Umiko Restaurante Japonés Fusión

El camarero muy desagradable, muy maleducado y con un poco olor a sudor.
La comida de calidad.
Muy muy caro.
El servicio de agua 24€!

El local demasiado oscuro, poco iluminado no da pie ni a intimidad ni a estar agusto.
Decepción

Experiencia excepcional, calidad y servicio, , destacar la gestión de Alberto para solucionar un improvisto en la reserva y la rápida solución. Fué una cena para recordar! Nigiris muy pulidos y una cocina caliente muy bien ejecutada.
Para volver y recomendar 100%

Restaurante de comida japonesa con un toque fusión, nos gustó mucho. Tienen una carta elaborada con mucha variedad de comida. Buen trato del servicio que explica los platos y te recomienda
De lo que comimos sin duda nuestros favoritos fueron los ramen de carabineros y los niguiri de anguila y niguiri de vieira flameada!
El tartar de atún a la boloñesa no nos impresionó, mucha salsa y la calidad del atún no era tan buena. El revuelto de setas con curry tampoco nos encantó ya que las especias no dejaban saborear las setas.
Sin duda un restaurante para probar si quieres celebrar algo especial!

Umiko ha demostrado en los últimos 10 años ganas de crecer, de hacerlo bien y ponerle cariño en todo lo que hacen. Fuimos muy al principio apenas habían abierto. Hemos vuelto 9 años después. Pablo y Juan humildes, amables y volcados con su pasión. La nueva sala es espectacular. El servicio de cine. Tan bien lo pasamos y mejor comimos que hemos reservado ya para el año que viene. Pd: pasarse por UMIKOBAKE muy bueno y original.

Una experiencia divertida, platos sabrosos, e innovadores unidos a una gran calidad en el producto.
El local es original, divertido.
Como contrapartida los precios excesivos para la cantidad que ponen. Cuidado con los precios de los platos fuera de carta, preguntar antes.
La porra es un acierto, los guisantes lágrima una maravilla.

Comer en Umiko siempre es una experiencia. Es la tercera vez q vamos a cenar. La apuesta culinaria es excelente. Los platos son de gran calidad y sorprenden. En cuanto al espacio, reconozco que el local anterior tenía mucho más encanto. Bastantes mesas menos hacían de la experiencia un momento único. La atención era mucho más personal y al detalle. El local actual está bien, la atención es buena y la comida mantiene su calidad (aunque no han innovado con nuevos platos). En nuestra opinión, con el cambio de local se ha perdido esa magia que nos hacía repetir. No obstante, lo pasamos estupendo!

Tras 45 min de espera de nuestra mesa, tuvimos que irnos porque aún quedaba otros 15 minutos para poder sentarnos en la mesa.
Es la primera en un restaurante con soles Repsol o estrella Michelin que nos ha pasado algo así.
Nos quedamos sin cenar.

Mucho caos para intentar reservar. Primero me dejaron en espera al teléfono y nunca volvieron. Después pedí que me apuntaran en lista de espera y me dijeron que no, que lo hicieran por la web. Me apunte a la lista de espera por internet pero ahí no te deja elegir la zona en la que quieres.por tanto un poco inútil.

Local muy agradable donde puedes comer bajo reserva o en mesas altas si tienen hueco, ya que en esas mesas funcionan sin reserva. El servicio es encantador y muy atento. Probamos muchos platos, todos muy sabrosos. Nos llamó la atención en especial la porra de carabineros y el nigiri de anguila que estaban muy muy ricos, dónde además, el primero de ellos, sorprende muchísimo. Ganas de volver y probar el resto en mesa para probar platos que no están en carta cuando estás en mesa alta. Muy recomendable para los amantes del Sushi.

Una excelente experiencia, sin duda alguna repetiré, el pescado en general super fresco y de primera calidad, la boloñesa de atún impresionante y la porra de carabinero increíble, el niguiri de toro de los mejores que he comido en Madrid, tenían platos fuera de la carta y eso nos gusto muchísimo les recomiendo dejarse asesorar por los camareros que tienen una atención de 5 estrellas sin duda alguna un lugar muy recomendable.

Lugar demasiado pretencioso para lo que realmente es. Te intentan vender todos los platos fuera de carta nada más llegar sin ni siquiera haber pedido la bebida. Tardaron media hora para pedirnos la comanda. Los camareros estaban super perdidos y se liaban todo el rato. Supongo que por eso se equivocaron en la cuenta duplicándonos varias cosas. La comida está bien pero tampoco es la gran maravilla. En resumen, un sitio muy pomposo en el que pagas por la decoración más que por la comida. Hay mil restaurantes mucho mejores sin tanta pretensión.

Lo peor de todo la atención personal. Recibimiento pésimo y servicio en sala muy lejos de merecer un sol Repsol. Comida nada sorprendente.

