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Un entorno de silencio y naturaleza, donde estar contigo mismo. Una atención muy amable del personal, y habitaciones cómodas y limpias donde escuchas sólo el rumor del río y los pájaros. Lugar para meditar, vida consciente.
Yo he estado comiendo y ha sido genial, hemos comido de maravilla, todo muy rico, las camareras han dado un buen servicio, es un sitio ideal para ir con tranquilidad y saborear su entorno y su comida. Hoy la tranquilidad de ha destrozado por unos comensales, sin educación ninguna y sin razones Recomendable 100%
Ha sido terrible. No he visto cosa semejante. Teníamos una reserva y hemos llegado incluso unos minutos antes. No llegaba nada de lo pedido. Eran las 16.30 y los niños no tenian su comida y los adultos sólo uno de ellos. Lo peor ha sido la actitud, cero humildad, nos echaban la culpa a nosotros de su retraso. Nos hemos ido sin comer la mayoría y hasta querían cobrarnos lo pedido y no servido. Las quejas eran generalizadas. Una vergüenza, si tienen que contratar más personal que lo hagan, pero no se puede echar la culpa al cliente, no les auguro buen futuro.
Un servicio de cocina bastante lento por un precio muy superior. No está mal. Pero para nada dan un servicio en relación al precio de cobran. El entorno fabuloso. El río está al lado y tienen más indemnizaciones bastante limpias para poder pasear o incluso remojarte.
Es un lugar con encanto rural, y el entorno es realmente precioso. Todo el personal un encanto. Sin duda el lugar ideal para hacer una escapada en la naturaleza. Muy buena relación calidad precio. 100 % recomendable.
El servicio fue lamentable entre plato y plato tardaban más de 30 minutos, y carisimo para lo que COMIMOS, pésima presentación y calidad, muy poca cantidad. La carta escasa en platos, muy básica para lo que antes era, y para remate final sin cobertura, la gente con los bizum para pagar las cuentas, UN CAOS. Se ha notado de forma considerable el cambio de dueño. NO LO RECOMIENDO
No quiero compartir más. Que la gente lo encuentre por sí misma. Los lugares que merecen la pena son echados a perder por los naturalistas domingueros.
Un sitio entrañable y romántico a la vez que con mucha paz y tranquilidad el sonido del agua del río y la calidad de sus comidas caseras.la gente que regenta este lugar se nota que son auténticos del pueblo y les encanta el lugar, te aconsejan qué son maravillosos.
Hemos estado unos días muy a gusto aquí hospedados. Lugar tranquilo, reconstruido con muy buen gusto, minimalista, rustico y todo muy nuevo. Juani y su marido muy familiares y atentos en todo. Allí solo se escucha el ruido del rio, los pájaros y la pura naturaleza.
Hace unas semanas fui a comer con la familia y nos llevamos una gran decepción. El sitio un encanto pero el servicio pésimo. Teníamos reserva a 14: 30, después de ser puntuales y estar sentados en la mesa, tardaron 30 minutos en tomarnos nota, media hora más para que salieran los platos, y entre plato y plato tardaron una barbaridad, además no tener bastantes cosas. Después de esperar tanto tiempo el plato principal, nos comunican que no les quedaban muchos de los platos que habíamos pedido. El colofón fue cuando pedimos el postre, unos trozos ridículos. Una total decepción, no volveremos más. No lo recomendamos.
Precios competitivos en un entorno privilegiado. Buen trato. El entrecot estaba espectacular. Buena materia prima. Lugar conocido entre los lugareños. Recomendado. Mejor llamar y reservar.
Sitio muy bonito, calidad precio muy bueno, buena atención de todo el personal, en especial de JUANETE un tío servicial, simpático y divertido. Repetiremos en próximas ocasiones, gracias saludos.
