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Tradicional taberna española. La comida está bastante bien y los camameros son muy amables! Javier y José hacen que la visita sea muy agradable. Los precios están bastante bien. Se ha vuelto muy popular, así que recomiendo que hagas una reserva antes de ir! Es una joya en el barrio de Las Letras.
La comida es muy muy muy buena. Las croquetas de jamón, calamares fritos, la ensaladilla, patatas bravas, callos, la tabla de quesos, la tarta de queso y la torrija, todo estaba muy sabroso; pero la atención muy mala porque solo había un camarero que atendía las mesas y no se daba abasto, lo que provocó que la experiencia no sea del todo de mi agrado.
Esta demasiado lleno. Supongo que a eso se llama morir de éxito: Estuvimos en la barra más de 25 minutos y no nos llegó la tapa que habíamos pedido; el vino, que también tardaron un montón en ponerlo, era exquisito, eso sí. Y eso que los camareros, los pobres, no paraban si un segundo.
Podría ser un sitio emblemático de madrid, ya que está en el barrio de las letras… no sabría como empezar… mala atención, por falta de personal. El vino de añada muy antigua, dorado y a precio de 4.50 la copa de vino Albariño Pedí Anchoas de Cantabria en pan de cristal y tomate Y lo que pusieron, es pan de Hogaza con anchoas normales y corriente de lata de 1 kg. Para ser una taberna antigua clasica de madrid, la música que suena es reggetton… (no es que esté en contra)
Resultado final. Mal atendido Muy caro Y no corresponde a las tabernas castizas! Ahh sin dejar de lado, que hay cubos de plástico en el local, para recoger el agua o las goteras del aire acondicionado.
We went there for dinner and the food seems to be overrated. The pig ears were quite bad to our tastes, sticky and oily. Maybe we just went there too early and the kitchen was not working fully. The place itself looks nice with good atmospheres.
Lo que pedimos estuvo rico, pero hubo sobre todo un detalle que ha afectado a la puntuación. Nos pusieron unas aceitunas que ya estaba en la barra y que eran de otros clientes.
Taberna flamenca que aparentemente prometía mucho, pero no fue así, solo hay un camarero para atender la barra y todas las mesas, hicimos reserva y entramos a las 9 de la noche, salimos a las 12, PESIMO SERVICIO, tuvimos que preguntar en varias ocasiones si se habían olvidado de lo que habíamos pedido, pedimos agua y vaso con hielo, pero el vaso nos lo trajeron vacío y tuvimos que esperar a que terminase de atender otras mesas para pedirle que nos trajese hielo, así fue con todo lo que pedimos, en fin, un auténtico despropósito. Una lástima, pero si no meten más personal, recomiendo no ir.
Estaba todo muy bueno. Si es por la calidad de la comida se merecen un 5. Pero había dos personas atendiendo, una más joven que fue muy atento y otro señor más mayor que según entrabas te decía que estaba todo reservado y no hacía intención de buscarte un hueco.
Una taberna espectacular. Buen servicio. Rápido y atento. Platos típicos de la cocina madrileña. Buenos productos. Nos ha encantado la ensaladilla rusa y la oreja. El champiñón relleno es obligatorio. Conviene reservar.
Fuimos por recomendación; una decepción que sorprende porque en tantos años de recorrida por los más variados restaurantes madrileños, es la primera vez que encuentro uno tan malo. Más de 40 minutos de espera, para traer una ración de mollejas de cordero incomibles, se ve que en el apuro se le habían quemado (les tuve que recordar que estábamos esperando las raciones ya que sólo habían dos mesas con gente aparte de nosotros y ni se me ocurrió que se hubieran olvidado de nosotros con un restaurante casi vacío). La segunda ración vino peor. No comimos nada y tampoco nos cobraron los platos que devolvimos intactos, pero si pagamos el agua y la coca (que ahora que lo pienso no deberían haberla cobrado). Cuando trajeron las raciones no nos habían dejado ni platos, ni cuchillos, ni servilletas. Desastroso es poco.