¡Totalmente recomendable! He ido con mi pareja a celebrar nuestro aniversario y me ha sorprendido gratamente. No soy de comer cosas crudas o poco hechas y todo lo que he probado me ha encantado. El producto es excelente, los platos son sabrosos y originales, tienen un toque especial, diferente! Cenamos en mesa, y estamos deseando volver, esta vez en barra para no perder detalle. ¡¡Repetiremos pronto! Gracias a Juan y Pablo por el buen trato que nos dieron.

Una cena decepcionante.
Fuimos a cenar en pareja, teníamos muchas ganas ya que siempre habíamos leído buenas opiniones de Umiko y nos encantan los Japoneses.

En primer lugar que en un restaurante te hagan esperar a tu mesa mas de 20' me pareció un tanto raro, te sientan en la entrada y claro te pides algo que ya podrían invitarte por la espera.
El servicio no está al nivel de el precio y lo que se ofrece, nos pusimos en barra para que la experiencia fuera aun mejor pero fue todo lo contrario, no sabemos bien para que sirve porque nadie te habla, de hecho los camareros vienen por detrás a tu espalda e incluso te dan los platos por la izquierda o entre medias de ambos.
Notamos mucha tensión en la cocina y nadie te preguntaba nada si te había gustado etc.

Nos dejamos llevar con un menú y probamos algún fuera de carta como el Esqueletor tan famoso.ahí empezó nuestra experiencia que cada vez iba a peor.
El salmonete no tenía ningún sabor, le echamos trufa que no le iba nada bien pero es que te la ofrecían ellos para se supone 'mejorarlo'.
Una ostra cara a la que sin sentido le añaden caviar y erizo, y que solo sabe a Ostra como tiene que ser, no entendemos porque le añaden a una ostra algo mas que además no le aportaba NADA.

Probamos sus mejillones que realmente nos encantaron, llevaban una salsa como de mantequilla ahumada, ¿el problema? Que luego sabia todo igual.
Le añadían esa salsa a todo, incluso a los nigiris, el atún sabia a eso, la vieira igual.y así hasta el final.
Solo puedo destacar el nigiri de paella original y rico, y el de caballa que respetaba su sabor.
Pagamos más de 150€ por persona y nada nos llevó a Japón ni mucho menos nada nos supo a pescado y eso que trabajan con buen producto, algo que no entiendes.

Destacar que entre plato y plato esperábamos alrededor de unos 15' y eso si estas tomando nigiris, pues.apaga y vámonos, desesperante.

Por ello esas 3 estrellas que incluso deberían ser 2.
No volveremos a Umiko.

La comida es buena, pero muy muy escasa, salimos de allí con la sensación de no haber comido. Lo peor es que tardan muchísimo entre plato y plato, y aún habiendo un montón de camareros, tardan mucho también. Nos pusieron las bebidas y no nos dieron el qr hasta que pasó un buen rato y lo pedimos nosotros.
Creo que para lo que pagas, el servicio es muy lento y la comida muy escasa.

Buena experiencia, lo único el eskeletor con trufa que era una de las cosas que más ganas tenía de probar, no tenía mucho sabor

ATENCIÓN COMPLETAMENTE INDEBIDA Y POCO ACORDE A LA "SUPUESTA CATEGORÍA" DEL LOCAL
Llegamos al local a la hora exacta de la reserva (cierto es que por la tarde tuvimos que llamar para retrasarla, nos indicaron que no había problema). Hasta 3 cuartos de hora más tarde, no nos comenzaron a servir en nuestra mesa. El local estaba muy lleno pero me parece excesivo.
Por otro lado, la reserva se efectuó con un bono regalo por importe de 160 euros. En ningún momento se nos explicó que se nos iba a servir ni cuántos bocados íbamos a degustar. La comida buena pero la sensación de "no saber cuánto vamos a comer y cuando acaba" fue constante durante toda la cena.
Además, el tiempo entre una degustación y otra fue excesivo. Entendemos que son bocados que requieren gran elaboración pero en algunos pases el tiempo fue desmesurado.
Para concluir (y fue lo peor de todo) se nos trajo un mochi de postre para compartir (no se nos indicó que era el pase final del la degustación) que nos dejó "a medias" (al menos podrían haber ofrecido otro postre o duplicarlo, aunque conllevase coste). Automáticamente se nos trajo la cuenta a la mesa sin ofrecernos café, digestivo ni similar. El local aún estaba a medio vaciar y había gente cenando, nos sentimos "echados" del restaurante, no me gustó nada.
Obviamente había clientes a los que se les atendía "demasiado bien", obviamente "su bono" debía ser muy superior.
Desde luego nos quedamos con un sabor de boca bastante agridulce en cuanto a todos estos temas que, por mucho que la comida fuese estupenda, desmerecen mucho la imagen del restaurante en si.
Clasismo y dejadez, en resúmen.
Aún así dejamos propina y mandé correo manifestando mis quejas, por supuesto NO han respondido.

