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Un trato al público lamentable en la avenida Galicia de Pamplona. Yo, una madre acompañada de una menor de 6 años me he visto vejada por las sospechas de la dependienta, delante de la niña. No sólo al ver que había errado, la "señora" por llamarla de alguna manera, no me ha pedido disculpas sino que se ha puesto altiva y prepotente. Jamás volveré, con ese trato al público solo merece la quiebra