El lugar es muy tranquilo tiene su propio riachuelo. Las habitaciones acogedoras y calentitas. Los dueños muy amables, atentos, simpáticos. La comida riquísima recomendó las carnes de caza. Nosotros probamos la presa ibérica y los embutidos ibéricos todo delicioso
Casa encantadora pegada al río.totalmente en la naturaleza.habitación super limpia, camas súper cómodas.y la comida súper buena sobretodo las carnes ibéricas, embutidos ect.todo bueno.son super atentos por si te falta algo y muy amables repetiré. Muy bonito el molino.nos vamos muy contentos.
No nos alojamos sólo fuimos a comer, encargamos una paella de conejo, niscalos y caracoles. En un principio la paella llega sin caracoles, le preguntamos al camarero y nos dicen que no les han llegado los caracoles, empezamos a comer el arroz, un arroz muy pasado, con escaso sabor ya que llevaba muy poco conejo, en definitiva un arroz pésimo
Nos ha gustado, excepto por las fiestas que se montan cuando hay un cumpleaños o celebración al medio día, aunque por la noche hay silencio y se agradece.
La estancia en las habitaciones estuvo bien. Muy limpias y acogedor ambiente rural. Comimos un día en el restaurante. Servicio muy mejorable. Tardaron mucho tiempo en servirnos Platos escasos. La carne después después de esperar mucho tiempo llegó fría y el precio un poquito alto. El trato de las camareras y los dueños muy bueno
Durante nuestra peregrinación a Caravaca, decidimos apartarnos un poco de la Vía Verde para pasar la noche aquí, y fue inolvidable: este sitio está en un enclave natural sencillamente mágico, y Juaneke y Juani han sabido mantener el encanto rústico del antiguo molino, así como llenarlo de pequeños rincones donde sentarse a disfrutar del entorno en compañía de un libro (tienen una buena colección), o de una suculenta cena rociada con un vino de la tierra. Para el trato humano no me alcanzan las palabras, solo puedo decir que muchísimas gracias y que volveremos.
Lugar tranquilo, entre la naturaleza, al lado del río. La comida riquísima, el pulpo al horno muy bueno y la paella también. Relación calidad-precio estupenda. Un lugar para repetir.
Un lugar encantador rodeado de naturaleza. Hemos estado alojados mi pareja y yo con nuestro bebé de 6 meses y nuestra perrita y hemos estado estupendamente bien. Juan, el dueño, es una persona encantadora con muy buenos valores, y el resto de trabajadores no se quedan detrás. Hacen todos un equipo fantástico. El lugar es bonito, la comida está muy rica, el trato es inmejorable, el precio asequible. Si hay que poner un pero es que no estuvieron muy rápidos en el servicio de comida del domingo, pero reconozco que había mucha gente y nosotros no teníamos prisa ninguna. Si volvemos a la zona repetiremos seguro. Gracias por todo Juan!
Un sitio que poca publicidad tiene para lo bien que se está. Los anfitriones son estupendos y es sitio muy bonito, encanto natural, se come bien, el río al lado y cerca de varios sitios y rutas de interés. Repetiremos.
Se come muy bien, sobre todo el asado a la leña además un lugar precioso al lado Del Río para descansar y echar unas fotos. El personal encantador y muy buen servicio.
Entorno precioso, hotel muy acogedor tanto para ir con niños como en pareja. Los dueños encantadores y el servicio en el bar excelente. Repetimos seguro
Muy mal, tenía una reserva hace una semana en la terraza para comer. Y delante de mí le dan la mesa a otra pareja que tiene la reserva dentro. Me atienden y me dicen que tiene que ser dentro. De malas formas me ponen una mesa fuera. Fatal muy mala atención No volveré más y desde luego no lo aconsejare
Ayer la cocina de esta local no tuvo su día, habiendo llegado los primeros o segundos al local y después de 1 hora y 50 minutos esperando aún no había salido lo que habíamos pedido que debía ser cocinado y decidimos abonar las bebidas y el aperitivo y marcharnos. Íbamos con un niño y eran ya las 15: 45 (llegamos a las 14.00) y nos fuimos sin comer y ya no era hora de ir a buscar bares o restaurantes abiertos donde nos atendieran además de que no somos de la zona.hicimos 70 kilómetros de ida + 70 de vuelta para ir allí y desde luego no compensa.quien gestiona un local de estos debería estar mejor preparado para dar un buen servicio, es una zona de campo no habitada donde la mayoría de la gente se desplaza de lejos para visitar la zona.el chico que nos atendió hizo lo que pudo, pero había unas 10 o 12 mesas y estaba solo para todo. Hemos estado en 2 o 3 ocasiones anteriormente aquí y nunca nos había pasado esto, ojalá sea algo puntual ya que la zona merece una visita, pero ayer la cocina no estuvo a la altura.