Buen restaurante japonés fusión con estupendos niguiris, tampoco debes perderte los platos calientes (nos encantó el morrillo), quizás lo más flojo, para nuestro gusto, fueron las porras. El phoshikos, además de simpático, está bueno.

La comida muy bien, nos sentimos un poco desatendidos para un menú degustación. 3 cuartos de hora para empezar a cenar con reserva, llegando en hora y el final de la cena un poco "huérfano".

Recibimiento muy frío, poco amable, incluso parecían enfadados. La atención en sala no mejoró. Mucha tardanza en ser atendidos y cena excesivamente lenta. Comida excesivamente purista para nuestro gusto. Nada nos sorprendió.

Todo un espectáculo, desde el espacio de la entrada, el servicio en sala y la cocina.todo de 10. El sumiller inmejorable recomendando con mucho criterio
Muchas gracias a todo el equipo

Un sitio muy agradable para comer, la comida es de buena calidad y tanto en ambiente como el servicio del que disponen es de 10, lo único malo es que hay platos, como uno que pedimos nosotros que consistía en tuétano con un poco de caviar y tostadas pequeñas de pan, que debido a la presentación no se puede comer bien, por ejemplo, las tostadas para el plato que pedimos nosotros eran tan pequeñas que se partían al más mínimo peso, también otro plato que consistía en atún y lo tenían presentado sobre una pequeña parrilla de metal con brasas, pero la parrilla no estaba pegada o sujeta de ninguna forma a la estructura y casi se cae varias veces el pescado. Por lo demás, todo muy bien

A very creative and quality experience. The ambience is cool but also cosy, the food is excellent and very creative, particularly loved the sushi, manufactured with perfect shape and taste. Our waiter was a bit odd but nice, the wine was good and well prized (we had el lebrero from callejo). A very nice experience. Recommended especially for a romantic dinner

Pinchazo casi total. Una pena, veníamos con muchas expectativas pero nos ha dejado más que fríos.
Por ir por partes, el producto es bueno y en algunos platos queda patente, aunque en algunos casos lo estropea la elaboración
Nos hicieron un menú, para 6 personas, que se componía de tartares, nigiris, plato caliente y postre.
Los nigiris sin ir más lejos venían muy calientes, en algún caso a punto de cocer la pieza de pescado, la verdad es que nos sorprendió que en un sitio con tanto nombre pasen cosas así.
El tartar con noodles, bien pero los noodles sin nada que te asombre, cocidos y punto.
En general en cuanto a producto y elaboración bien, pero sin nada que marque la diferencia con otros sitios en Madrid
En cuanto al servicio, lo peor, el sumilier no sé si existía o no, pero el vino lo elegimos nosotros, fuimos sobre seguro ante la poca claridad de la persona que nos atendía. Las copas vacías, teníamos que estar llamando permanentemente al ejercito de camareros, cosa que en un sitio de nivel, extraña.
Entramos a las 22: 00, hasta las 23: 10 no vino el primer plato, sorprendente y por supuesto decepcionante, sin embargo cuando se vació el local (nos quedamos solos por supuesto) venían los platos a toda prisa, como en un chino de barrio cualquiera. Lo dicho la atención muy deficiente, el producto bueno y la elaboración en algunos casos bien y en otros ciertamente extraña sin aportar nada al sabor del producto principal.
Para el ticket medio que pagamos >120€ hay muchas opciones en Madrid, mucho mejores, Kappo, Nakeima, Ikigai, Ugo Chan, una pena, íbamos con muchas muchas expectativas

Let’s start by the end. 295€
One could think it is not that much in a place like this, but when you agree with the waiter on a 80€/person menu you don’t expect a bill over 190€, am I right?

So when the bill came and my husband and I realized that it wasn’t a fix price menu and that they charged us by item, one by one, we asked the waiter what happened only to listen that he didn’t know what we were talking about because he was just bringing the bill. Ok, fair enough. We then called the manager who didn’t care that much and said that such a thing wouldn’t have happened if he had been our waiter and that, probably, was our fault because we kept eating and never said it was enough… are you kidding me? !

On top of that he asked us to point who had been our waiter (a very uncomfortable situation) and didn’t offer a solution. Not only that, but when paying (to another different waiter… no idea either why so many waiters…) and we expressed our confusion and discomfort he said that, maybe, next time we should clarify everything in advance. Ok, enough is enough.

Although the food wasn’t bad, the service was terrible and the experience horrible, mainly, because they made us feel stupid.
The worse thing? When talking to my uncle’s husband he said that he experienced the same thing (he, an executive having dinner with a few clients), so we kept wandering: is this the way they do business? Play dumb while charging a fortune to clients who will never go back and who left the restaurant angry and confused?

I don’t know, but I think nowadays there are too many good restaurants with an extraordinary staff in town to stand with such an unpleasant situations.

Thanks for ruined our night, folks!

