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Sitio tranquilo. La atención y el servicio fue rápida. En cuanto a la comida, todo riquísimo. Recomendadas las costillas y la hamburguesa especial de la casa
Hemos ido a comer una familia, 7 personas y empezando porque las costillas baby no estaban muy jugosas, pero bueno, pasables. Lo peor ha sido el trato. Una de las hamburguesas ha venido mal, la habíamos pedido con batata frita y venía con patata, la carne estaba fría y la hamburguesa medio caída y como aplastada, desde luego no parecía una hamburguesa de 14€! Cuando reclamo que no parece lo que he pedido una camarera comienza a decirme que si no he leído bien la carta, que si "para gustos los colores" y frases con cierto tono de desprecio que no me ha parecido propio de un sitio como este por lo que he pedido hablar con el encargado, ha llegado otra camarera súper amable que nos ha pedido disculpas por el error y nos ha ofrecido cambiarlo por otra cosa, le hemos dicho que sí y cuando se va para traernos la carta viene la que se supone que es la responsable y nos dice que aunque pidamos otra cosa la hamburguesa (que no habíamos probado) nos la va a cobrar igual! Nunca me he encontrado con esa respuesta en ningún restaurante, nunca, siempre que no me ha parecido correcto lo que me traen o no era lo esperado, me han dicho, amablemente, que si quería, me lo cambiaban por otra cosa pero hoy me he sentido mal, me han hecho sentir mal, el trato ha sido desagradable y las respuestas a mis quejas desde luego no han sido las esperadas y lo peor es que al final apenas hemos comido, se nos han quitado las ganas de los postres y de cualquier cosa y nos hemos ido sin comer y con un buen disgusto, desde luego que no volveré y no lo recomiendo para nada. Solo le doy las gracias a una de las camareras que se ha mostrado amable y comprensiva en todo momento.
Excelente cocina, excelente relación calidad-precio; comida deliciosa (¡las costillas estaban fabulosas!) Pero sobre todo el servicio del personal fue excepcional, muy acogedor y atento; especialmente Rafael y Fritz. ¡¡Te lo recomiendo mucho!
Fuimos toda la familia a cenar. Nos atendieron estupendamente, María fue muy amable con nosotros, fue muy educada y agradable, excelente servicio. Estuvimos muy cómodos y perfectamente atendidos. Sin duda volveremos.
Fuimos en familia a comer pedimos de entrante los mozarella sticks que estaban fríos, luego pedimos las costillas y lo mismo, estaban frias una hamburguesa y me u infantil de pollo y patatas. Terminamos de comer pedimos postre y no nos recogen los platos. Traen el postre del menú infantil y el mesero al ver que el niño aún tenía el plato de ña comida allí no se lo retiro y le puso el postre en frente y se retiro rápidamente tuvimos que llamarle para que se llevara los platos y solo recogió el del niño. Nunca nos llegó el postre al resto pedimos la cuenta y nos lo cobran. De verdad que nos gusta el sitio pero muchos aspectos para mejorar
Buena comida, buena atención. Siempre vamos y la atención es súper! El mejor Tony Roma's de Madrid, hemos ido a otros y este los supera por mucho. La última vez que fuimos fue hace una semana. Dani y su compañera nos atendieron muy bien. Gracias.
Que haya que esperar 25 min por un entrante.tiene tela, soy muy fan del Tony pero de este desde luego que no, siempre que vengo la misma historia, si algunos de los camareros estuvieran más atentos y menos de charleta y la cocina fuera más rápida, estaría mucho mejor.espero volver en un futuro y que hayan conseguido solucionar estos problemas.
La comida estaba buenísima. Pero éramos una mesa con 14 personas y tardaron media vida en servir. Los entrantes 50 min y los platos principales llegaron malamente. No saben gestionar grupos.
La comida está buena. Pero el servicio bastante malo. Han tardado mucho en tomarnos el pedido, 45 minutos después de pedirlo, aún no llegaba… solo las bebida. Que han sido 5€ por 2 botellitas de agua. La camarera no sabe cuándo estará la comida asi que He pedido la cuenta y nos hemos marchado sin comer. Y ni una disculpa por parte de camarera, ni del señor supervisor del salón. Más bien con mucha actitud.