Es el segundo año que vengo en familia, es maravilloso por el trato de los propietarios y por el entorno. Magnífico para desconectar, descansar y disfrutar de la naturaleza. Un lugar para sentirse en casa. Gracias a Juan y Juani.
Fui con unos amigos a cenar y fue alucinante por las vistas que tenía. Además la atención de la camarera fue una maravilla. La comida era una delicia y los dueños un encanto.
Un hotel rural, pegado al río Mula, ideal para descansar y tomarse una escapada de relax. Lugar muy auténtico, silencioso y en un paraje natural precioso. Los dueños dan una atención cercana y familiar, buena comida y limpieza. Estuvimos tres noches y hemos quedado encantados por todo. Muy recomendable
Ancien moulin transformé en petit hôtel la transformation date de 2019. Le site de la vallée est splendide et très calme. Rapport qualité prix exceptionnel. Service simple mais accueil chaleureux. Possibilité de louer à la semaine deux chalets équipés.
Hotel con mucho encanto por su ubicación y sus anfitriones. Lugar para relajarse y comer genial en su restaurante, comida tradicional de mucha calidad, a destacar el pulpo. El hotel esta muy limpio y acogedor. El sonido y vistas al río hacen de este lugar un paraíso.
En un paraje encantador al lado del Río este molino, restaurado con mimo, ofrece alojamiento y comida. A destacar la oferta de los vinos de la D. O. Bullas, amplia y selecta, con una inmejorable calidad/precio, es imposible equivocarse o por lo menos yo nunca he probado ninguno mediocre. La cocina es la típica comidas caseras de Bullas, déjate aconsejar por las amables camareras o por el cocinero. Buen acceso para sillas de ruedas y silletas. Excelentes postres caseros, para no equivocarse lo mejor es pedirlos todos jejeje. Aconsejable dar un paseo por los alrededores antes o después. Los domingos hacen unas migas de escándalo. Mejor reservar mesa. Hay una terraza desde donde se oye el río, en verano muy fresca y evocadora. Los dueños son muy buena gente.
Pareja entrañable Juan y Juana. Buena calidad/precio. Comida y trato excelente. Habitaciones y paraje muy bonito. Gracias seguir así. Ángel, Carolina, Coral y Aniol.
Totalmente recomendable para pasar unos días de relax. He ido con mi pareja y hemos estado súper agusto disfrutando del río y la naturaleza. El trato son muy amables y la comida baratisima y muy buena.
Trato inmejorable se está en la gloria super bien para venir con la familia desconectar de todo. Lo recomiendo para tod@ venir con la familia la pareja para lo que quieras
Encontrar Molino de Abajo de Bullas ha sido como encontrar un pequeño paraíso escondido, es un sitio encantador, lo regenta Juan y Juani que son los mejores amfitriones que te puedes encontrar, súper atentos! Te encuentras como en casa, como en familia, la ubicación del sitio es espectacular, a la orilla del río que desde la terraza mientras cenas escuchas el sonido del agua fluyendo, un auténtico remanso de paz e ideal tanto para escapadas de desconexión, senderismo con la posibilidad de refrescarse en las pozas del río y muy cerca del Salto del Usero. Casi me da pena recomendarlo por si no hay disponibilidad en nuestra próxima y pronta visita.solo pudieron ser dos días pero fueron intensos y maravillosos, una auténtica recarga de pilas. Gracias Juan & Juani por vuestro servicio de primera y vuestra hospitalidad! Un 10 de 10 sin duda alguna!