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Me invitaron por una fiesta flamenca que organizaron y la verdad lo pasé estupendamente, la comida muy buena y el ambiente también, agradecer sobre todo a Raúl que estuvo pendiente en todo momento que no nos faltase de na.
Falla muy familiar donde puedes sentir que te han adoptado enseguida. Hay buena gente y artistas enormes que trabajan por apoyar al compañero sin esperar nada más que la experiencia de pasar un buen rato mientras crean juntos cosas increíbles. La ayuda siempre es bien recibida y ayudar es una buena forma de integrarse en el grupo si eres fallero nuevo. Los niños se ponen por encima de todo, son el corazón de la falla y todos se desviven por ellos. Ser fallero de esta falla humilde es una bonita manera de vivir en la ciudad disfrutando de toda la cercanía que se siente en los pueblos donde todo el mundo se conoce. Merece la pena permitirse la oportunidad de descubrirla. Aunque correras el peligro de ya no querer borrarte.