Un año después, hemos vuelto a repetir para conocer el nuevo local, y como la primera vez, hemos salido encantados. La decoración impresiona y nada más llegar, como llegamos pronto, decidimos tomarnos una cerveza antes de entrar en el bar por hacer tiempo. Luego pasamos al restaurante, y nos pusimos en sus manos que creemos que es como mejor se disfruta en Umiko, sin prejuicios y siempre que estés dispuesto a pagar. Cuando empezamos a notar que era suficiente, les avisamos para ver qué quedaba y poder ir terminando. ¿La experiencia? Un 10 redondo por su puesto: comida sorprendente, servicio atento y local con mucho rollo. Repetiremos!

Una pena de restaurante. Fui en julio con dos familiares y comimos fenomenal. Ahora, queriendo llevar al resto de mi familia, me cancelan la reserva por ser 7 personas, ya que su política es servir solo a 6 comensales. Parece que las familias numerosas estamos vetadas de su restaurante y no tenemos derecho a ir a cenar en familia. No vuelvo. Vergonzoso.

Muy apetecible y corta variada.
El producto es de extraordinaria calidad.
El sommelier, magnífico. Elcafé a 3 euros, desconcertante.
Volveré.
El chipirón, imprescindible. El local, precioso y la atención del personal inmejorable.

No sabria por donde empezar ya que fue una experiencia dificil de olvidar desde que entramos por la puerta hasta despedirnos.

El restaurante es muy original, en la entrada hay un bar con una decoración especial donde puedes tomarte algo y probar una carta diferente al del restaurante que esta dentro, un entorno diferente. Nos dejamos aconsejar por el jefe de sala y el sumiller y no se equivocaron en nada, nos encanto la comida, repetire porque nos quedamos con ganas de probar toda la magnífica carta que tienen.

Todo el personal muy atento en todo momento para que no te falte nada.

El mejor restaurante japonés fusión de Madrid. Una experiencia fantástica con explosión de sabores llenos de creatividad.

Una cena espectacular en Umiko, lo primero el local es un completo espectaculo, precioso. La atención es de un nivel increible, tanto cocineros como camareros muy amables. La comida estaba riquisima, los platos que mas nos gustaron fueron el ramen de carabineros y el nigiri de toro con grasa de wagyu. Aunque realmente todo estaba excelente.

Leo algunos comentarios y la verdad que me sorprende. Es la 3ª vez que voy y salgo encantada, tanto los platos como la atención siempre ha sido muy buena y obvio que quizá haya platos que no te gusten, que no es mi caso, pero que se diga que hay mala calidad me sorprende. El precio es alto pero está al nivel de la calidad. Entiendo que el que va allí a comer debe saber esto. Yo lo recomiendo. Muchas gracias UMIKO por la experiencia que es comer en vuestro restaurante y el nuevo local es precioso

Increíble experiencia.
Excelente calidad-precio.
Trato al cliente muy cuidado, ofreciéndose a resolver cualquier duda en todo momento.
Explicación de cada plato antes de degustarlo.

Producto de calidad, buena atención, rapidez y todo muy rico. A destacar la porra de carabinero, brutal.

One of the best Japanish fusion cuisines currently in Madrid. With a Kyotian staging and Nigiris which could well be hanging on any of the citi’s museums.
We loved the Toro, Eel and flamed salmon ones in particular. But the jewel of the crown would definitely be the Spanish Paella “Socarrat” Nigiri with white shrimp – you’ll want to leave them out of stock on this one.
Price wise it’s true that it’s upper range (60-70/PAX with wine) but worth every single €.

El peor restaurante que he ido En Madrid. Una completa estafa. 105 euros por persona por la peor calidad de sushi que he probado en mi vida. Si tuviera la posibilidad de poner 0 estrellas se las pondria.

Sorprendente! Llevaba tiempo con ganas y la verdad que no nos decepcionó. Recomendable el tartar de toro, el temaki tb de toro, las ostras, el curri rojo.bueno muchas cosas, un verdadero homenaje que repetiré. Y maravillosa tb su carta de vinos.

Si solo van dos o tres persona recomiendo comer en la barra y ver como preparan todo.

