Casa Daniel

Me gusta mucho el servicio que ofrece este bar, cerveza fría, buenos bocatas, la comida china muy buena y los camareros muy simpáticos

No comí, me detuve a tomar una copa, el personal fue muy agradable y acogedor. Precio muy razonable para un restaurante.

Colocó 3 estrellas porqué la camarera que creo es la dueña me parece súper mal educada para atender, tiene un genio horrible no volveremos allí

Comi allí de tapas todo super bueno y calidad.el servicio super rápido y muy bueno terraza muy grande y limpia cocina aseos todo super limpia.bocadillos.muy completos y super buenos.café con mucha crema.el precio nada de caro volveré lo aconsejo? Vi que también hacían despedidas de soltero y cenas de grupos y la cocinera española todo super bien

No sé cómo será la comida. Pero es que no lo sé porque después de media hora ni nos habían atendido. Encima con malas caras de la antipática camarera en plan "qué pesados". Nunca más.

Muchísima diferencia a cuando lo llevaba Dani, su antiguo dueño y quien le daba nombre al restaurante. Pedí un chivito por ir a lo seguro y la verdad que el aspecto no era malo. El pan tenía muy buena pinta y el tamaño no estaba mal. Pero para mí decepción, una cosa es el aspecto y otra muy distinta el sabor. El pan estaba blando tirando a chicle, qué lástima, con las expectativas que había levantado entre los presentes. Y la mahonesa supongo que sería de botes de esos a granel, porque hacía tiempo que no me llamaba la atención (para mal) una simple mahonesa. Insulsa pero contundente, lo cual es lo peor que le puede pasar a una salsa.
Sobre el servicio, vinieron a tomarnos nota de la bebida y aunque le dijimos que ya sabíamos los bocadillos que queríamos nos dijo que luego volvía a apuntarlos y nos dejó un poco con cara de tontos. Lo peor es que nos trajo las bebidas y se volvió a ir y hasta el rato no volvió a tomar nota de los bocatas. Este truco de poner la bebida y dejar pasar un tiempo para que tengamos que pedir otra yo pensaba que ya estaba pasado de moda, pero se ve que no.
Nada que ver con los anteriores dueños: como hacíamos antes, entramos a elegir lo que queríamos para el bocata pero la vitrina que antes tenían llena de cosas superbuenas ahora tenía una tortilla de patatas reseca y punto. Una lástima.
La localización está genial. En una calle peatonal que da a una grandísima plaza perfecta para dejar a los nanos a sus anchas mientras les echas un ojo desde la mesa. Por último, otra cosa que ha cambiado es el café. Café solo largo y cortado. Creo que va a ser difícil poder tomar un café más aguado y malo. Hay mucha diferencia en hacer un café expreso largo y un recolado, pero parece que hay profesionales de la hostelería que aún no lo saben.
En definitiva, localización perfecta, servicio justito, almuerzo mediocre. Supongo que harán menú para comer, pero me lo pensaré muy mucho el volver a intentarlo.

No está regentado por los dueños anteriores. Servicio súper lento, ni siquiera sacaron la bebida. Algo positivo sería la ubicación porque no da el sol y se está fresco. Los bocadillos estaban bastante buenos.
La camarera tampoco es que tenía mucha gracia para ofrecer los productos.

Todo lo que pedimos estaba muy rico, y el servicio fue rápido. Personal muy amable, volveremos.

Hacia tiempo que no me servían una caña doble con copa helada y cerveza muy fría. Parece mentira pero cosas tan sencillas te hacen apreciar un buen lugar para hacer parada. Felicidades por cuidar los detalles.

Pido medio bocadillo y cuando voy a pagar me cobran como a mis compañeros que habían pedido uno entero indicandome que "no hacen medios bocadillos".

Familia trabajadora, atenta y amable. Ana la cocinera pone todo su cariño en cada plato que sale de su cocina. El local es encantador y siempre está listo para cualquier evento. Su terraza infinita da lugar a los mejores almuerzos que te imagines. Que no te lo cuenten. En la imagen mi bocadillo del alma: CHIVITO con dos huevos fritos.

He ido a almorzar, y el bocata de carne de caballo es buenísimo, y un cremaet de ron muy rico tambien

Muy contentas con la calidad todo súper bueno y el camarero que nos atendió un gran profesional.

Muy pero que muy descontentos, aparte de poca varied

ad en el menú diario y de poca calidad.
Nos encontramos cucaracha en la merluza y no es de que fuese por accidente, es que estaba cocinada con la merluza y para más colmo dicho todo esto nos encontramos otra cucaracha en la bebida nadando, todo esto en la terraza no quiero ni pensar dentro de la cocina como estaría, dudo que vuelva a comer allí nunca

La verdad no habia estado antes, pero me lo recomendaron.y. Tremenda sorpresa, todo estaba buenisimo, papatas brabas, revuelto de bacon, berenjenas, solomillo, puntillas, morro, y algo mas que no recuerdo. Hasta el pan te lo ponian recien tostado. Cenamos 6 adultos y un niño y 80€. Superbien relacion calidad/precio.

Entre plato y plato 20minutos de espera. Carisimo los platos y congelado los calamares. 6.50 eur und 7. Pescaditos. 10 boquerones 6.50 eur. Solomiyo salsa pate. 4 rodajas tamaño moneda de dos eur. 7.eur y muy echo. Vamos duro duro. EI COLMO LA FACTURA. Pedimos una botella vino de huella vega mar de 12 eur y nos cobraron 14 eur. 2 tercios pedimos tan bien a 1.60 und son 3.20 eur. NOS COBRARON 4 TERCIOS OTROS 3.2O EUR. PATÉTICO EL SERVICIO LOS PLATOS. OJO A LA CUENTA Cobran De más

La atención pésima y las raciones para lo caras que son malisimas y entre plato y plato y te hace la digestión un horror