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Buen bar situado en el centro del pueblo con una terraza con vistas increíbles al valle del Linares, donde ponen de todo: desde combinados al gusto hasta café bombón y diversos tipos de té, pasando por platos combinados.
Un buen lugar donde pasar un rato con familia y amigos.
Nos quedamos 15 días a pensión completa. Se nos dijo que cambiarían las sábanas cuando llevasemos una semana más o menos y nunca nos dejaron un cambio para las mismas. Además de esto, los baños no se limpiaron en los 15 días que estuvimos allí con la excusa de que uno de los primeros días el baño de chicos que estaba en una planta que no era la nuestra estaba sucio. Tampoco se cambiaron las papeleras, ni de las habitaciones ni de los baños. Gracias a esto he tenido que ir a urgencias con una infección fungica. Poco recomendable e cuanto a limpieza.
Cojonudo, tiene una terraza con unas vistas muy chulas, nos hemos puesto cerdacos a comer a buen precio y las chicas majisimas. Soy vegetariano y bocata al gusto pero el 29 es una bomba, mis compis lo aseguran
Precioso finde el que hemos pasado en pareja! Villar, la gerente, lo da todo para que la experiencia sea increíble: alojamiento, comida. Todo perfecto. Estamos deseando volver.
Es un sitio perfecto para hospedarse. Buenos precios, limpio, y Villar la gerente asi como su pareja Ruben son un encanto. La ubicacion es ideal como base de operaciones para montar en bici como para conocer los mayores yacimientos de icnitas de España. A los niños les encantara. Son tres veces ya las que he estado aqui y seguire volviendo. Gracias a Javi, mi guia personal el cual me enseño las mejores sendas de enduro de la zona. Volveremos. Semana Santa 2018 perfecta. Nos vemos prontico.
El albergue esta muy bien cuidado. Las habitaciones son muy bonitas y tienen mobiliario nuevo. Los baños son compartidos, pero están muy limpios. Javier el dueño es muy amable y esta siempre dispuesto a ayudar. Eso si, ojo! La segunda semana de septiembre son fiestas de igea y al estar en el centro del pueblo es muy dificil conciliar el sueño. Javier al llegar al hotel, muy apurado, nos avisó de que esa noche iba a haber mucho ruido. Por lo demas, cuando no coincida en fiestas, es un lugar muy muy tranquilo, que queda a media hora de Arnedo.
Fantástico el entorno, muy atento Javier con el personal, baño y dormitorio limpio y la gente del pueblo de Igea y alrededores son muy atentos con los turistas. Un 10 (Capó)
Fuimos a pasar un fin de semana para hacer MTB por la zona y no tengo ninguna pega. El albergue está prácticamente nuevo, casi a estrenar y tiene de todo. El dueño estuvo pendiente de nosotros y nuestras bicis en todo momento procurando que no nos faltara de nada. Ambiente biker relajado en toda regla. Si volvemos para recorrer los senderos de la zona no dudaremos en quedarnos aquí.