Espectacular: todas las tapas que pedimos competían entre ellas por ver cuál estaba más sabrosa: croquetas de jamón exquisitas, patatas bravas en su punto, mollejas de cordero super sabrosas, caracoles picantes.picantes, champiñón relleno cubierto con huevo de codorniz y dados de bacalao tan generosos como en su punto. Muy buen servicio por parte de la gaditana Elena, amable, rápida y simpática. Pedimos medias raciones y unidades individuales, según la tapa, tomamos 2 copas de cerveza cada uno y pagamos 22,5€ por cabeza. Una maravilla de cena y de experiencia. Super recomendable. Viva Elisa! Aúpa Cádiz!
Really great food. Service a bit erratic and if you don’t speak Spanish be prepared to suffer ordering. Once that hurdle is over the food and the atmosphere is great. I would come here again although not cheap.
Amazing! The food was great, people extremely friendly and helpful. We ordered waaaay too much food and the waiter gave us our dishes one after another and asked us if we still wanted the others - so sweet of him because we really were too full. The place is also beautifully decorated and has a great laid back vibe. Have some vermouth and definitely try the salmorejo!
Entramos al ver la fachada y por dentro no decepciona, es un lugar con personalidad. El vermut muy rico y lo ponen acompañado de una tapa. Parada obligada si estás por la zona.
Taberna típica madrileña que nos garantiza el buen comer. Bonita decoración y buena comida. Las croquetas están muy ricas y la tarta de queso deliciosa.
Taberna bonita y muy cuidada. Normas covid garantizadas. Servicio amable, divertido y servicial. Comida espectacular. Esas manitas de corderos, esos sesos rebozados en una cama de crujiente de bacalao, esas judias con rabo de toro.las torrijas, la tarta de queso templada al horno. Un sinfin de maravillas. Volveré sin lugar a dudas. No es un precio de taberna típica, es algo más caro, pero la calidad y la cocina siempre tienen un precio. Triciclo no defrauda
Super recomendable, sobretodo si está Javi, que te hará sentir como en casa. Las cañas mejor tiradas y una taberna de referencia en el centro de Madrid!
La comida muy buena. Lastima que no valió de nada por la mala atención y sobre todo la falta higiene por parte del camarero.vino sin mascarilla unas cuantas veces a traernos las raciones.nunca nos habíamos encontrado esa falta de respeto hacia el cliente y a la situación epidemiológica. Un lugar para no volver
Somos clientes habituales desde hace mucho tiempo, pero el espectáculo que ayer se vivió en ese sitio a la hora de comer fue vergonzoso. Un grupo de unas nueve o diez personas (incluidos varios niños que vagaban por el local de un lado a otro y que en algún momento estuvieron incluso subidos encima de cámara frigoríficas dentro de la barra) se encontraban de pie tomando cervezas en la barra (consumir de pie y en la barra, ambas cosas siguen prohibidas en la Comunidad de Madrid) ocupando todo el espacio de la entrada y el paso de clientes y camareros hacia las mesas para comer. Nosotros estuvimos sentados en una pequeña mesa para tomar algo para más tarde tener que pedir al camarero si podíamos cambiarnos a otra mesa tras que esta gente estuviera encima de nuestra mesa, sin mascarilla, gritando e incluso dejando en la mesa de al lado que no está para nada distanciada un tupper con una Mantis Religiosa que se fueron pasando y enseñado unos a otros anteriormente. El resto de clientes que entraban y preguntaban si podían tomar algo en la barra quedaban atónitos ante la respuesta negativa del personal del lugar mientras que toda esta gente estaba bebiendo una caña tras otra de pie, en la barra o incluso en la calle (también prohibido pero en esta ocasión no temporalmente por la pandemia) ; ante la falta de acción de los camareros sobre este grupo supongo que son los dueños (y/o amigos de los mismos) que decidieron montar su fiesta personal mientras el local estaba abierto al público, incomodando tanto al personal que estaba trabajando como a los clientes consumiendo (intercámbiamos miradas atónitas con un matrimonio mayor de alemanes que estaban visiblemente incómodos) y sin respetar ninguna de la normas sanitarias actuales. Lo dicho, un espectáculo lamentable.
