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He visto los inmigrantes que van llegando, por supuesto que hay que ayudar, pero sería muy conveniente ponerles a trabajar en trabajos sociales como limpiar calles, ayudar a la gente del pueblo. a personas mayores, limpieza de pintadas. No que estén todo el día dando vueltas, comer y dormir. Pobres por lo menos que se sientan útiles.
El personal y el voluntariado de Cruz roja en la villa de Guardamar del Segura se aplica de manera excelente en ayudar a los demás y crear actividades útiles para la población. HAY UN PERO, cuya solución depende de las instancias superiores: no tiene un sitio adecuado para desarrollar su trabajo social, pues el sitio en que están, lo comparten con otras instancias. A mí, me parece que eso habría que resolverlo de manera adecuada. Son muchos los años que la Cruz Roja, lleva prestando sus servicios en éste pueblo.
MPOSSIBLE TO PRAISE HIGHLY ENOUGH THIS INITIATIVE OF GUARDAMAR DE SEGURA (ALICANTE) AND THE DEDICATION OF THE CRUZ ROJA GUARDAMAR. HEARTFELT THANKS FROM THE FAMILY OF ONE FORTUNATE REDUCED MOBILITY USER OF THIS SERVICE, ALONG WITH THE FERVENT WISH THAT ALL THE BEACHES ALONG THE SPANISH COAST WOULD FOLLOW SUIT.
Si alguien ha dudado alguna vez de la existencia de los ángeles, no ha venido en verano a la playa de Guardamar del Segura, en Alicante. Me llamo Aurora y tengo 90 años. Yo conozco, al menos, ocho ángeles, seis chicas y dos chicos, pero me consta que son muchos más los que regalan su generoso esfuerzo y mejor sonrisa a las personas mayores y dependientes por otras orillas marinas. No tienen alas ni túnica blanca; sólo el distintivo de la CRUZ ROJA y el bañador. En el caso de las chicas, está claro que se trata de seres puros y sobrenaturales. Si no, ¿cómo iban, con su fragilidad, a ser capaces de transportar de las sillas de ruedas al carro del baño a esas personas que, a veces, triplican su peso? ¿Cómo iba a soportar su joven piel una jornada detrás de otra siempre empapada de agua y salitre? Tanto mis chicas como mis dos chicos de la CRUZ ROJAS son ángeles ¿Cómo lo harían, si no, sin perder la cariñosa sonrisa, la ternura, el cuidado y la paciencia al conseguir que un imposibilitado pueda olvidar sus limitaciones físicas o psíquicas y disfrutar del mar, a pesar del esfuerzo y el derroche de generosidad que esto requiere? Sin embargo, son reales, unos preparados y otros preparándose para la vida. Ainoha es enfermera, igual que Laura, y ejerce de ángel guardián. Marián, que baila sevillanas, como los ángeles, claro está, es estudiante como Leonor, Ana y Fany. Álvaro, licenciado en Bellas Artes y excelente pintor, y José ponen en acción toda su fuerza y amabilidad sin escatimar energías. Daros las gracias es insuficiente. Merecéis, al menos el reconocimiento público a vuestra tarea, que, más que trabajo, es una admirable labor humanitaria. Tenéis el cariño de todos los que hemos tenido la suerte de trataros y conocer vuestra valía personal. Sois un inmejorable ejemplo de vida. Un afectuoso abrazo. Aurora Prieto Velasco.