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Por la misma habitación te cobran 60 por una persona, pero si viene la segunda lo suben a 80. Además, no dan desayuno en fin de semana (eso me dicen como motivo para no incluirlo en precio), y es complicado aparcar el coche. La habitación muy justa para ser doble. El lugar es limpio y las camas son cómodas
La zona está muy bien, ya que es muy tranquila. El parking es complicado pero en todo Ezcaray prácticamente. El personal bastante majo. La única y gran pega son las habitaciones, pequeñas, anticuadas, las camas muy incómodas. Para una noche medio aceptable pero para estar más días no lo recomiendo, estaría bien una reforma más actual. Me pareció demasiado caro para como estaban las habitaciones.
Sólo puedo opinar sobre la comida, el menú del día es muy extenso y cuesta 24€. Los fines de semana, el servicio, muy profesional y la ubicación, se encuentra en un sitio muy tranquilo.
Mal. Nos atienden casi tirando los platos a todo correr. La comida regular y fria. Nos echan rapido para el siguiente turno de comidas y se queda vacío y nadie entra a comer. Menu de 22 euros, muy caro para ese menu. Nada recomendable, hay sitios en la zona mucho mejores
Pésimo trato y atención. A pesar de dejar reserva para comer, no lo han hecho dejándonos sin comer aún yendo con una niña pequeña. Lamentable y no recomendable.
Mucho mejor de lo esperado después de leer los comentarios, es un restaurante que ya lo llevo visitando desde hace muchos años y siempre ha estado a tope pero hacía tiempo que no veia y ya me esperaba lo peor, si que es verdad que había poca gente y eso me dio miedo pero la comida que pedimos estaba buena, 20€ el menu un domingo, del hotel no puedo hablar ya que siempre hemos ido a comer
Sólo voy a entrar a valorar el restaurante. No conozco el hotel. El menú es básico y está acompañado de un buen vino de la casa, para lo que es el precio es algo por encima, pero como casi todo en Ezcaray. Se nota que el dueño/a no está llevándolo, ya que hicimos reserva antes y luego quisieron añadirse más gente (intentamos cambiar la reserva el día anterior, pero nos dijeron que ya estaba completo) y luego cuando llegamos la mitad o más del comedor estaba vacío. Curioso cuanto menos, además de que no sirven café porque el siguiente turno también está lleno (eso dijeron). Sinceramente, a nosotros nos fastidiaron el plan con más gente que era lo que nos apetecía porque ellos no lo quieren trabajar. El servicio y demás correcto. La foto se supone que es del comedor completo según ellos.
Un hotel pequeño sencillo y sin pretensiones. Se sitúa en el centro de la localidad riojana de Ezcaray. El aparcamiento cerca resulta problemático. Por lo demás, dispone de unas habitaciones muy sencillas con decoración corriente, los cuartos de baño, sin ser modernos, están bien conservados y limpios y el agua caliente es buena. No pude constatar la eficacia de la calefacción, pero sí que la tranquilidad interior y exterior en la habitación son normales. Destaca en su cocina casera con buenos ingredientes y elaboración. El servicio es mínimo pero correcto y los precios económicos.
Entramos con ilusión pq tiene buen aspecto, a comer un menú de 20€ en Jueves Santo. La lasaña indescriptible, era como una sopa de queso, la ensalada de cogollos muy avinagrada, el cordero no era chilindrón, ni Dios q lo fundó, las patatas congeladas y casi crudas. El postre ; Torrijas con aceite refrito de varias veces. Deberían de mejorar muchísimo. Gracias
La ubicación y el trato es lo que le salva, las instalaciones (sin calefacción, solo un radiador en la habitación, cualquiera iba al baño) el baño sin secador y sin opción a colocar el neceser (nada de espacio) si hubiera leído los comentarios no hubiéramos ido. Es una pena no invertir en él (se nota que es de paso)
Hemos comido menú de fin de semana por 18 €, y estaba todo muy rico, casero y abundante. El servicio rápido y muy agradable. Lo único que me pareció inaudito fueron dos detalles del comedor: con tres grados en la calle, el comedor estaba siendo calentado con dos estufas de butano, (aunque ciertamente no pasamos frío) y también que el comedor estaba muy oscuro, sólo iluminado con una lámpara central y unos apliques en las paredes que eran más bien de luz de ambiente; vale que la electricidad está por las nubes, pero con un día muy nublado como hacía, los comensales que no estábamos junto a las ventanas, a ratos estábamos comiendo en penumbra.
Pequeño hotel, céntrico y asequible para alojamientos y paseos por Ezcaray y sus sierras. Limpio y atención correcta. Comida aceptable y trato agradable del personal
Hemos tomado un menú de 18 €, la ensaladilla y las patatas con chorizo estaban aceptables, pero el rabo de ternera y la merluza dejaban bastante que desear. El rabo insípido y la merluza cruda. Lo mejor el arroz con leche, el flan y el café solo. A destacar la falta de limpieza en los suelos y las repisas del comedor de abajo. El suelo de las escaleras tiene mucho polvo y telarañas en los rodapiés. Estamos a 29 de agosto y hace un frío que te pelas.
Buenísima la comida del Iguareña, los mejores caparrones de Ezcaray! Trato muy familiar y cercano y ubicación perfecta, en una zona sin mucho ruido y al lado del centro del pueblo
El precio elevado, tanto de la estancia como del desayuno, pero creo que es lo normal en agosto y en esta zona. La limpieza aceptable, las habitaciones, las vistas y el comedor bastante agradables y la ubicación inmejorable.
La peor relación. Calidad /precio que me encuentro desde hace muchos años. Viejo, gastado, malos modos en un desayuno que incluye un zumo. De los de avión De los años 70 de bote horroroso.no volvere
Fuimos a comer al restaurante y muy bien, la verdad. A pesar de no tener referencias del sitio fue un descubrimiento. Éramos 6 y repetiremos en nuestra próxima visita. Muy serviciales y la comida estupenda a un buen precio. Nada que envidiar a otros restaurantes con más renombre de la zona que cobran el doble por algo peor.
He estado este fin de semana en el Hotel y ha sido un espanto. Hotel muy desactualizado, puertas, persianas, cuarto de baño, etc. El desayuno un horror: unos bollitos envueltos en plástico y unas tostadas sin más (una pena porque en esa zona se come espectacularmente bien). Y Carísimo para la clase de hotel que es: 130€ por 2 noches. No lo recomiendo para nada.
El restaurante esta muy bien. El menu del dia estupendo, bastante donde elegir, bien cocinado y la relacion calidad precio muy buena. En la carta platos muy buenos y a mi me gustó el postre del helado que sacan en una pizarra