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Los dueños siempre te tratan lo más amable posible, son eficientes, trabajan de forma ágil y ordenada y son unas personas increíbles. Cualquier cosa que os pidáis va a estar buena, pero lo mejor son las porras con chocolate. Unas porras que técnicamente están muy logradas puesto que son muy aireadas crujientes por fuera y esponjosas/blandas por dentro y si lo juntas con el chocolate forman una combinación perfecta. Recomiendo ir 100% a este sitio ya que es un buen lugar para desayunar. Merece la pena no dudéis en ir ni os lo planteéis en ningún momento. Un saludo a todos.
No vuelvo a venir a este lugar, además de todo estar carisimo, te atienden todos prepotentes. Me pedí un acuarius, media de Serrano y otra sin nada, 6 pavos me costó, y no quisieron darme el ticket y para colmo, la chica se inventa precios en el momento. Que estafa, prefiero irme a la Espiga que da un buen desayuno por solo 4.8 y quedo satisfecha y contenta.
No volveré más por allí. He estado esta mañana y he notado mala organización, peleas entre la cocina y la camarera, la camarera con unos aires un tanto prepotentes y bebiendo su café mientras atendía a los clientes, gente esperando demasiado tiempo y encima pedidos más recientes salían antes que los más antiguos, toda la barra llena de vasos y platos usados y sin intención de quitarlos. Los únicos que se salvan han sido el hombre que estaba con calma sacando las tostadas adelante y una chica joven que ha llegado más tarde que ha sido la que ha dado un poco de celeridad al momento. Escena del programa pesadilla en la cocina.
A pesar de su nombre, y de los anuncios en los carteles no sirven churros, solo porras. Y además el servicio del lugar, es horrible. Hemos ido varias veces y no ha sido nada del otro mundo, pero en esta ocasión hemos ido tras una noche de fiesta (14 de agosto) y hemos tenido que esperar una hora para que nos sirvieran. Es comprensible que había mucha gente, pero servían a gente que había llegado después que nosotros. Tras la larga espera nos han servido las porras (algunas tenían sabor a quemado) pero no el chocolate caliente (ha llegado con las porras acabadas a la mitad), y hasta para pagar hemos tenido que pedirlo varias veces y esperar la cuenta un largo rato, además ha sido carísimo en comparación con otros establecimientos similares. No volveremos más y no lo recomiendo.
Mucha desorganización.las porras, porque no son churros son porras, si cambiasen el aceite no repetirían (causan ardor) La barra sin recoger todos los servicios encima de la barra lo dicho mucho desorden
Fue mi pareja a primera hora de la mañana para traer a casa las porras y a pesar de estar lleno el local le atendieron rapidisimo, las porras no son las mejores que he probado pero no estaban mal, ricas.
La cerveza más fría del barrio trato y servicio lo mejor, muy familiar, demasiado a veces pero no lo recomiendo no cambio, tostadas bocadillos y las camareras de 10
Porras y chocolate caseros muy sabrosos. Muy buen trato del personal. El único punto negativo es que hemos ido a las 12 y ya no quedaban porras (En teoria cierra a las 2), así que recomiendo ir más temprano.
Personal agradable:) Hemos ido a las 12 y no quedaban churros (cuando es una churreria que cierra a las 14). Hemos comido las 4 porras que quedaban y dos chocolates que estaban muy buenos.
El dueño ha reconocido que las porras que nos ha sacado estaban frías y no nos las ha cobrado (un gesto muy bueno que hemos valorado mucho).
Hemos estado casi una hora esperando, al darnos cuenta que servían a otra, he reclamado y nos dicen que han perdido la nota, sin pedir disculpas, en plan altruista. Nada recomendable por el personal.
El chocolate estaba muy rico, pero las porras estaban recalentadas y pasadas. No tenían churros, algo que nos pareció raro llamándose churromania. Le daremos una oportunidad ya que las reseñas no son malas dice el sabor de los churros y entonces veremos de cambiar valoración.
Le doy una estrella, por los churros que están buenos, pero el servicio es malísimo, no te hacen ni caso, tardan una barbaridad, siempre que voy a pedir para llevar, estás delante de la barra esperando que te digan almenos un "Hola" y te ignoran por completo.
Los churros están buenísimos, pero la atención de el camarero en terraza es pésima, ni buenos días ni nada por el estilo, si no fuese porque las porras están espectaculares no volvería.