Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Un hotel rural molt acollidor, personal molt amable i atent. Habitacions grans, son habitacions amb saló. El menjar molt bo, nosaltres provarem el arròs de muntanya, boníssim. Després per a sopar plat combinat. Tot en una gran terrassa en vistes al monte. El poble és menut però amb casi 40 rellotges de sol repartits per tot el poble. Recomane la visita guiada dels diumenges pel poble amb la explicació de cada rellotge i visita al museu de Antoni Miró. Pel matí desdijuni amb sucs, cafès i bollería. Per als celíacs, com jo, tenim pa i cervesa sense gluten. Un detall que se agraix molt. En resum un hotel per a tornar a dinar i dormir, totalment recomanable.
Buena atencion del personal el unico problema el baño compartido que no lo especifica la info de la web, el no tener cobertura del wifi, el desayuno tienes que preguntar que hay,
La comida estaba buena y el servicio a mesa ha sido rápida pero eso no es todo. El trato no ha sido demasiado bueno, la camarera muy antipática y seca, parecia que contestaba casi por obligación. No creo que vuelva
Hemos estado como en casa. Habitación muy amplia y limpia, el desayuno buenísimo y abundante. Los bocatas que pedimos en la cena muy grandes y muy buenos. El menú infantil y el de adulto estaba espectacular, el arroz al horno estaba en su punto, la carne se deshacía. Vamos para repetir. Todo de 10. Muchísimas gracias
Buen sitio para almorzar, buenos bocadillos y el sitio es muy bonito, lo único que falla es que la camarera que nos atendió era muy antipática y desganada por ella le pongo cuatro estrellas (para trabajar sirviendo a la gente hay que ser un poco más amable) por lo demás 100% recomendable
Aquest encantador establiment, situat enmig de la natura, ofereix no només un allotjament relaxant, sinó també una experiència culinària excepcional al seu restaurant de qualitat.
Antiguo caserón reconvertido en hotel museo, precioso, decorado con mucho gusto, limpísimo, servicio y trato de 10 como de la familia, un lugar para volver y para recomendar.
Sitio muy bonito decorado de estilo tradicional.los arroces bien de presentación pero les faltaba sabor. El trato es correcto pero un poco seco. Precio de menú un domingo es asequible.
Descubierto por casualidad y menuda suerte que tuvimos de descubrir un sitio como este, lleno de encanto, unas vistas preciosas desde la terraza y la comida espectacular. El trato de diez. Una maravilla vamos. Tenemos que volver
Entrantes con poca gracia, el arroz de montaña con poco sabor y postres regulares. El precio está bien aunque no entra la bebida ni el café en el precio del menú
No sé cómo será el hotel, pero debe tener muy buena pinta, solo estuve en el restaurante, se come muy bien, el arroz al horno espectacular, me falta probar el de montaña, muy recomendable.he vuelto a estar dos vecves mas en el restaurante, sigue siendo muy recomendable, de hecho volvemos a ir de nuevo dentro de poco.
Las habitaciones están muy bien, la casa en si es muy acogedora y en el restaurante está todo buenísimo. Además todo el personal que trabaja aquí es muy simpático y cercano. Una experiencia genial!
Lugar tranquilo, con un patio interior con vistas a la montaña, ideal para tomar unos aperitivos y disfrutar del momento, tienen variedad, y precio calidad esta bien, de hecho, suelo ir de vez en cuando.
Restaurante no muy amplio pero con encanto. Los trabajadores muy amables y atentos (un 10 para los camareros y cocina). Es una pena la gente que deja malas críticas por el valenciano o el arroz.una pena, pero nadie puede tener tan buen gusto como los valencianos!
Un lugar entrañable y con una mirada al pasado conservando su mobiliario antiguo transformándolo en un espacio para disfrutar de la gastronomía y alojarse en sus habitaciones ya que también es hotel
Un lloc per visitar el Poble i gaudir de cada un dels seus rellotges de sol i és clar un dinar cassolà i familiar en Ca les Senyoretes amb unes vistes precioses i hotel restaurant que no ha perdut el seu encant, segur que com a mínim del segle XVIII
Buen lugar para parar a almorzar los bocadillos buenísimos, no lo he probado pero las especialidad es el arroz al horno que según un amigo mío está de 10, muy buenas vistas.
Relación calidad-precio excelente. Lugar acojedor y con vistas al Benicadell inmejorables. Atención al cliente perfecto y muy agradable. Recomendable 100%!
La comida del restaurante estába muy buena. La ha habitación esta muy bien parecía limpia menos por la cucaracha muerta del baño, el colchón es muy fino y antiguo, de muelles (dolor de cadera y espalda asegurado) si luego vas de ruta o algo vas echo polvo junto con el frío de la habitación te levantas para irte a casa a acostarte otra vez. La llave cuando sales tienes que dejarla en una mesa de la recepción en la que no hay nadie, (cualquiera puede entrar a la habitación sin problemas mientras tu estás fuera). En nuestro caso fuimos con un bebé, y hacía un poco de frío, preguntamos que nos dejarán el mando del aire y nos dijeron que la calefacción estaba puesta, sobre las 22: 30 quitaron la calefacción y empezó a hacer muchísimo frío en la habitación. Para el tema de la cena, el restaurante abría a las 21: 00, pero si no llegas a las 21: 00 se van. Y te quedas sin cenar, aunque hayas avisado de que ibas a bajar a cenar.