Capitati per caso durante il nostro viaggio a Madrid, ottimo posto ed ottima cordialità. è stata per tre giorni la nostra tappa fissa per bere e per mangiare. Grande Avier
Perfecto sitio para tapear o tomar unas raciones. La cocina nos pareció de bastante calidad. Las cañas pequeñitas, no da tiempo a que se calienten y bien tiradas. Hacia mucho que no veía estos quintos de vaso en Madrid. Un gustazo. Javier, el camarero que nos atendió, un fenómeno.
Con Javi al mando es triunfo asegurado, vaya crack de camarero. Recomendado por un compañero y desde el minuto uno te das cuenta que estás en el lugar adecuado para disfrutar, ambiente auténtico y encima, todo muy bueno. Nos veremos pronto!
Original sistema de menú al que llaman "para hoy" Alubiada muy generosa y deliciosos pimientos de piquillo rellenos. Personal sobresaliente, amable y servicial. Con sentido del humor.
No conocía nada de la comida típica de Madrid y me ayudaron a elegir. Me pareció muy lindo el lugar, comí una croqueta, un champiñón relleno y unas patas de calamar frito, todo muy bueno. Me regalaron un arroz con leche que estaba también muy rico. Recomiendo!
Es un local clásico y tradicional, con azulejos, sillas de madera. La carta es bastante corta y es de racciones típicas españolas La atención es correcta. Sobre las medidas covid no puedo opinar mucho porque cuando fui había picos clientes (no sé si respetan.) Respecto a la comida, recomendable la oreja y mejillón tigre. Es lo que más me gustó de lo que probé. Precios un poco caro, porque las reacciones son escasas en cantidad.
La comida al standard de cualquier restaurante de Madrid con precios del grupo TRICICLO, la atención al standard de cualquier restaurante de Madrid (sub standard del continente y 2sub standard del mundo) y también sub standard del mismo grupo TRICICLO.
Una taberna castiza del Barrio de las Letras de 1906 que antes de dejarse morir por la modernidad de estos días, fue “salvada” por el grupo Triciclo, que tiene 3 restaurantes más en la zona. El local está igual, y eso es lo que nos gusta: los baldosines antiguos en el suelo y en la pared, las botellas antiguas, los carteles antiguos de Mahou y las pizarras colgando con la información de los platos típicos y sugerencias. Me gusta más que para comer, para tomar un buen aperitivo buen vermut y cerveza! Las tapas son de muy buena calidad. Eso es lo que ha conseguido el grupo que hay detrás. La carta es bastante variada: típico cañí con gildas, croquetas (muy buenas), cecina (también muy buena), bravas, caracoles, boquerones, champiñón relleno o un rico chicharrón con guindilla y cebolleta. Sensacional la anchoa sobre pan con tomate.riquísima. Además hay platos más contundentes como callos, mollejas o manitas de cordero. El tomate ecológico con jamón ibérico no me acabó de gustar por el aliño. Buena ensaladilla rusa y pisto manchego. De postre, las fresas con nata (que es helado).
POSIBLEMENTE EL MEJOR ENCARGADO DEL MADRID CASTIZO, ¡Excelente opción para tomar el aperitivo con amigos en Madrid!
Es un local de una planta en la zona de Las Cortes (Madrid), con varias opciones alrededor para cerrar la comida con otros licores. La relación calidad/precio de la carta es inmejorable.
El servicio es muy atento y tiene el mismo encanto que los demás restaurantes del grupo Triciclo; siempre intentan acomodarte lo antes posible. Desde el dueño hasta el último camarero, hacen que la experiencia sea muy agradable y acogedora.
La calidad de sus productos es un 10/10; probamos su infalible anchoa de Santoña con pan de cristal y tomate; la croqueta cremosa de jamón ibérico; nos encantó compartir la oreja de cerdo crujiente con mojo y salsas.y nos quedamos con muchas ganas de probar sus premiados callos a la madrileña.
Por último, no nos fuimos sin antes tomar un chupito de pacharán invitados por la casa.
