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Aquí es donde uno vendría a descubrir cuán decepcionante es la raza humana. Te dan una actitud por estar ahí, porque ser cliente significa darles una razón para trabajar. Pedimos dos Mojitos y nos trajeron dos Sprites muy bien decorados (9€ cada uno). Lamentablemente, este lugar no hace honor a su nombre. Estas personas prácticamente nos echaron tan pronto como terminamos nuestras bebidas, porque necesitaban la mesa. Esta fue solo una experiencia triste y decepcionante por la que no estamos dispuestos a volver a pasar.
Llegamos 2 personas a las 22 horas y nos pedimos unas bravas (muy ricas) y una fritura de pescado(2 salmonetes,2 pescadillas y 2 gallos miniatura), caro para la cantidad.Como vimos que nos ibamos a quedar a dos velas nos pedimos unos calamares a las 22:30 y para nuestra sorpresa nos dicen que la cocina esta cerrada, en pleno mes de Agosto y con apertura del local hasta las 2 de la mañana. Incomprensible. Para finalizar comentar que nos cobraron 9'50 por una Copa de sangría(clavada de propina al turista).
Desafortunadamente, esta barra no es recomendable. La ubicación es muy agradable pero el servicio y la cocina dejan mucho que desear. Es una pena porque el ambiente es muy agradable. No lo recomendaríamos más.