Me he ido muy decepcionado del restaurante por las recomendaciones que existen de este y su sol, para empezar la entrada al restaurante muy sobria ácida no es cálida, pese a que hay que reservar porque siempre está lleno asegurándose una buena caja, muchísimo personal dando vueltas a lo loco, te dejan solo un buen rato hasta que aparece alguien por fin a ofrecer agua y desaparece tras otros 10 minutos, aparece quien trae el código qr te dice que ahí está y te lee las sugerencias fuera de carta, personal sigue apareciendo distintos camareros plato tras plato que ni saludan y te dicen lo que tienes en la mesa tan rápido que no te enteras y cuando vas a decir que has dicho han desaparecido, la comida es verdad que es producto de calidad eso se nota y saborea, para mi gusto no encontré nada en los platos el ramen y un tartar de atún acompañado con los mismos fideos fríos que más bien parece algo chicloso en boca más que un soba bueno acompañado de esos productos excepcionales porque si había sabor pero la pasta fideos se carga todo el plato, los niguiris más pequeños que he comido jamás y caros por cierto, entendí que es fusión pero no comprendo porque se cargan el niguiri con el vinagre se va todo el sabor del pescado, finalmente un curry de 24 euros que con suerte había dos cucharas para comer y el arroz otra vez vinagre a tope, siendo un gran arroz el que ponen, para mi no vale la experiencia absolutamente pagar un exceso y salir con muchísima hambre, los vinos estaban muy bien, pero hay muchísimo mejores lugares en madrid para comer este tipo de comida no digo que esta calidad sea barata pero al menos comer y sales con gusto de haber pagado lo cual no tuve esta sensación en este restaurante

He vuelto a ir, y me ha gustado más que hace dos años. Nos han servido menú de 60 euros por persona que ha sido exquisito. La bebida no está incluida. El personal encantador.

Bastante rico la verdad, daban en el clavo con todos los platos. El postre es pobre, pero en general como en cualquier japo. Muy bien en general.

Magnífico.
Es la segunda vez que vamos y nos ha gustado incluso más que la primera vez.
En esta ocasión cenamos en la barra, y poder ver cómo Juan y Pablo preparan los nigiri y otros platos es toda una experiencia. Además estuvieron muy pendientes de que todo estuviese a nuestro gusto.
Platos fusión con producto de primerísima calidad. Pedimos a la carta y nos recomendaron pedir 4 entrantes, unos 6-7 nigiri y un plato principal para compartir, lo que es perfecto para dos personas.
Aunque todo está espectacularmente bueno, el nigiri de anguila, el de socarrat y el de salmonete son nuestros imprescindibles, junto al tartar de toro y unas navajas (fuera de carta) increíbles.
Con una botella de vino salimos a unos 90€ por persona. Aunque no sea un restaurante para ir a diario, a nosotros nos parece que está más que justificado y seguiremos volviendo para ocasiones especiales.

De 10. Trato, limpieza servicio, comida. Ir a la barra de umiko es un placer en todos los sentidos.

Ha perdido bastante, siempre lo he recomendado pero ahora se respira estrés en la atención y servicio… cantidades escasas y no muy rápidos

¡Exquisito! Una experiencia muy recomendable. Niguiris y platos muy originales que fusionan cocina japonesa y española. El trato bueno y agradable, ysi quieres te pueden preparar un menú. ¡Con ganas de volver a probar más!

Ubicado a escasos metros de la Casa Suecia en el centro de Madrid, Umiko ofrece una carta muy original, un japo con un guiño a la cocina española. A destacar el tartar de atún, las “clochinas” con mantequilla, y obviamente, los nigiris que nunca fallan.

Restaurante agradable. Servicio bueno y rápido. La comida sabrosa, para mi gusto los niguiris algo pequeños, como experiencia esta bien. Pero no es de los japos que más me han gustado de madrid por el precio que pagas. Dos comensales 158,50€.

Restaurante excelente, moderno y de calidad, estaba todo buenisimo y super sabroso. La atención inmejorable, cuidando todos los detalles. Me pareció muy curuosa la explicación de cada plato. Repetiremos

ESPECTACULAR. Cocina japonesa nada al uso, que no para de sorprenderte plato a plato. Y lo digo con convicción por acabar justo de salir de cenar. Materia prima de primera, los niguiris espectaculares, el tartar de 10 y el curry de atún un acierto seguro.

Para volver sin duda. Felicidades a los chefs y al servicio, muy atento y rápido. Precio muy ajustado para la alta calidad de la cocina, con 45€/ persona y saliendo con sensación de haber cenado espectacular.

Un 10. Nos dejamos asesorar y nos elaboraron un menú donde cada plato era sorpresa. Rondó los 100€ pp pero mereció mucho la pena. Todo riquísimo, muchísimo sabor, producto excelente y mucha originalidad. Lo recomiendo muchísimo.

Fascinating take on Japanese cuisine. The prawn ramen dish is truly unique. The twists and fusion done on the sushis is unprecedented. Don’t miss out the miso soup.

Quienes me sigáis desde mis inicios (Marzo 2018), habréis observado que estoy empezando a abrir mi abanico a gastronomías que antes no frecuentaba, como la Japonesa. Tras ir descubriendo sitios de “precio medio” (30-50€) tenía ganas de dar el salto a alguno más “bestia” y andaba con la duda entre Kabuki y Umiko. No sé si culpa del azar o de lo bien que había oido hablar de este último decidí lanzarme a la aventura.

