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ES UNA VERGUENZA DE BIBLIOTECTA LITERALMENTE, La bibliotecaria no deja de hablar en voz alta y los telefonos de la gente y la gente nunca dejan de sonar, ademas de hacerlo a todo volumen, los niños del colegio las Dominicas se escuchan como si estuvieran dentro de la sala. Por no hablar de los horarios que no son nada amplios.
NO RECOMIENDO A NADIE ESTA BIBLIOTECA, a no ser que quieras venir a charlar claro.
La biblioteca es un sitio encantador. Puedes ver por las ventanas todo el castillo y, por el otro lado, la Alameda. Los empleados son amables; también lo es la directora. Pero tienen razón quienes comentan que no es un sitio para estudiar, salvo que te pongas cascos o seas capaz de abstraerte completamente de lo que ocurre a tu alrededor. Las personas mayores hablan en voz alta, suenan móviles, se atiende a los socios que retiran o devuelven libros… Sería genial que el Ayuntamiento encontrara la forma de separar la sala de lectura del mostrador ¡Ojalá lo hagan!. Mientras tanto, la alternativa es un lugar con poca luz natural, así que la biblioteca sigue siendo para mí un lugar lleno de luz, con el alboroto continuo del patio del cole, y -como dije hace unos días- “que a veces parece un bar”, pero que a mí me hace mucho más llevadero el estudio. Pd-las bolsas de papel que se dan en la biblioteca son muy chulas, pero hacen muuuuuuuuucho ruido!
La peor biblioteca para ir a estudiar que he visitado en mi vida. Gente hablando de manera constante. Las bibliotecarias se desentienden totalmente de llamar la atención a nadie y dejan la responsabilidad en manos de los usuarios, más que nada porque son ellas las que más hablan.
Se excusan en que la zona de devoluciones y la sala de estudio están compartidas para justificar el parloteo constante, pero no tiene justificación, en ningún momento les he visto decirle a nadie que baje un poco la voz. De hecho, dan coba a la gente.
Hay una zona de periódicos donde las personas mayores se reúnen a pasar la mañana, hablan y comentan como en una cafetería y como son ya amigos de las bibliotecarias, se ve que les sabe mal decirles que no se puede hablar.
Ha venido una responsable a darme una serie de justificaciones que no servían para nada. El cuento de siempre, defendernos entre nosotros y justificarnos para no mejorar nada.
Cuando les hemos llamado la atención nosotros a ellos, nos han mandado a callar y nos han dicho que si queremos estudiar vayamos a otro sitio.
El espacio es genial pero no es un sitio para ir a estudiar. No se guarda silencio ni por parte de la gente que va ni por la propia bibliotecaria, suenan teléfonos. Una lástima.
Me gusta el sitio: es amplio, el catalogo interesante y novedoso y la seccion infantil esta separada de la de adulto lo que da mayor tranquilidad a la hora de estar en la biblioteca; pero sobre todo destacar que el personal es muy amable en el trato.