DomusVi El Campello

La felicidad de mi madre, desde que entró en la Residencia, avala la calidad profesional y humana de todo el personal. Es una enorme satisfacción y por ello, agradezco a todos/as, la atención y cariño que recibe.
Gracias por hacerla sentirse tan feliz en su casa.

Hay un equipo
excelente, gracias a todos por la atención que le dais a mi madre, mis hermanos y yo estamos muy agradecidos, gracias de corazón a todos.

Auxiliares no curren aquí, muchas horas, sobrecarga de trabajo, no te valoran, te menosprecian, muchos abuelos, muchas horas poco dinero. Hagamos valer nuestro trabajo.

No sé cómo pueden dormir tranquilos tratando a las personas mayores así, a mi abuelo no le daban la medicación de la próstata durante una semana PORQUE NO LES QUEDABA, aún rabiando de dolor a punto de reventar hasta el extremo de tener que SONDARLO. En los “apuntes médicos” señalan que había meado, cuando era MENTIRA, mi abuelo tiene la cabeza mejor que muchos de los que trabajan ahí dentro, está claro que entre ellos se tapan y se cubren las espaldas con apuntes falsos por si pasara algo. VERGÜENZA DE RESIDENCIA. En cuanto al servicio de las comidas nefasto, si no le gusta la comida lo dejan sin comer, muchas veces pide un trozo de pan y no se lo dan, esta conversación la tuve con mi abuelo y la psicóloga delante, y ella misma dijo que es increíble que pase esto en el siglo XXI, desde que entró allí HA PERDIDO 13 KILOS. Por no hablar de la señora rubia de recepción tan desagradable que nunca coge el teléfono y no nos pone nada fácil pedir cita para ir a verlo.

Bueno vuelvo a escribir otra reseña, lamentablemente cada X tiempo tengo que hacerlo.

Es increíble la poca educación o paciencia que tienen algunas personas que trabajan en este centro, si no saben tratar con paciencia a personas mayores, que se dediquen a otra cosa. Entiendo que cobran poco y hacen muchas horas, pero la paciencia y las buenas maneras no deberían de negociarse.

Es una vergüenza ver cómo contestan o pasan de tu familiar…y como nieta me veo en la obligación de contarlo porque de verdad es infumable.

Como no hay otra forma de quejarme
y que hagan caso a ver si tienen algo de vergüenza, vuelvo a publicar;
Ayer hice un visita a mi familiar y me retrasé unos minutos y la persona encargada, se dirigió a mi de una manera muy poco empática y muy poco simpática diciéndome que me iba a descontar esos minutos de mi visita de tan sólo media hora. Ya que es la normativa y lo entiendo, pero no creo que por unos minutos sea necesario hacer esos comentarios. Además de que cuando tocas a la puerta tardan en abrir normalmente, con lo cual deberían haberse callado.
Me parecen vergonzosas las cosas que suceden en estos centros, que opacan la buena actitud y buen trabajo de aquell@s que hacen su trabajo con empatía y consideración hacia las personas mayores y sus familiares.

Lamentables tanto la falta de recursos materiales como personales, con la cantidad de dinero que desembolsan todos los meses los casi 150 residentes. Los cuidados que se les dan son los justos y necesarios, y el personal que de verdad se preocupa por ellos termina quemado porque no pueden dar más de sí. No ingreséis a vuestros familiares aquí. La vejez no es un negocio.

El trato por parte del personal deja mucho que desear. Es desesperante ir a ver a un ser querido y ver cómo incluso delante tuya le hablan mal o le vacilan, es frustrante y por mucho que te enfrentes y comentes lo sucedido te vas con la sensación de que va a quedar en nada.
El servicio de peluquería es lo peor, las peluqueras son ordinarias y hablan fatal, no son el personal adecuado para tratar a personas mayores. Una vergüenza que haya gente así trabajando.
Al menos hay algunas personas agradables y atentas que son las primeras que reconocen que no todo funciona como debería.
Si queréis que vuestro familiar se sienta feliz no lo llevéis a está residencia.
Muy triste.