Umiko se halla próximo al congreso de los diputados. Encontramos un recogido local con una llamativa barra donde acosejan sentarse y fue mi opción imprescindible para acudir. Así lo hice saber a la hora de reservar (algo necesario, suele estar bastante transitado). Una vez confirmen tu reserva, tendrás que dar los datos de tu tarjeta, como hacen ciertos restaurantes de renombre; afortunadamente no te harán un precargo, simplemente a modo de depósito.

Sentarse en la barra es toda una experiencia. Ves el producto, como lo manejan, preparan, emplatan. Mi acompañante y yo acudimos con hambre y decidimos ponermos en manos del chef para pegarmos un verdadero festín. Prueba de ello son los 21 platos que probamos, de lo más varipintos, tal como veis en las dos publicaciones anteriores o en el ticket de la cuenta que tenéis aquí deslizando en las fotos.

Una de las bazas de Umiko, de lo que todo el mundo habla, es su producto. No puedo estar más de acuerdo. Cada bocado rebosa calidad. No obstante, calidad no siempre va reñido a satisfación. Me explico: Hay platos que me han parecido muy buenos. Otros increíbles. Otros sin más. De 21 es normal que haya de todo. El tema viene en dicho nivel de materia prima repercute en el precio. Pago 24 por un Ramen o 8 por dos Nigiris que me han sorprendido encantado (Sí, ya sé que no es tan desproporcionado, también os digo que son más pequeños que en sitios de menor categoría), sin embargo, he encontrado unos postres la mar de originales de los que no dudo del enorme talento que ha habido detrás a la hora de crearlos pero no me han impactado. Para mí si reinterpretas algo ha de saber al menos igual o mejor que su versión original. Muchos me mataréis, pero yo disfruto más una Pantera Rosa de euro y pico que lo que me encontré en Umiko. Pagué 6 veces más por algo que no me ha terminado de convencer. A ello le sumamos lo pequeño que son las cantidades de cada cosa = te dejas la cartera o te vas con más hambre de la que has entrado.

Considero que Umiko es otro nivel, que el producto se paga.pero me paro a pensar y me lanzo la siguiente pregunta: Si me cuesta dos veces más que por ejemplo St Globo Sushi Room o Nakeima. ¿Verdaderamente he disfrutado el doble? ¿No preferiría acudir dos veces a alguno de estos anteriores? Ahí os dejo mi reflexión.

El local es sencillo, nada pretencioso en decoración.
Es un sitio para ir con tiempo y tomarte las cosas con calma.
Llegamos y nos sirvieron las cervezas enseguida, pero tuvimos que esperar una media hora a que nos trajeran la carta (también es cierto que como estábamos a gusto no dijimos nada).
Tienen un menú degustacion abierto, lo cual es algo peligroso. Nosotros nos dejamos llevar y la cuenta final nos salió a 220€ x 2 pax. También es cierto que bebimos una botella de vino, las 2 cervezas y 4 vermuts.
Todo estaba buenísimo, los platos eran muy originales y sabrosos, y estuvimos agustisimo.
Quizá algún niguiri nos parece un poco caro, como el de paella. El morillo espectacular.
Para darse un homenaje.

Riquísimo todo, el toro se deshacía en la boca y la textura era espectacular. Todo el personal muy amable durante toda la cena. Comimos en barra y volveremos.

Muy buena experiencia. Muy recomendable.
Pedimos degustación y hay una cosa muy positiva y es que puedes pedirles que paren si no quieres continuar. Así pagas por lo que estás disfrutando. En nuestro caso, el tamaño del menú fue adecuado.
Comimos en mesa pero tengo que repetir en barra, que me he quedado con ganas.

Todos los platos estaban muy buenos y sorprendían. Si tengo que elegir 3, aunque es difícil, me quedaría con el niguiri de paella, el tartar de toro y las coquinas.

Me quedo com ganas de probar al menos dos cosas que en nuestro menú no tocaron:
- karumi al aroma hibiki
- bolognesa de atún

¡Repetiremos seguro!

Es un japonés fusión que está muy bien, recomiendo pedir el menú degustación en el que te van sacando platos hasta que les digas que estás lleno. Buen servicio, buena carta de vinos. Es caro, como todo buen japonés. Para una ocasión especial merece la pena.

Muy recomendable la visita al Umiko si te gusta la cocina japonesa, el pescado y algo de fusión. Todo delicioso. Es más entretenido sentarse en la barra y ver cómo preparan la comida. Eché en falta algún vino espumoso por copas, que le va muy bien a este tipo de comida.

Calidad espectacular, cantidad escasa. Pedimos un menú degustación de 70€ por persona y se quedó muy corto. El postre una pequeña bolita de helado, y para compartir. Eso si, estaba todo riquísimo. Destacamos el ramen seco de carabinero y el tartar de toro.

Increíbes niguiris y udon con carabineros. El menú es muy sorprendente pero un poco caro. La carta de vinos es muy completa pero un poco caros también. Buena experiencia para disfrutar de otro tipo de cocina japonesa en el centro de Madrid.

