Cal Ferrer

Excel·lent tracte i cuina de proximitat amb gran qualitat. No us perdeu l’arròs de pop d’el xef Aleix.

Casa preciosa con mucho encanto.
Situada en el centro del pueblo y muy cercana a tiendas y restaurantes del pueblo.
Dicha casa está enclavada en un pueblo precioso rodeado de montañas en el que podemos encontrar un monasterio del s. XXIII y una mezquita restaurada muy bonita.

En este pueblo podemos hacer diversas actividades como trekking, senderismo o ciclismo entre muchas de las actividades. Encontramos dos puertos de montaña muy famosos en la zona.

La peor experiencia de hospedaje vivida en 56 años la atención de la dueña pésima habitacion con tlv si. Mando queja que comunicamos a propietaria el sábado y nos dice que hasta el lunes no viene estuvimos horas si. Agua caliente pero nuestra pesadilla del día. De los enamorados, terminó en un habitación lle a de moho insalubre termine vomitando y llendome de madrugada porque no podíamos aguantar tal grado de humedad paredes ropa. Por favor. Esto es un fraude no sólo al bolsillo sino también a la vida

y está señora atenta contra la salud

Un lugar acogedor como en tu propia casa. Las habitaciones un poco pequeñas pero para dormir están muy bien. Recomiendo hacer un recorrido por el pueblo y sus alrededores.

Es una casa de pueblo acondicionada para pasar un finde con tu pareja o con amigos porque tienes habitaciones.
Esta limpia y bastante equipada.
Hemos estado muy a gusto.
El pueblo donde está ubicada es un pueblo recomendado para visitar.

Me gusto, es bonita y cuidada en detalles, el lugar tranquilo, bueno para relajarse, esta en un pueblo bonito con playa y montaña cerca.

Casa muy bonita. Muy bien decorada. Habitaciones amplias y agradables. Buena tv. Bonito patio con barbacoa. Pero.cocina, patio y salón a compartir con otras personas (lo cual no tiene por qué ser mali). Lo peor: el desayuno "continental", que son artículos del DIA.

Muy bien. Nos encendieron la estufa de leña y ese finde estuvimos solos en la casa. Tranquilidad y descanso. Era como estar en casa de los abuelos, por la decoración.

Una vergüenza! Primero por engañarnos y alojar nos donde no nos correspondía, una casa sucia, sin ni siquiera papel higiénico en el baño, con una taza llena de grasa a saber desde cuando en la cocina, y otros detalles que no cuento porque son muy fuertes, sin almohadas para el sofá cama en el que era imposible dormir y por el que me cobraron 30€para que durmiera mi hijo pequeño de ocho años. Una pena la verdad, así no se hacen clientes.

Te lo pintan como casa rural pero en realidad se alquila por habitaciones. Ademas no hay intimidad puesto que el dueño y la mujer que limpia entran cuando les viene en gana.

Unos de lo sitios mas bonitos que he estado ya que se encentra muy cerca de mi pueblo simat de la valldigna y lo recomiendo a todos los que se acerquen por esa zona

Los dormitorios no están mal pero led falta reforma en general, el baño es compartido y no hemos tenido agua caliente. No ofrecen gel ni champú y tampoco tienen secador. Aparece como casa rural de tres o cuatro estrellas y desde luego, tengo mis dudas de que así sea. El desayuno. Hablan de desayuno continental pero para no lo es. Lo tienes que preparar tú mismo y sólo dispones de zumos individuales en" tetra-brik", leche y bollería en bolsas. En general, necesita mejorar.

Magnifica casa en el centro urbano. Una antiguo taller de herrería y vivienda reconvertidos en habitaciones dobles y zonas comunes. Limpieza correcta. Las almohadas necesitan renovación o algún lavado.el trato de Rosa, nuestra anfitriona, inmejorable.

Ideal para familias, no falta un detalle dentro de la casa, en el casco urbano y muchos servicios alrededor

Experiencia muy bonita.
Se encuentra situado en un valle rodeado de montañas.
Nos encontramos con el monasterio de Santa Maria de Valldigna que forma parte de la ruta de monastirs. Lugar precioso apto para todo el mundo recomendable 100%.
Repetiremos seguro