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Amabilitat desbordant. El q hem demanat, bo boníssim. I la llengua, un valencià viu i fresc M'encanta. I el poble, un d'aquells llogarets que fan pensar que les coses menudes són un tresor; que allò que pots palpar amb el palmell de la mà, deixa sentir el seu caliu amb més intensitat; que el que veus amb un cop d'ull et fa creure que tens tot el món al teu davant. I sobretot, ratifica la teua idea que hem de lluitar perquè el món rural es mantinga genuí.
Pues no se q más contar un bar muy agradable con almuerzos muy asequibles de precio y un lugar muy bonito por estar al lado del río Júcar y poder ver a los patos peces y tortugas que allí se instalan
Sitio genial para almorzar, con terraza a dos calles, terraza con vistas al río cubierta con un toldo, servicio amable y correcto, precios muy económicos, buenos bocatas. Hago rutas en bici por esta zona solo por almorzar aquí. Bocata, bolsa peq.de papas, mini/ensalada, cacahuetes, 2 tercios y café: 5,50. Es cierto que aveces hay bastante gente y hay que esperar un poco. ¡Si se llena por algo será!
Ni se os ocurra aparecer por semejante sitio después de una hora esperando no hemos tenido que ir por la incompetencia del servicio que no dan para más. Tachado como lugar de paso a ciclistas