Festival de sabor y producto. No tienen un menú estandard, pero pueden confeccionar un menú a gusto y contando con los fuera de carta. Prácticamente todos los platos fueron sobresalientes. Un espectáculo que merece la pena si estás dispuesto a pagar el precio que cuesta, se llega a tal nivel de calidad que no sé si se aprecia y puede hacer que opciones más baratas sean igual de satisfactorias. El principal contra es la incómoda barra que no deja ver operar al equipo.

Primera vez en el restaurante, pero no serà la última, todos los elogios se han quedado cortos, mucha cocina, mucha pasion de toda su gente, más aun de sus capitanes, desde el minuto 0 te sientes como en casa, sin duda para mi, de los mejores japoneses que he visitado, felicidades chicos y pronto la próxima! No hay un plato a destacar, hay que dejarse llevar y guiar, todos los platos són brutales!

Pedimos un menú degustación en barra con vinos de Jerez y nos encantó. Producto de primera calidad. Muy buen trato. Apuesta segura. Conviene reservar con antelación.

Este restaurante ofrece una cocina de fusión japonesa y española preferentemente gallega con resultados magníficos. Lo que nosotros comemos estuvo todo muy alto nivel, destacando los nigiris de paella y el morrillo de atún cómo estrellas de la cena. En nuestro caso el servicio estuvo al nivel de la cena y fueron muy amables recomendando nos platos que nosotros no habríamos sabido pedir. La carta de vinos es también muy buena y sorprendente con muchas referencias nacionales y extranjeras lo que permite hacer maridaje con cualquier comida.
La decoración y el ambiente acompañan la experiencia. En resumen muy recomendable.

Segunda visita y la verdad que no me enamoró, niguiris muy pequeños de tamaño, si traen el arroz, la soja y demas cosas de japón tal y como nos explicaron también deberian de traer por lo menos una aproximación a los tamaños que alli manejan, se aprecia poco la materia prima del pescado con tanta mezcla, algunos si estaban ricos, otro se llevaba por delante el sabor las salsas, el niguiri de toro muy por debajo de las expectativas, de hecho dudamos de que fuera toro, resto poco a destacar, servicio muy lento, frio y distante, también detalle feo que te gastes un pastizal y no tengan el detalle ni de invitarte al edamame (4€) que te lo “venden” como aperitivo y ni lo pides tu, en resumen por lo que estas pagando hay sitios en Madrid de mucha mas calidad/placer como Kappo, Kabuki, Sushi 99 o Soy.

Fui con un amigo a darnos un homenaje en la barra de Umiko. El local es moderno y pretende fusionar el típico look de restaurante de sushi tokiota con una estética más urbana, pero lo consigue sólo a medias. El servicio es bastante atento, aunque tal vez demasiado formal para el ambiente que se pretende. Hasta aquí lo accesorio.

Comer en Umiko es una pasada. En esta ocasión preferimos ser cautos con los entrantes y limitarnos a pedir unas ostras peruanas (frescas y con un aliño sencillo pero original), unos mejillones con salsa de nata estilo belga (mejillones muy pequeños pero sabrosos, bien limpios y con una salsa golosa), y medio tartar de atún (atún de primera acompañado de unos ligeros tallarines de arroz que tal vez no aporten demasiado).

A partir de ahí nos pusimos en manos del sushiman para que nos pusiera nigiris hasta reventar. Un total de 24 piezas compusieron un festín de primera. Las menos inspiradas fueron la excepción (tal vez el peor pase fue un nigiri de sepia bastante insípido y correoso), y en general el nivel fue muy alto, con algunas piezas brillantes.
Mis favoritos fueron el nigiri de salmonete, el de vieira braseada on mantequilla, el de socarrat (sorprendente y muy rico; aunque no sea un nigiri convencional), el gunkan de cangrejo, el nigiri cordobés (genial; con salmorejo y huevo hilado) y, sobre todo, el nigiri de atún rojo con tuétano (BRUTAL).
Para rematar, terminamos con un temaki de toro con huevo (IMPRESCINDIBLE; contundente y muy goloso), un nigiri de wagyu que quedaba deslucido por una cantidad excesiva de sal y por último un nigiri de oreja muy rico.

Sin duda es uno de los mejores sitios en Madrid para comer sushi, con algunas piezas poco convencionales pero de máxima calidad.

Un detalle un poco feo que me llamó la atención fue que, tras gastarnos 120€ por persona en sushi, nos cobraran un café de Nespresso a 2,50€. Obviamente ni aquí ni en ningún otro restaurante tienen por qué invitarte a nada (aunque sería un detalle y en muchos locales sí lo harían aún con tickets mucho más bajos) pero tal vez sea mejor obviar esa propuesta o plantear otro café de más calidad.
Ojo, ese precio corresponde a una cantidad ingente de comida. El ticket medio seguramente ronde los 50 euros sin vino.