Con niños funciona fatal porque tardan un siglo en darle la comida. Y si pides el menú infantil Delante de los peques a algunos les ponen un sobre con ceras y detallitos y a otros niños nadaaa. Mirando cómo otros si pintan y se divierten. No siguen la misma política de detalle para todos. Incluso comprando menú infantil. Que entiendo que si le pidas otro plato no venga detalle. He ido 4 veces porque la comida suele gustarme y cada vez el servicio va a peor en este Tony Romas.
El centro comercial esta muy bien pero el restaurante el personal es pésimo, pedimos un menú del día y tardaba mucho entre platos y platos, traian el segundo plato y no habían retirado el primero, para pedir el postre te tienes que levantar porque no había nadie en el rango estaban los 3 camareros en el otro rango, lo mejor de la comida el brownie con helado.
Muy satisfechos con el servicio ofrecido por la camarera ISABEL en el turno de comidas el domingo 12/2/23. Siendo muy servicial, agradable y buen hacer, lo cual es de agradecer. Felicidades
Las camareras súper agradables y atentas, el menú del día a buen precio y con buena cantidad de comida También tienen menú de merienda bastante variados y buenos, la galleta al horno riquísima
Muy mala la atención, 14 de febrero fuimos con un niño y nos discriminan a mesas aparte el área que no está adornada, no hay cócteles, la atención grosera terminamos por irnos fuimos como clientes y nos tratan como si llegamos a pedir limosnas
Por la comida no sé cómo estaba porque estuve esperando casi 40 minutos para una hamburguesa, y ver que al resto de las mesas y que les acaba la comanda llegando más tarde que yo pues me fui sin comer, una vergüenza. La próxima vez elegiré no ir.
Cenamos estupendamente, todo rico y buen servicio, mención especial para la chica que nos atendió, Anastasia, muy agradable y eficiente a pesar de su juventud. Gracias
Llevo sentada desde las 16: 40 son las 18: 31 y todavía no hemos salido del restaurante. Pedimos dos entrantes, 1 plato principal para cada comensal y de la hora a la que entramos hasta la hora que nos sirvieron pasaron unos 30 minutos como a la hora de ponernos las bebidas. Pedidos postres y café, a la hora de ponernos los cafés mas de 20 minutos para 2 cafés y un agua, mas de los mismo con los postres los cuales nos sacaron mal uno y la chica se excuso diciendo que nos habían tomado mal los postres y que no los tenían ni apuntados, vamos una vergüenza… son las 18: 43 y seguimos aquí, no lo recomiendo la verdad. Actitud cero, no se por que será ni si es por falta de personal o por que pero para no repetir. Gente que a venido después de nosotros a tenido las cosas antes.
Fuimos un sábado al mediodía a comer costillas, estaban riquísimas! (eran las St. Louis), para dos personas dan de sobra. Dani, el chico que nos atendió, majísimo, nos recomendó opciones de la carta y estuvo muy atento en todo momento. Volveremos sin duda!
Fuimos a comer un grupo de amigos, llegamos a las 16.40 y tardaron media hora en tomarnos nota, tenían 11 mesas y estaban todas con la comida servida, con lo que se supone que la cocina estaba tranquila, en ponernos la comida volvieron a tardar otra media hora. No todo queda ahí, una vez que queremos pedir el postre, tardaron también en ponernos los cafés, por supuesto sin cucharas ni azúcar. Sacan los postres mal, uno 15 minutos antes que los demás, se olvidan del batido y lo tenemos que reclamar. En definitiva, un desastre de atención por parte de todos. Mientras había camareros trabajando estaban otros empleados usando el móvil sin ser capaces de ayudarles. Una pena la verdad porque está muy bien localizado pero la atención es pésima.
La experiencia mala. He venido más veces y siempre tardan pero hoy se ha hecho eterno, te preguntan varias veces por lo que has pedido. Lo sorprendente es que el centro comercial no era de los días más llenos. No volveremos. Además, la ensalada tenía sabor a jabón.
Uno pensaría que tras esperar casi una hora para una mesa, luego al menos te van a atender bien, pero no. Desde que nos sentamos hasta pedir quince minutos, y luego hasta que trajeron la comida, literal una hora. Vamos, que echas la tarde en el Tony romas.