Como buena tasca madrileña, su cerveza de grifo es Mahou, ¡Esto es un plus importante!
Lo más probable es que volvamos repetidas veces y con distintos motivos, y excusas. Muchísimas gracias por tratarnos tan bien y sobre todo por el esfuerzo que hacéis combatiendo la nueva normativa.
Excellent plats traditionnels, parfaitement cuisinés, dans un cadre authentique. Bonne playlist de musique, et par dessus tout excellent service d’Emilio, personne géniale et passionnante
Sitio agradable y bien situado. El mayor problema es que cobrar 3 euros por una cerveza Mahou me parece excesivo, un tanto "engaña guiris". Las raciones están bien pero los precios son muy altos. Una ración de bravas a 9 euros me parece poco menos que peyorativo. Aún así, para tomar una cerveza tranquilamente, se agradece.
Nice and cosy atmosphere in this welcoming restaurant, good either for a fast stop as a hungry tourist, either for a dinner with friends or just for a beer or a glass of wine, which will be served along with one random tapas, always welcome and appreciated. Very nice!
Un servicio pésimo. Han tardado cuarenta minutos en traer las bebidas, y en total hemos tardado dos horas en comer, con los platos principales traídos por tandas. Para colmo, el encargado no se ha dignado en disculparse, recluyéndose en la cocina. Pero claro, se seguirá llenando. Una lástima.
Perrenece al grupo EL TRICICLO eso ya re da una garantía de calidad en el producto, el servicio muy atento y el ambiente muy bueno. Deben cuidar un poco más la limpieza de algunos de los elementos decorativos, es la unica pega. La carra es muy apetecible y acorde con la decoración.
Fatal, hemos entrado para comer pero no nos han hecho ni caso. Hemos dicho venimos a comer, y nos han sentado en una mesa ridícula estando todo el local vacío. Hemos pedido vino pero ni rastro de la carta sin hacernos caso, menos mal que han traído unas olivas que si no. Conclusión nos hemos levantado pagado el vino y nos hemos ido
El servicio pésimo, leeeeentos muy lentos con media hora de espera por racion estando la taberna casi vacia, los precios muy caros aunque las raciones estaban muy buenas. No repetiremos.
La nueva Taberna de la Elisa no tiene nada que ver con la tradicional Taberna de la Elisa. Quedé allí con un amigo y mi decepción fue total cuando vi en lo q se ha convertido.ni siquiera tienen Guinnes. Quizás se merezca otra puntuación, pero no es La Elisa en la que he pasado grandes momentos
Fantástica comida en taberna clásica de Madrid. Los tigres, las croquetas de matanza, las mollejas o la oreja crujiente son espectaculares. Sitio que no hay que perderse.
Que decepción. He traído a un grupo de amigos de fuera de Madrid (17 personas) y he quedado fatal. Los camareros unos bordes y sin conocimientos profesionales. Una lentitud inexplicable estando el bar medio vacío. El vino buenísimo.pero no volveré. Habéis perdido un cliente.
I didn’t have a comfortable experience here. I came here because I read nice things about the place. I ate and drank at the bar so I only interacted with the bartender. He was not welcoming or friendly at all, clearly had no idea what he was doing and did not know the menu. The food was tasty but it doesn’t taste so good when you just feel very unwelcome the entire time. There is lots of friendly service elsewhere in Madrid.
Empezamos comiendo muy bien los platos ricos, pero al final tardaron en traer los últimos platos siendo solo dos mesas y el pisto nos defraudó bastante estaba salado. Y no se disculparon ni por la tardanza ni por como salió el plato.
Taberna clásica y castiza con azulejos de frases "viejunas". Se agradece la posibilidad de pedir medias raciones. Por poner algún defecto, las manitas y los caracoles no son los de mi madre
Vamos, vamos, vamos ya por la fachada te entran ganas de entrar y luego una vez que entras pues como afuera, una taberna típica con sus buenos vinos y sus aperitivos con sabor antiguo. Todo estupendo, una pena que estos sitios se están perdiendo, gracias a Dios hay gente que intenta mantenerlos en la memoria.