me recordaba a las tabernas antiguas de la zona castiza de Madrid en las que todos los parroquianos se conocían y te acogían como uno más. En 5 minutos ya charlábamos con clientes y empleados como si nos conociésemos de siempre. El vermut de grifo de calidad y la comida excelente. César se encargó de que todo estuviera a nuestro gusto.