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Excelente recomendación por parte de la dueña del hotel donde me quedaba. Un bar conservando su esencia . Las dueñas un encanto. Me sentí como en casa además de comer estupendo. Volveré sin dudarlo.
Para tapear es una muy buena opción. Local pequeño, acoger, sencillo, sin grandes alardes.abstenerse sibaritas! Está ubicado en un callejón pintoresco, en el casco antiguo. Estuvimos tapeando por Caravaca y nos hablaron de este sitio. No defraudó, tapas y cocina típica a un precio muy bueno. Tiene mesas (pocas) dentro y terraza exterior ; aunque en invierno dudo que las pongan por el frío. El aparcamiento por la zona está complicado.
Personal desagradable, quisimos tomar algo y parecía que nos estaban haciendo un favor. Evidentemente me fui sin tomar nada, no pusieron interés en atenderme. No lo recomiendo.