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Un buen sitio para almorzar, por su variedad de bocadillos, por su calidad y la magnífica atención. Destacar el trato con los perros, nunca les faltan sus chuches, bebedero, un buen trozo de pan y mucho amor.
Fuimos a comer en domingo. 15 euros por persona. Tienes tres primeros a elegir y tres segundos que incluye paella. Para un domingo que pasas de cocinar está bien.
Horrible. Preguntamos si nos podíamos sentar, nos indicaron donde. Tras darles consciencia de que nos habíamos sentado, tardaron más de 25 min en atendernos. Pedimos dos jarras. Cuando estábamos casi acabándolas (a los 30 min) nos traen olivas. Les decimos que gracias, pero que no nos gustan y en alternativa nos ofrecen frutos secos a lo cual, aceptamos. Nos acabamos las jarras (10 min más tarde) los frutos secos no llegan. Pedimos la cuenta a lo que en ese momento se acuerdan de los frutos secos, los cuales ya no queremos, pues ya hemos acabado. Tras casi 15 min de espera para la cuenta, casi tomando como alternativa el irnos, volvemos a insistir y finalmente nos la traen. HORRIBLE. CABE DESTACAR QUE NINGÚN CAMARERO NI LA GENTE EN BARRA LLEVABA LA MASCARILLA CORRECTAMENTE PUESTA, TODOS COB LA NARIZ AL DESCUBIERTO.
Este sitio a sabido aprovechar las circunstancias (covi19), por precio calidad y servicio sobre todo terraza, no tiene problemas para estar siempre lleno
Siempre está lleno de gente, lo que conlleva algún lío que otro en los pedidos. La comida de muy buena calidad, aunque un poco alto el precio. La atención es buena, aunque cambian bastante el personal. En general un buen sitio para comer que ofrece muchas alternativas.
Restaurante con una gran variedad de tapas y menú diario apetecible para cualquier paladar. Precio acorde a lo servido y buena atención y rapidez por parte de las camareras. Terraza bien dispuesta.
SERVICIO NEFASTO. Fuimos a cenar, sirvieron tarde, faltaban ingredientes en algunos bocadillos, cuando sacan los bocadillos una persona continúa sin bocadillo, se habían olvidado de él, cuando lo sirven los demás habían terminado, y para finalizar el súper servicio, las tartas de cumpleaños que habíamos llevado preguntando antes, no se habían puesto en nevera, las dejaron en cocina con la calor que hay en una cocina de restaurante/bar, unos productos con leche y demás que pueden ponerse malos, y cuando las sacaron, estaban completamente deshechas para tirar. Horrible servicio, no volveremos. Además la única persona que se disculpó, fue una de sus camareras, que además no tenía responsabilidad por el mal funcionamiento del bar y de la dueña, que ni siquiera fue capaz de pedir una disculpa.
Por la amable y cariñoso recibimiento de toda su plantilla, siempre atentas y serviciales, muy buenas profesionales. Estupenda relación comida precio, no he comido mejor bocadillo de ternera en ningún otro sitio. Muy muy recomendable.