En cualquier caso, directo al top 3 de "japos" en Madrid para darte un homenaje de vez en cuando.

He ido varias veces y es un sitio con comida rica y original pero el trato al telefono y con el sistema de reservas es ridículo. La persona que te atiende cree que te hace un favor y no entiende que pagas por un servicio. Por suerte hay muchas otras opciones iguales y mejores.

Una gran experiencia, ver como te preparan los platos delante tuyo y te los explican una
maravilla. Los cocineros de 10 y los camareros también, un trato magnífico
Recomiendo reservar en la barra.

Un trato pésimo y una chulería inaceptable, te tratan como si tuvieras que darles las gracias por dejarte ir al restaurante. Inaceptable este trato a un cliente. Es una pena, porque habíamos ido más veces y la cocina es buena pero el trato recibido hace que no merezca en absoluto la pena. Hay muchos otros sitios en Madrid (como nos indicó literalmente una de las empleadas que trabaja ahí, al decirle que no nos parecían bien las formas y el trato recibido).

Cenamos ayer y todo estaba estupendo una cena distinta comida de fusion muy bien elaborada y el personal muy amable si se puede poner algo a mejorar que tardaban mucho entre plato y plato

Impresionante! Producto de excepcional calidad. De los mejores japo-fusión de Madrid. Para repetir muchas veces! Muy TOP!

El viernes repetimos en UMIKO y fue aún mejor que la primera vez, si eso es posible. Maravilloso. No defrauda nunca, todo excepcionalmente presentado, el producto tratado con delicadeza y conservando todo su sabor, qué respeto por la comida.por dios! Gracias por la excelente recomendación para maridar, un champan para repetir una y mil veces. Adoro este sitio, forever!

Nos gustó el concepto y la propuesta! El local parece hecho por Takashi Murakami y el personal es súper amable. El sabor del los platos, las recetas y el producto nos encantaron. Valoramos nuestra experiencia con 3/5 porque tuvimos que esperar 15 minutos entre niguiris y porque consideramos que la relación calidad/precio es baja.
(poca cantidad, muy caro y encima acabas con hambre)

Siéntate en la barra y disponte a disfrutar al máximo de creaciones fusión que no apagan el sabor de los productos sino que los amplifican y complementan. Imprescindibles los nigiris, su boloñesa de atún o sus porras rellenas. Los postres no están a la altura, pero el resto de elaboraciones eclipsan este inconveniente.

Terrible booking experiences. I tried to book a reservation online for my bachelorette party, but accidently booked the wrong date, as the calendar was flipped from what I was used to. I canceled it, then had a friend try to rebook, but she did the same thing. We could not cancel the second reservation, as it was under the same name, for the same time, and the system believed it was already cancelled.

So we tried going by the restaurant to tell them in-person (I was traveling through and don't speak Spanish, so unable to have cell phone service to call). They were CLOSED when they stated that they would be open. I was unable to tell them to cancel the reservation, as it was closed. I even tried to eat here that night (with my bachelorette party), but they were closed on a day stated open.

Then they emailed me about the wrong date reservation. I told them I didn't want it. It was within the free cancellation date (I have this confirmed with their stated policy for a weekday and the email time stamps). They charged my credit card a 75 EU cancellation fee, even though it was prior to the deadline.

I tried fighting it with my friend, who speaks Spanish translating, but they will not comply. They last said they are "looking into it", but haven't replied in over a month. TERRIBLE SERVICE AND EXPERIENCE. AVOID THIS PLACE AT ALL COST.

Sitio agradable, el servicio fantástico y comida muy buena. Las vieiras en salsa de mantequilla son impresionantes. Tomamos el menú degustación y se me hizo un poco corto (soy de buen comer) y más o menos 100€/pax.

So this is a nice place no doubt, Japanese kitchen and very well executed but extremely expensive for what it offers. The reason I say it's "ok" not good or great is that I found no consistency in the dishes offered, meaning some where really good others rather weak which is not ok given that it really is expensive. For this price range I rather go to other alternatives in Madrid

Quizas por las expectativas con las que iba pero me esperaba bastante mas de Umiko. Para mi, la experiencia muy por debajo de 99 o Kabuki. Lo mas destacado, la secuencia de nigiris. La decoracion del local y la iluminación lo convierten en un espacio algo frio y, a veces, las explicaciones de los platos se hacen un poco pesadas. En cualquier caso, es una apuesta valiente, que merece la pena probar.

Es de esos sitios donde te van contando qué vas a comer y cómo comerlo. La comida está muy bien (ojo con las faceras de atún con curry tailandés que te pueden cambiar la vida). El servicio es encantador y muy amable; el único pero es que quizá es demasiado servicial, pero puede ser cosa mía.

Mi favorito entre los japoneses de madrid. Excelente materia prima con un toque español. Carta amplia de vinos nacionales e internacionales. Viajo mucho a Japón pero umiko sigue siendo mi preferido. TOP TOP.