Sitio con una buena ubicación, en su terraza se disfruta de un buen paisaje. En el interior una decoración muy autóctona y bonita. La atención buena, al principio un poco lenta pero una vez puestos en marcha bien. Personal atento y agradable. Aunque la carta está solo en valenciano te la traducen o aclaran si tienes duda sin problema. Además como se demoraba el último plato por equivocación de ellos, asumieron su error y lo corrigieron y nos lo invitaron. Ademas la relación calidad precio muy buena. Como vimos que servían en las mesas de alrededor unos arroces que olían de maravilla sin duda repetiremos para poderlos probar. Además te puedes hospedar allí. Ah además te permiten ir con tu mascota sin problemas
Lloc excel·lent per menjar i parada obligatòria, ja que tenim en la seua terrassa 5 rellotges solars de la ruta. He vist que la gent es queixa que no atenen en castellà, mentida perquè he escoltat a una taula que parlaven castellà i els han atès en castellà.
La atención de la mayoría de camareros bastante desagradable, además si no entiendes el valenciano no se molestan en hablarte en castellano. Nosotros comimos el menú de cassola de arroz, que nos dijeron era su especialidad, estaba bien de precio pero la calidad dejaba bastante que desear, el arroz estaba muy soso. También pedimos unas patatas bravas y nos trajeron unas patatas con alioli por encima. Lo único que me gustó era la casa antigua de pueblo y las vistas desde la terraza.
Hem estat el pont i ens ha encantat. La casa, preciosa, cuidada al detall. Autèntica i sense pretensions. Maria, Clara, Andrés, Lola, Joan i companyia ens han fet sentir molt a gust des del primer moment, amb un tracte molt familiar. El menjar, amb plats típics i productes de proximitat. Se n'anem enamorats d'Otos i els seus voltants. Tornarem!
Tradición familiar comer allí su extraordinario "arroç al forn", cuando vamos o volvemos de Castellón de Rugat! Hay que reservar y encargar la cazuela de arroz. Te la preparan especialmente!
Lugar perfecto para pasar un fin de semana lejos de la polución y el ruido de una gran ciudad. Se trata de una casa de una altura perfectamente restaurada con muchos elementos de época. En cualquier rincón puedes detenerte para transportarte a otro tiempo. Cada habitación tiene el nombre de una mujer, para entrar dispones de una llave hueca cosa que lo hace original. Las habitaciones disponen de aire acondicionado, calefacción, baño completo, televisor y nevera. Tienes también la posibilidad de poder comer o cenar en el propio hotel. El único pero que le puedo poner es el olor a cocina que hay en todo el local cuando llega la hora de comidas o cenas, por eso no le doy las 5 estrellas. Por todo lo demás, un sitio perfecto para descansar, aprovechar para hacer rutas de senderismo o simplemente visitar el pueblo.
Hacen un arroz al horno espectacular, lo acompañan con unos entrantes variados de la casa, postre y cremaet para terminar.todo a un precio asequible. Además en una casa con decoración tradicional y unas vistas inmejorables del benicadell
Hemos comido en el restaurante. Nos ha encantado. El sitio muy bonito y unas vistas espectaculares. La atención excelente, la comida riquísima. No había comido arroz al horno tan bueno. Lo recomendamos.
Buen sitio para desconectar la única nota negativa es el campanario desde las 7 de la mañana cada 30 mins sonaba las campanas cosa que no ayudaba a dormir y en nuestro caso la cama algo pequeña el resto bastante bien en general y Otos con sus relojes solares tiene un encanto particular
El restaurant de Ca les Senyoretes es acollidor i familiar. La carta està molt be ja que son plats típics amb algunes innovacions. En quant a les vistes des de la terrassa son impressionants ja que Otos es troba a la falda del Benicadell.
Ideal para ir a pasar el dia. Esta en un pequeño pueblo del interior, Otos "el poble dels rellotges de sol", puedes hacer una ruta por todos sus relojes y comer estupendamente en una casa perfectamente restaurada.
Bon ambient i dinar molt bo. Un poc escàs l'aperitiu però es compensa amb la quantitat d'arròs que hi ha després. Amb un somriure per part de la cambrera, tot milloraria.
Un lugar estupendo, muy acogedor, buena comida, atención y precio notable. Edificio con encanto en un pueblo, Otos, donde cada rincón te recuerda que el tiempo pasa y hay que disfrutar el momento.
Un lloc tranquil i un poble interessant per la seua gent i per la seua creativitat. L' exposició de rellotges és extraordinària. El restaurant té una bona cuina.
Es un lloc que solem visitar al menys una vegada al any, ens encanta la terrassa que tenen amb vistes al Benicadell, la sala acristalada amb vistes i el salo principal que ens recorda a la casa dels avis. El menjar.personalment es de 10, tant l'arròs al forn (cassola) com l'arròs de muntanya, perque sempre demanem el mateix, sense oblidar-nos del vi de la casa (verí del boticati). I en el preu no pot haver queixa, es molt barat per a la qualitat tan bona que oferixen! RRECOMANABLE 100%
Molt bon lloc. Servei atent. A bon preu hem menjat unes entrades i un "arrós de muntanya", caldoset, amb varietats de bolets. Una cambrera, al vore que volíem ajudar-li a arreplegar els plats, de forma educada i amb gràcia ens ha dit que disfrutarem, que era ella la que treballava. Gest simpatiquíssim. Un cafenet a la terrassa amb vistes al Benicadell, no té preu.
Antigua almacera. Magnifica casa con buenas vistas. Los relojes solares son la tónica común del restaurante y de todo el pueblo. Vale la pena visitarlo.
Una antiga casa senyorial reconvertida en restaurant i hotel, mantenint l'encant tradicional i les comoditats d'ara. A destacar el menjar, especialment l'arròs al forn.
A lovely old hotel and restaurant with many unusual features, with a terrace at the rear overlooking a valley. And as you'd expect in Otos, yes it has the obligatory sundial - several of them including an unusual equatorial sundial and one which displays Babylonic time, Muslim prayer times and Christian festival dates & months. Nice cafe solo is served here too.