Trebol

Sitio horrible,se venden como cafetería y restaurante pero realmente es un salón de tragaperras,lo que quieren es que te gastes el dinero en las máquinas lo antes posible y te vallas,si sólo entras a la cafetería el trato es peor y quieren que estés lo más cerca posible de la puerta de salida,han cambiado varias veces de dueño y cada vez son peores,ahora lo lleva una flaca y hay también de camarera otra flaca con gafas
que son muy rancias, cuando algún vecino entra al salón le piden el DNI y se lo quitan de las manos, algo que es ilegal porque el DNI es intransferible y en todo caso se lo puedes enseñar pero nunca arrebatarlo de las manos del cliente, un cliente un día les enseñó el DNI al que le había puesto cinta aislante en donde indicaba su domicilio y le dijeron que tenía que quitar la cinta donde tapaba la dirección de su domicilio, algo que es totalmente ilegal y que incluso podrian estar incurriendo en un delito de protección de datos porque ellas sólo pueden mirar el número de DNI y la foto, también fuman tabaco en el interior de las tragaperras e incluso las rancias,que cuando te ven dentro del salón gastando dinero se vuelven muy simpáticas y serviciales te dicen que seas discreto pero no te impiden fumar, pero no se te ocurra fumar en la cafetería porque te mandan a fumar a la calle de malos modos y en su versión más rancia,además de madrugada a veces cierran la persiana y siguen dentro si hay clientes que estan gastando dinero en las tragaperras pero a los de la terraza les dicen que van a cerrar para echarlos,en definitiva no vallan por allí para nada y consuman en los bares tradicionales de toda la vida que hay muchos por la zona

Fui a hacer una apuesta y me pidieron el DNI, se lo enseñé y una camarera flaca, con gafas y el pelo claro me lo quitó de la mano, cuando yo no se lo estaba dando sino enseñando para que viera mi foto y mi número de DNI que es lo único que pueden mirar, porque de lo contrario es un delito contra la ley de protección de datos, me lo miró por detrás y yo la suelo llevar tapada con algún adhesivo la dirección de mi casa, el lugar de nacimiento y el nombre de mis padres ya que son datos confidenciales, ella me dijo que le tenía que quitar el adhesivo y yo le expliqué que eso es un delito por la ley de protección de datos y que ella sólo tiene autorización para mirar la foto, el número y que en ningún momento me podía arrebatar el documento de la mano, entonces me devolvió el DNI y me dijo que no me daba la autorización, le pedí una hoja de reclamaciones y me dijo que no sabía donde estaban y que pasara cuando estuviera su jefa, una nula profesionalidad y una situación desagradable

Sitio de copas excelente, con un trato inmejorable, Belen para mi es la que mejor trato tiene con la gente, rapida y eficaz, la mas veterana de la cafeteria, me gustaban mas los antiguos dueños! Una pega: volveria a poner las tapas que tenia, riquuisimas!

Llevo meses viniendo aquí a tomarme mi copita y hay una camarera rancia que tarda en servir y siempre está desubicada, se le ve siempre con malos aires a Belén.

Aquí es donde echo mis apuestas de la liga y Champions semanal en Murcia, la atención es muy buena.

Un lugar que pasa desapercibido para el que no es jugador. Enhorabuena a la los profesionales que están detrás de la barra por sus tapas, precios y amabilidad. Volveré y no soy jugador.

Camareros majisimos, buen café, buen servicio. Sitio para pasar un rato agradable y divertido ya sea viendo un partido o echándole algún eurillo a la ruleta

Un sitio tranquilo y agradable para tomarte la última copa. Los camarer@s muy profesionales y simpáticos

Una cafetería más bien normalita, claro en un salón de juegos y muy cara, por cierto, es lo que tiene la adicción

Tienen buenos precios el establecimiento es de los mejores pero la atención no es de las mejores y que van cambiando todo el tiempo ya no sabes quién es el camarero

Hemos estado ahí durante el invierno pasado, todos los martes y ya no volveremos más. Nos dimos cuenta que el dueño cuando quería que nos fuéramos y dejáramos las mesas libres, nos subía el volumen de la música a tope, y eso que nos poníamos en las mesas de la calle. En fin, cada cual lleva su negocio como le da la gana.