Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Cervecería ubicada en el barrio de San Blas junto al parque junto al campo de fútbol con una amplia terraza montada en calle peatonal y con vistas al campo de fútbol. Disponen de un buen surtido de tapas que mayormente son elaboradas en cocina. Calamares, Sepia, gambas al ajillo, croquetas etc. Los productos son de buena calidad y corresponde al precio que cobran. El servicio de camarero excelente y atento siempre de todas las mesas. El interior ofrece poco número de mesas y el servicio mayormente es en barra, que también es bastante cómodo y acogedor. En definitiva es una cervecería qué ofrece un buen servicio unos buenos productos a un buen precio y en un ambiente de trabajo familiar.
Bar tradicional de toda la vida en pleno barrio de San Blas, comida casera y de muy buena calidad. No habia estado antes y por lo visto lo han reformado hace no mucho y está bonito y agradable. Ideal para unas cañas y raciones con amigos o familia. También hay terraza en zona peatonal. Precios muy asequibles!
Bar de barrio para almorzar, picotear o cenar muy bueno. Pequeño, con terraza. Se ve como te hacen la comida. La ensaladilla rusa muy buena. Las patatas bravas también muy buenas. Patatas finas, con salsa hecha por ellos. Y lo mejor, el bocata de Pechuga. El mejor bocadillo de pechuga de toda la ciudad. Calidad precio muy bien.
Pd: Deberían mejorar la amabilidad sobre todo de los dueños. Con lo bien que cocinan, deberían ser más "felices"
Descubrimos este sitio cerca de casa y hemos quedado encantados con la Comida, es un bar de toda la vida para ir a picar, pero excelente, y no huele ni sabe a fritanga, la verdad nos gusta mucho y vamos cada vez que podemos.
Mini hamburguesas deliciosas, montaditos con nombres graciosos y sabor espectacular. Una experiencia gastronomía ideal para cualquier momento. Recomendado 100%
La comida, calidad y precio buena, en cuanto al servicio podrían ser un poco más simpáticos.nueva visita y como siempre la simpatía del personal brilla por su ausencia, te ignoran o responden cuando quieren.
Cervecería de toda la vida con una comida casera de toda la vida. A destacar para mi gusto la merluza rebozada, las albóndigas y la oreja por ejemplo. Muy buenos también los montaditos. Calidad precio inmejorable. Siempre que podemos vamos!
Paco, que maquina tu camarero! Mal behtia, no veas que buenas las cocretas de jamon q me dio, y encima me invito a una caña el fenomeno, la próxima vez invitaré a mi yerno y nos pasamos un ratete y ya me cuentas si vas mejor con lo tuyo, bueno Paco eso un placer. Con dios.
Una cervecería de barrio calidad precio espectacular, además de la simpatía y profesionalidad del camarero juanjo creo recordar que era su nombre nos hizo la velada más agradable con su simpatía y su forma de trabajar ya era hora Paco que acertarás un saludo, volveremos
Raciones pequeñas conformes al precio, la calidad de cada plato no está mal, nos han echado con un comentario de que "se quieren ir a dormir" pero que me estás contando, al momento de traer la factura habían 2 platos que nunca llegaron a la mesa, si no me fijo los cobran, muy mala actitud al momento de servir y cabe recalcar que una preparación deficiente para servicios en temporadas de fiesta e incluiría las fechas de verano, en fin nada recomendable
Hemos cenado muy bien estaba todo buenísimo y la camarera simpatiquísima nos ha atendido súper bien. También se está muy agusto en la terracita. Lo recomiendo!
Buen sitio típico de barrio para tapear, tapas clásicas son alardes. También tienen oferta de cubos con tapa. No hay muchas mesas en la terraza y se llena con facilidad.
Los dos señores que regentan este bar podrían ser ligeramente más amables con sus clientes ya que parece que cada vez que entras estés molestando, en vez de comprando su producto. En fin, un poco más de alegría o educación, ya juzgar vosotros cuál os falta.
Trato terrible. Íbamos a ser un grupo de cinco amigos pero llegué yo el primero y me senté a esperar. Cuando la camarera me vio allí sentado, solo, me dijo de muy malas maneras que esa era una mesa para cuatro y que me tenía que levantar e irme a comer a la barra. Ni siquiera me dió tiempo de decirle que seríamos más comesales. Casualmente en ese momento llegaron mis amigos pero les dije que nos fueramos de allí inmediatamente porque el trato era impresentable. Terrminamos comiendo en el bar de atrás (La Jijonenca) donde son infinitamente más amables y la comida es bastante mejor.
La mala educación del gerente que da nombre al bar brilla por encima de cualquier cualidad del mismo. Jamás he visto un trato al cliente tan despectivo, tanto hacia mí como hacia otros comensales. No entiendo esas ganas tan intensas de maltratar a los clientes a no ser que alguien esté obligando al hombre a regentar el bar en contra de su voluntad.
Si es así, quizás él pretenda deshacerse de su condena ofendiendo a la gente a base de caras largas, faltas de respeto y auténtica desidia, con el objetivo de perderlos a todos, cerrar la persiana y hacerse pastor en alguna aldea perdida del Pirineo Aragonés. Sin contacto con esos humanos a los que tanto detesta su amargura.
Si este es el caso, estoy contigo, hazme alguna señal de socorro cuando pase por la puerta, guiña dos veces los ojos aunque sea, haré todo lo posible para rescatarte.
He ido varias veces al sitio porque la camarera es un solazo (y él normalmente no sale de la barra), porque el bar es barato, está bueno y se ubica en el corazón de este barrio al que adoro y en el que vivo desde hace más de diez años (y donde, por cierto, todos los hosteleros son majísimos).
En mi opinión, el resto de vecinos acude por las mismas razones que yo, aunque ellos sí le perdonan sus malas pulgas, quizás porque estas son patrimonio de San Blas desde que la iglesia estaba sobre plano. Por eso no hay muchas reseñas haciendo patente esta realidad: que de tu bar nos gusta todo menos tú.
Sitio emblemático en San Blas. Buenas montaditos y tapas (para mí gusto) un poco caro. Deberían mejorar el servicio, pues parece que el camarero que hay por las tardes no tiene ganas de trabajar ya que te sirve con desidia, sin ganas de trabajar y prepotencia, vamos como si te perdonase la vida, como se nota que no es el dueñoe. No volveré.
Excelente bar de barrio en San Blas con terraza, ofrece variedad de tapas y montaditos exquisitos. Superior a la mayoría. Precios muy económicos. Recomiendo el montadito festero rollito con merluza rebozada pimiento tomate seco y ali-oli. Una delicia!
Muy limpio, con mucha desinfección y seguridad. Unas tapas excelentes: Croquetas de rabo y cebolla manzana, berenjenas con miel, chipirones, etc. Y montaditos buenísimos.
Un sitio muy agradable y muy tranquilo, se come bien, buen servicio de camareros, no es caro.y realmente lo recomiendo.en la misma plaza hay parque para los niños! Volveré!
Magnífico lugar para tapear-comer-cenar o simplemente una caña con un apetitoso platillo de lo que elijas. Todo está riquísimo y el precio hará que te quedes un rato más para otra caña y tapa. Y desde luego, volver otras veces. ¡¡¡ Date prisa, que no siempre encuentras mesa!